El Poder y La Gloria

Graham Greene

Primera Parte

I El puerto

Mr. Tench salió a buscar el otro cilindro, afuera, bajo el sol llameante de Méjico y el polvo blanquecino. Unos cuantos zopilotes se asomaron desde el tejado con apática indiferencia; todavía no era él una carroña. Un vago sentimiento de rebeldía sacudió su corazón; se destrozó las uñas al arrancar un pedrusco del suelo, que arrojó a las aves. Una de ellas partió aleteando sobre la ciudad: sobre la plaza chiquitína; sobre el busto de un ex presidente, ex general, ex ser humano; sobre los dos tenderetes donde se vendía agua mineral; hacia el río y el mar. No encontraría nada, ya que los tiburones buscaban carroña por allí. Mr. Tench siguió atravesando la plaza.

Le dijo Buenos días a un hombre con pistola que estaba sentado en un cuadrito de sombra contra la pared. Pero allí no era como en Inglaterra: el hombre no dijo nada, tan sólo alzó la vista con malevolencia, como si jamás hubiera tenido trato con él, como si él no fuera quien puso el forro de oro en dos de sus muelas.

De todos modos esto no le hizo detenerse. Dejó atrás la Tesorería que antes fue iglesia, y se dirigió al muelle. A mitad de camino se le olvidó de pronto por qué había salido. ¿Por un vaso de agua mineral? Era cuanto se podía beber en estado de prohibición, excepto la cerveza; pero ésta era monopolio del Gobierno y demasiado cara, salvo en ocasiones especiales. Una horrible sensación de náusea le afligió el estómago. No podía ser agua mineral lo que necesitaba. Desde luego era el otro cilindro…; había llegado el barco. Sintió su alborozado silbido desde la cama después del almuerzo. Pasó ante la barbería y dos dentistas y alcanzó la orilla del río entre un almacén y la Aduana.

El río avanzaba lento cerca del mar entre los platanares; el General Obregón estaba amarrado y descargaba la cerveza; un centenar de cajas aparecían ya apiladas sobre el muelle. Míster Tench, de pie a la sombra de la Aduana, pensaba: “¿Por qué estoy aquí?” Perdía la memoria con el calor. Reunió la bilis y escupió con abandono al sol. Sentóse después sobre una caja y esperó. Nadie le había de visitar antes de las cinco.

El General Obregón estaba a unas treinta yardas. Con unos pies de barandilla deteriorada, un bote salvavidas, una campana colgada de una cuerda podrida, una lámpara de aceite en la serviola, parecía poder resistir dos o tres años más en el Atlántico si no se metía en una nortada del golfo. Ése, por supuesto, sería su final. En realidad no importaba: todos van asegurados automáticamente al comprar el pasaje. Media docena de pasajeros se apoyaban en la borda entre los pavos trabados y miraban el puerto: el almacén, las calles vacías y calcinadas con consultorios de dentistas y barberías.


Para activar la descarga es necesario una suscripción. Algunos libros requieren de una suscripción premium.

epub
epub
mobi
mobi
pdf
pdf


Adquiere una suscripción

¿Ya tienes una suscripción?

Ingresa aquí:


DETALLES DE ESTE LIBRO


Más de este autor/tema


Los comediantes

Los comediantes

Si pienso en los grises monumentos que conmemoran en Londres a generales ecuestres, héroes de las guerras coloniales y políticos de levita aún más profundamente ...
Juan Pablo II, ¡Santo!

Juan Pablo II, ¡Santo!

Para todos nosotros, católicos, el domingo 27 de abril de 2014 quedará en la historia como una fecha memorable. Junto con el Beato Juan XXIII, ...
Relato de un exorcismo

Relato de un exorcismo

El extraño caso que aquí se cuenta, resulta extraño incluso para mí mismo. Y si me fue resultando menos extraño fue porque se fue desplegando ...
Santa Faustina Kowalska

Santa Faustina Kowalska

La vida humilde y sencilla de Faustina Kowalska que nació en Swinice (Polonia) y en el Bautismo recibió el nombre de Elena, no es muy ...
Orar con el Evangelio de Marcos

Orar con el Evangelio de Marcos

Dios es Palabra de vida “En el pasado muchas veces y de muchas formas habló Dios a nuestros padres por medio de los profetas. En ...
El herrero de Wooton Major

El herrero de Wooton Major

Había una vez un pueblo, no hace mucho tiempo para los de buena memoria, ni muy distante para los de largas zancas. Llevaba el nombre ...
Carta Encíclica "SACRA VIRGINITAS"

Carta Encíclica «SACRA VIRGINITAS»

La santa virginidad en la Iglesia de Cristo La santa virginidad y la castidad perfecta, consagrada al servicio divino, se cuentan sin duda entre los ...
Las cartas de San Pablo

Las cartas de San Pablo

Ya escribí unas meditaciones sobre los evangelios. Ahora quiero ofrecer a mis lectores algo de la inmensa riqueza espiritual que nos ofrece san Pablo en ...
Jesús Está Vivo

Jesús Está Vivo

Es imposible dejar de hablar de lo que se ha visto y oído. Es justo, digno y necesario, levantar la voz a todo el mundo ...
Sacerdote para Siempre

Sacerdote para Siempre

En este libro queremos hablar de la grandeza del sacerdocio católico. Por supuesto que los sacerdotes son hombres, nacidos de familias comunes y corrientes, que ...
Devocionario de 1931

Devocionario de 1931

La religión cristiana está extendida por todo el mundo y a ella debemos nuestra civilización. Saber, pues, lo que es dicha religión es asunto que ...
Breve guía del examen diario de conciencia

Breve guía del examen diario de conciencia

No se puede negar que el examen diario de conciencia, para muchos de los que lo practican, probablemente para la mayoría resulta un ejercicio pesado ...
El taller del orfebre

El taller del orfebre

El taller del orfebre se publicó por primera vez en 1960 en la revista Znak, bajo el pseudónimo de Andrzej Jawien. Se engañaría quien viera ...
Santo Padre Pío de Pietrelcina

Santo Padre Pío de Pietrelcina

El Padre Pío de Pietrelcina que se llamó Francesco Forgione, nació en Pietrelcina, en un pequeño pueblo de la provincia de Benevento, el 25 de ...
La bancarrota del liberalismo y el catolicismo liberal

La bancarrota del liberalismo y el catolicismo liberal

Dando una mirada a todo el mundo civilizado, vemos brotar de los acontecimientos que van realizándose dos verdades en apariencia contradictorias y en realidad unidas ...
Sobre la muerte y los moribundos

Sobre la muerte y los moribundos

Cuando me preguntaron si querría escribir un libro sobre la muerte y los moribundos, yo acepté el reto con entusiasmo. A la hora de la ...
La conversión de Alexis Carrel

La conversión de Alexis Carrel

Alexis Carrel, Premio Nobel de Medicina, nació el 28 de junio de 1873 en Sainte-Foy-lès-Lyon, Francia. Su padre murió cuando Alexis era todavía muy pequeño ...
Didaché o Didaje

Didaché o Didaje

Hay dos caminos: uno de la vida, y otro de la muerte; pero muy grande es la diferencia entre los dos caminos. El camino de ...
Memoria e Identidad

Memoria e Identidad

 Traducción de Bogdan Piotrowski Nota del editor El siglo xx ha sido testigo de acontecimientos históricos que han marcado un cambio decisivo en la ...
La frontera de Dios

La frontera de Dios

Amigo Editor: No me quedo tranquilo si no escribo estas líneas. Necesito decir un par de cosas, y, aunque esto no se use, usted me ...
Principios fundamentales del pensamiento de Santo Tomás

Principios fundamentales del pensamiento de Santo Tomás

Hace setenta y cinco años, el 29 de junio de 1923, con motivo de la celebración del sexto centenario de la canonización de Santo Tomás ...
Catalina de Siena Vida y pasiones

Catalina de Siena Vida y pasiones

Catalina de Siena (1347-1380) no es, en nuestros días, una santa muy conocida fuera de la orden dominicana y el mundo reducido de los historiadores ...
Educar el carácter

Educar el carácter

Donde haya un árbol que plantar, plántalo tú. Donde haya un error que enmendar, enmiéndalo tú. Donde haya un esfuerzo que todos esquivan, hazlo tú ...
Exhortación Apostólica Ecclesia in America

Exhortación Apostólica Ecclesia in America

1. La Iglesia en América, llena de gozo por la fe recibida y dando gracias a Cristo por este inmenso don, ha celebrado hace poco ...
¿Dios existe?

¿Dios existe?

¿Dios existe?: he ahí la que seguramente es la pregunta más profunda y trascendente de la filosofía. En efecto, la filosofía, sea desde una u ...
¿Es razonable ser creyente?

¿Es razonable ser creyente?

He pasado toda mi vida en tensión, como un arco; pero nunca he sabido a dónde apuntar y lanzar la flecha. Jean Serment Este libro ...
Mensaje de Misericordia de Jesucristo al mundo actual

Mensaje de Misericordia de Jesucristo al mundo actual

Saludamos con sumo gusto la presente iniciativa inspirada por el caritativo y laudable deseo de divulgar aún más el conocimiento del diario de Santa Faustina ...
Vegetarianos, imperialistas y otras plagas: Artículos 1907

Vegetarianos, imperialistas y otras plagas: Artículos 1907

Con Vegetarianos, imperialistas y otras plagas continuamos la publicación de la enorme colección de artículos que Chesterton escribió para el semanario Illustrated London News, desde ...
Abba Padre

Abba Padre

Estas páginas quieren invitarlo a adorar a Dios y agradecerle rendidamente sus bondades. ¿Cuál puede ser la causa de este afán? Quisiera responder con san ...
Vida Nueva

Vida Nueva

Vamos hablando directo y honestamente: esta obra fue escrita para ti. Sí, ¡para ti! Con la esperanza de ayudarte a ser feliz y gozar de la ...
Carta a las Familias del Papa San Juan Pablo II

Carta a las Familias del Papa San Juan Pablo II

1. La celebración del Año de la familia me ofrece la grata oportunidad de llamar a la puerta de vuestros hogares, deseoso de saludaros con ...
0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta