,

La Pasión y Muerte de Jesucristo

San Alfonso María De Ligorio

INTRODUCCIÓN

Cuan útil es meditar en la pasión de Jesucristo.
 
El amante de las almas, nuestro Redentor amantísimo, declaró que no tenía otro motivo por el cual descendió sobre la tierra sino para convertirse en el hombre que iba a encender en los corazones de los hombres el fuego de su santo amor: he venido a traer fuego sobre la tierra; ¿y qué quiero sino que se encienda? (Lc. 12, 49) Y, oh, que hermosas llamas de amor que no ha encendido en tantas almas, especialmente por los dolores que eligió sufrir en su muerte, con el fin de llevar a nosotros el amor inconmensurable que todavía mantiene para nosotros!

Oh, cuántas almas felices, en las heridas de Jesús, tal como en la quema de hornos de amor, han sido tan inflamados en su amor que no se han negado a consagrar a Él sus bienes, sus vidas, y todo su ser, superando con gran valor todas las dificultades que tenían que enfrentar en la observancia de la ley divina, pues el amor de ese Señor que, siendo Dios, escogió sufrir tanto por el amor de ellos! Esto fue sólo el consuelo que el Apóstol nos dió, con el fin de que no pudieramos fallar, para hacer grandes avances en el camino de la salvación: Piensa diligentemente sobre Aquél que aguantó tanta oposición en su contra, para que no sean desanimados, desmayando en sus mentes? (Hb. 12, 3)

Por lo cual San Agustín, todo inflamado de amor a la vista de Jesús clavado en la cruz, oró por tanto, con dulzura: «Imprime, Señor, tus heridas en mi corazón, para que yo lea el sufrimiento en el mismo y el amor: el sufrimiento, para que yo soporte por tí todo el sufrimiento; quiero, que pueda despreciar por Tí todo otro amor. Escribe, dijo, mi amantísimo Salvador, escribe en mi corazón tus llagas, con el fin de que se me permita siempre en  mi interior los sufrimientos y Tu amor. Sí, porque, teniendo ante mis ojos los grandes sufrimientos que Tú, mi Dios, has soportado conforme, pueda soportar en silencio todos los sufrimientos en que se pueda caer en suerte soportar; y al ver el amor que exhibiste para mí en la cruz, nunca pueda amar o ser capaz de amar cualquier otro que Tú.”

Y de qué fuente han tomado los santos el valor y la fuerza para sufrir tormentos, el martirio y la muerte, si no de los sufrimientos de Jesús crucificado? San José de Leonessa, un capuchino, al ver que iban a atarlo con cuerdas, por una incisión dolorosa que un cirujano le iba  hacer en su cuerpo, tomó en sus manos su crucifijo y dijo: «¿Por qué estos cordones? ¿Por qué estas cuerdas? He aquí, éstas son mis cadenas, mi Salvador clavado en la cruz por amor de mí. Él, por medio de sus sufrimientos, me constriñe a soportar toda prueba por su bien.» Y así, sufrió la amputación sin una queja; mirando en Jesús, quien, como cordero delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca. (Is. 53, 7)

¿Quién, entonces, jamás puede quejarse de que sufre equivocadamente,  cuando considera a Jesús, que fue molido por nuestros pecados?  (Is. 53, 5) ¿Quién puede negarse a obedecer, a causa de alguna inconveniencia, cuando Jesús se hizo obediente hasta la muerte? Quién puede negarse a ignominias, cuando ven a Jesús tratado como un tonto, como un rey de burlas, como un alterador del orden público; golpeado, escupido en su rostro, y suspendido sobre una infame cruz?

¿Quién podría amar a ningún otro objeto que a Jesús cuando lo ven morir en medio de tantos sufrimientos e insultos, con el fin de cautivar nuestro amor? Un cierto devoto solitario rogó a Dios que le enseñase lo que él podría hacer para amarlo perfectamente. Nuestro Señor le reveló que no había ninguna manera más eficiente de llegar al perfecto amor hacia Él que meditar constantemente en su pasión. Santa Teresa se lamentaba y se quejaba de ciertos libros que le habían enseñado a dejar fuera de la meditación la Pasión de Jesucristo, porque ésta pondría un impedimento para la contemplación de su divinidad; y la santa exclamó: «Oh Señor de mi alma, Oh mi Jesús crucificado, mi tesoro! Nunca me acuerdo de esta opinión sin pensar que he sido culpable de gran traición. Y es posible que seas, mi Señor, si pudieras, ser un obstáculo para mí en el camino de un bien mayor? De ahí, entonces, que todos los bienes vengan a mí, pero de tí? «Y entonces ella añadió: «Yo he visto que, con el fin de agradar a Dios, y para inducirlo a concedernos grandes gracias, Él quiere que todos ellos deban pasar a través de las manos de esta humanidad más sagrada, en la que su majestad divina declaró que él se complacía.»  (Vida de Santa Teresa cap. 22)

Por esta razón, el padre Baltasar Álvarez dijo que la ignorancia de los tesoros que poseemos en Jesús fue la ruina de los cristianos; y por lo tanto su más favorita meditación habitual estaba en la pasión de Jesucristo. Meditó sobre todo en tres de los sufrimientos de Jesús, su pobreza, el desprecio y el dolor; y exhortó a sus penitentes a meditar con frecuencia en la pasión de nuestro Redentor, diciéndoles que no debían considerar que habían hecho nada en absoluto, hasta que hubieran llegado a retener presente a Jesús crucificado continuamente en sus corazones.

«El que desea», dice San Buenaventura, «avanzar de virtud en virtud, de gracia en gracia, debe meditar continuamente sobre la Pasión de Jesús.» Y añade que «no hay práctica más rentable para toda la santificación del alma que la frecuente meditación de los sufrimientos de Jesucristo. «

San Agustín también dijo que una sola lágrima derramada en el recuerdo de la Pasión de Jesús vale más que una peregrinación a Jerusalén, o un año de ayuno a pan y agua. Sí, porque era para este fin que nuestro Salvador sufrió tanto, con el fin de que pensemos en sus sufrimientos; porque si pensamos en ellos, es imposible no inflamarse de amor divino: La caridad de Cristo nos apremia, (2Co. 5, 14) dice San Pablo, que si Jesús es amado por unos pocos, porque pocos consideran los dolores que ha sufrido por nosotros; pero el que frecuentemente los considera no puede vivir sin amar a Jesús.» La caridad de Cristo nos apremia». Él se sentirá tan limitado por su amor que le resultará imposible abstenerse de amar a un Dios tan lleno de amor, que ha sufrido tanto para hacernos amarlo.


Para activar la descarga es necesario una suscripción. Algunos libros requieren de una suscripción premium.

epub
epub
mobi
mobi
pdf
pdf


Adquiere una suscripción

¿Ya tienes una suscripción?

Ingresa aquí:


DETALLES DE ESTE LIBRO


Más de este autor/tema


Visitas al Santísimo Sacramento y a María Santísima

Visitas al Santísimo Sacramento y a María Santísima

He aquí la fuente de todo bien, Jesús en el Santísimo Sacramento, el cual nos dice: Quien tenga sed, venga a mí. ¡Oh, cuán abundante ...
La Victoriosa Reina del Mundo

La Victoriosa Reina del Mundo

Sor María Natalia de las Hermanas de santa Ma. Magdalena nació en 1901 cerca de Pozsony, en la actual Eslovaquia. Sus padres eran artesanos de ...
Novena a Santa Dymphna

Novena a Santa Dymphna

  Santa Dimfna de Gheel, su fiesta es celebrada el 15 de Mayo, es considerada patrona de  los portadores de deficiencia mental y enfermedades de ...
El Galileo Eterno

El Galileo Eterno

¿Cómo puede el alma hallar a Dios? Es un hecho psicológico que sólo siendo pequeños podemos descubrir algo grande. Esta ley, llevada al nivel espiritual, ...
Orar y meditar con El Evangelio cada día

Orar y meditar con El Evangelio cada día

La vida del discípulo, como la de Jesús, transcurre en un diálogo permanente con el Padre del cielo, que nos habla de muchos modos, especialmente ...
Devocionario de 1931

Devocionario de 1931

La religión cristiana está extendida por todo el mundo y a ella debemos nuestra civilización. Saber, pues, lo que es dicha religión es asunto que ...
Decenario al Espíritu Santo

Decenario al Espíritu Santo

Francisca faviera del Valle fue una pobre costurera de Carrión de los Condes (Palencia). Habla nacido allí en 1856, el J de diciembre, y allí ...
La Armadura Espiritual

La Armadura Espiritual

   "Me uno en oración al Corazón Inmaculado de María y a los ejércitos Celestiales para repeler toda maldad de los demonios. Hago extensiva esta ...
El padre Pío y la oración de quietud

El padre Pío y la oración de quietud

Para dar a conocer y difundir la oración de quietud, he impartido muchos cursos de «Iniciación en la oración de quietud» en instituciones de formación ...
Si quieres venirte conmigo

Si quieres venirte conmigo

Para poder entender el por qué de la penitencia, es preciso poder entender el por qué de la vida. Hay muchos que dicen: “Dios es ...
Por qué orar, cómo orar

Por qué orar, cómo orar

Es tarea de toda generación cristiana, y de todo cristiano en cada una de las generaciones, retomar el camino de la oración, redefmir la oración ...
Tercer abecedario espiritual

Tercer abecedario espiritual

  Habiendo medianamente concluido las dos partes, es menester que para el tercer libro me sea dado nuevo favor de la beatísima Trinidad, a quien ...
Alfonso María de Ligorio: Maestro de la oración y de la misericordia

Alfonso María de Ligorio: Maestro de la oración y de la misericordia

El libro que aquí presentamos, ya publicado en alemán y en portugués, aparece ahora en traducción española en el marco del Jubileo de la Misericordia ...
Oraciones de la Familia Paulina

Oraciones de la Familia Paulina

El fin último de nuestra creación, redención y santificación es la gloria de Dios. Hemos sido creados, redimidos y santificados para glorificar a Dios en ...
Conformidad con la voluntad de Dios

Conformidad con la voluntad de Dios

Este librito que presentamos, aunque es muy pe­queño en su volumen, es enorme en su contenido, ya que el secreto de la santidad no consiste ...
Caminando hacia el Padre

Caminando hacia el Padre

1. El tema sobre el que estamos reflexionando en este último año de preparación para el jubileo, es decir, el camino de la humanidad hacia ...
Al pie de La Cruz o Los Dolores María

Al pie de La Cruz o Los Dolores María

Diez años ha ya que tracé el primer bosquejo de esta obra en San Wilfrido, durante el verano de 1847; y aunque de entonces acá ...
El Verdadero y Extraordinario Rostro de la Virgen de Guadalupe

El Verdadero y Extraordinario Rostro de la Virgen de Guadalupe

Desde el Sábado 12/Diciembre/1531, cuando la Imagen de la Virgen de Guadalupe fue vista por primera vez, todos quedaron convencidos de que esta es un ...
Mi vida en Nazaret

Mi vida en Nazaret

   Este libro está lleno de palabras de la pequeña y sencilla María de Nazaret, … tienen un encanto particular… No son recuerdos nostálgicos de un ...
Los milagros de San Antonio de Padua

Los milagros de San Antonio de Padua

Al fin del día caemos abrumados bajo una montaña de palabras. Escritas, orales, murales, cantadas, de toda suerte y especie, en todas las grafías, colores ...
La Inquisición: Un tribunal de misericordia

La Inquisición: Un tribunal de misericordia

Confieso al lector bien dispuesto que cuando Cristian Rodrigo Iturralde tuvo la deferencia de remitirme los primeros avances de su minuciosa investigación, supuse que se ...
México católico Proyectos y trayectorias eclesiales

México católico Proyectos y trayectorias eclesiales

Marta Eugenia García Ugarte y Pablo Serrano Álvarez Las obras colectivas sobre la Iglesia católica en México han proliferado en los últimos años. Entre los ...
La fuerza de La Cruz

La fuerza de La Cruz

El día más santo del año para el pueblo judío —el Yom Kippur, o día de la "Gran expiación"—, el sumo sacerdote, llevando la sangre ...
La Cena del Cordero

La Cena del Cordero

Este notable libro reúne varias poderosas realidades espirituales, todas ellas importantes para el creyente cristiano y aparentemente tan diversas, que en una consideración superficial se ...
Consejos a un joven poeta

Consejos a un joven poeta

Este libro fue escrito como respuesta a una pregunta de un joven amigo de Max Jacob. Conviene tener en cuenta la edad de aquel joven ...
La evangelización de los católicos

La evangelización de los católicos

¿Qué es la nueva evangelización? En cierto modo, es más fácil responder a esta pregunta mostrando que hablando. Entendemos la respuesta cuando nos la encontramos. La ...
Beato Pablo VI

Beato Pablo VI

Paseando un día por Ascoli Piceno, en la región italiana de Las Marcas, entré en una iglesia gótica. Observé con sorpresa que las vidrieras multicolores ...
El hijo pródigo. El que busca a Dios, lo encuentra

El hijo pródigo. El que busca a Dios, lo encuentra

Lucas inicia el capítulo quince de su evangelio presentando dos grupos de personas con dos actitudes diferentes ante la Palabra que sale de la boca ...
De Benedicto a Francisco

De Benedicto a Francisco

Los últimos días de Juan Pablo II Las condiciones de salud de Juan Pablo II empezaron a decaer agudamente a finales del año 2004. Todos ...
La realidad humana del Señor

La realidad humana del Señor

El siguiente ensayo reúne el resultado de trabajos iniciados hace ya largo tiempo. Los problemas en él tratados requerirían en sí una clarificación aún más ...
Abba Padre

Abba Padre

Estas páginas quieren invitarlo a adorar a Dios y agradecerle rendidamente sus bondades. ¿Cuál puede ser la causa de este afán? Quisiera responder con san ...
El Verdadero amor

El Verdadero amor

Durante su permanencia en Milwaukee, el P. Kentenich tuvo a su cargo la atención pastoral de la colonia alemana de esa ciudad. Regularmente, celebraba la ...
Carta Encíclica Fides Et Ratio

Carta Encíclica Fides Et Ratio

1. Tanto en Oriente como en Occidente es posible distinguir un camino que, a lo largo de los siglos, ha llevado a la humanidad a ...
Vivencias de Don Bosco

Vivencias de Don Bosco

  San Juan Bosco es uno de los santos más extraordinarios del santoral católico. Su amor a Jesús Eucaristía y  a la Virgen fueron las ...
Líbranos del maligno

Líbranos del maligno

Decía un escritor contemporáneo: Quitad a Dios del mundo y se llenará de ídolos. El santo cura de Ars decía: Quitad al sacerdote de una ...
Razones para creer

Razones para creer

El interrogante sobre la fe constituye el reto principal al que se enfrenta el mundo contemporáneo. ¿Existe o no existe Dios? Si existe, ¿planea por ...
Los Signos Sagrados

Los Signos Sagrados

Este pequeño libro ha estado en circulación unos diez años. Fue escrito para ayudar a abrir el mundo de la liturgia. Que el mundo nunca ...
Para mi, ¿Quién es Jesús?

Para mi, ¿Quién es Jesús?

Hace más de 500 años que el evangelio llegó a las tierras latinoamericanas. Con la espada del conquistador también vino la cruz de Jesús. Después ...
Juan Pablo II, Un papa al encuentro de los pueblos

Juan Pablo II, Un papa al encuentro de los pueblos

Karol Józef Wojtyła nace el 18 de mayo de 1920 en Wadowice, una pequeña aldea de Galitzia cerca de Cracovia, en el sur de Polonia ...
Para Liberarte de los Apegos y Obsesiones

Para Liberarte de los Apegos y Obsesiones

La vida está llena de cosas lindas, pero muchas veces no sabemos disfrutarlas. Uno de los vicios más frecuentes que no nos dejan ser felices ...
Las fuerzas de la decadencia

Las fuerzas de la decadencia

En Estados Unidos prácticamente se ha eliminado la palabra muerte del vocabulario corriente. Otro tanto sucede en Francia. En su lugar se usan eufemismos. En ...
Exhortación apostólica Evangelii Nuntiandi

Exhortación apostólica Evangelii Nuntiandi

Venerables hermanos y amados hijos: Salud y Bendición Apostólica 1. El esfuerzo orientado al anuncio del Evangelio a los hombres de nuestro tiempo, exaltados por la ...
El amor lo vence todo

El amor lo vence todo

En la solución de esta cuestión me esforcé por sostener el libre albedrío de la voluntad humana, pero ha vencido la gracia de Dios (Retr ...
Para Salvarte

Para Salvarte

Doy gracias a Dios por la gran difusión que este libro está teniendo, tanto entre jóvenes como entre casados, entre obreros y entre estudiantes. Aunque ...
Sobre El Anticristo

Sobre El Anticristo

Capítulo III de "El fin del tiempo", Barcelona, Herder, 1984. Cualquier lenguaje teológico es susceptible de una interpretación metafísica, puesto que, en tanto que símbolo, ...
0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta