El hombre eterno

Gilbert Keith Chesterton

PRÓLOGO

En algún pasaje de su suculenta Autobiografía. Chesterton nos confiesa que su acercamiento a la Iglesia católica fue primeramente una expresión de curiosidad. La execración de la Iglesia se había convertido en el pasatiempo predilecto de los intelectuales de su época: tanta unanimidad en el vituperio acabó provocando en su temperamento inquisitivo un movimiento de rechazo. Una institución humana que concitaba tan ardorosos ataques y, sin embargo, lograba revestirlos debía, sin duda, estar animada por un fuego divino. Chesterton se preocupó de indagar la naturaleza de tales ataques, descubriendo en todos ellos un fondo de enconada falsedad: también descubrió —al principio con perplejidad, luego con rendido entusiasmo— que en la naturaleza íntima de la Iglesia latía un meollo de Verdad que en el transcurso de los siglos no había logrado agostar, un meollo de Belleza antigua y eternamente renovada que acabaría subyugándolo. Chesterton descubre que la única herejía que su época no admite es la ortodoxia: descubre que el catolicismo es la única religión que nos libera de la «degradante esclavitud de ser hijos de nuestro tiempo», esto es, de sus modas perecederas y de su tumulto de banalidades y tópicos enquistados.

Y esa curiosidad hacia lo que sus contemporáneos denigraban sumariamente, incapaces de taladrar la mugre de los prejuicios, acabaría convirtiéndose en un deslumbramiento. Los hombres de su tiempo coincidían en caracterizar la Iglesia como una suerte de cárcel del intelecto: Chesterton no tardaría en comprobar que, más bien al contrario, era un ameno prado donde la libertad del hombre podía retozar a su gusto con alborozo casi infantil. Así, lo que había empezado siendo una suerte de desplante o insumisión ante el pensamiento dominante de su época acabaría convirtiéndose en una jubilosa expedición en pos de la Verdad. Y la crónica de esa expedición, narrada en un puñado de libros que concilian la intención apologética con el esplendor verbal y los primores del ingenio y la paradoja, conforma uno de los edificios más imperecederos de la literatura del siglo XX.

Este libro que ahora acometes, querido lector, quizá sea el pináculo que remata tan hermoso edificio: pero es, al mismo tiempo, el basamento en que se funda su robusta piedra angular. En Chesterton, la gracia de la expresión nunca se alcanza en detrimento de la hondura del pensamiento: ambas forman una aleación que hace de su escritura un festín de la inteligencia y una exultante experiencia estética. En Chesterton descubrimos, en fin, que belleza y Verdad constituyen una amalgama indisociable: y alcanzar esa íntima comunión, que es la exigencia máxima del artista, es también la exigencia máxima del católico. El hombre eterno, publicado originariamente en 1925, nace de la vocación polemista que incendió los días de Chesterton. Unos pocos años antes, Herbert George Wells había entregado a las imprentas un muy voluminoso ensayo titulado Esquema de la Historia (The Outline of History), que, como casi todos los suyos, obtuvo un éxito instantáneo y multitudinario. En ese ensayo, Wells considera al hombre un resultado casi aleatorio de la evolución; al reparar en la figura de Jesús. Wells lo caracteriza como una criatura mortal, sin duda determinante para el destino posterior de la Humanidad, como en otras épocas lo serían Mahoma o Buda, fundadores de religiones que se habrían limitado a dar forma a un impulso humano que, para Wells, es quimérico y prescindible. Las tesis materialistas de Wells ya habían sido combatidas en la prensa por escritores católicos de la talla de Belloc: pero sería Chesterton quien se encargaría de elaborar una refutación en toda regla, proponiendo su propio «bosquejo de la Historia» en un libro que, rehuyendo las erudiciones de enciclopedia o almanaque que lastraban el mamotreto de Wells, fundaba su argumentación sobre dos tesis subversivas para la época (en realidad, subversivas para cualquier época, de ahí la eterna novedad del cristianismo): la unicidad de la criatura llamada hombre y la unicidad del hombre llamado Jesús.

Como suele ocurrir en Chesterton, su capacidad persuasiva disuelve sofismas y especulaciones con una fuerza irradiadora fundada en el sentido común. En su narración de los acontecimientos que jalonan la existencia del hombre sobre la tierra. Wells había actuado como un novelista a quien desagrada el protagonismo de su relato y no llega a penetrar su naturaleza más íntima. El hombre, según Chesterton, no es el fruto de una evolución, sino de una revolución: y para mejor explicar este aserto, nos lleva de la mano al interior de las cavernas que habitaron nuestros antepasados. Lo que encontramos en dichas cavernas —unas pinturas rupestres realizadas no sólo por la mano del hombre, sino por la mano de un verdadero artista— rebate esas hipótesis evolucionistas que lo enmarañan y complican todo para que no podamos comprender la verdad, la sencilla y escueta verdad. Aunque hubiésemos sido adoctrinados en las más ortodoxas teorías evolutivas, llegaríamos a la conclusión de que esas mismas pinturas nunca las habría podido concebir ni realizar un animal. Podríamos fatigar el entero atlas, pero jamás encontraríamos una línea trazada con intención artística por la garra de un animal. Resulta chocante que los hombres de las cavernas, tan alejados de nosotros en el tiempo, sean al mismo tiempo tan cercanos a nosotros; y que bestias tan cercanas a nosotros en el tiempo, como el chimpancé o el gorila, sean a su vez tan lejanas. El arte es la firma del hombre, el rasgo exclusivo de su personalidad.

El hombre —sostiene Chesterton— no puede ser considerado sino como una criatura absolutamente independiente y singular respecto a las demás criaturas. La señal más evidente de su misteriosa singularidad, la prueba de que no es el producto de un mero continuo evolutivo, es el impulso artístico.


Para activar la descarga es necesario una suscripción. Algunos libros requieren de una suscripción premium.

epub
epub
mobi
mobi
pdf
pdf


Adquiere una suscripción

¿Ya tienes una suscripción?

Ingresa aquí:


DETALLES DE ESTE LIBRO


Más de este autor/tema


El Hombre que sabía demasiado

El Hombre que sabía demasiado

Harold March, el nuevo y renombrado periodista político, paseaba con aire decidido por una meseta en la que, desde hacía tiempo, se iban sucediendo por ...
Biografía de San Francisco de Asís

Biografía de San Francisco de Asís

El siglo XIII se abre con el resplandor de un sol que lo ilumina y que se proyectará en los siglos posteriores. En ese siglo ...
El Club De Los Negocios Raros

El Club De Los Negocios Raros

Se diría que Rabelais, o su fantástico ilustrador, Gustave Doré, han tenido algo que ver en la creación y trazado de los pisos de las ...
El escándalo del padre Brown

El escándalo del padre Brown

No sería honesto contar las aventuras del padre Brown sin admitir que una vez estuvo envuelto en un gran escándalo. Todavía existen personas, quizás entre ...
El fin de una época

El fin de una época

Este volumen es el primero de una larga serie que, si Dios nos da vida y salud, nos hemos propuesto firmemente publicar, como iniciativa del ...
El Napoleón de Notting Hill

El Napoleón de Notting Hill

Observaciones preliminares sobre el arte de la profecía El género humano, al que muchos de mis lectores pertenecen, ha jugado desde siempre a juegos de ...
Por qué soy católico

Por qué soy católico

En los primeros meses de 1922, Frances Chesterton advirtió que su marido, Gilbert, se encontraba muy nervioso. Sabía que semejante estado era habitual en él ...
Relatos de Gilbert Keith Chesterton

Relatos de Gilbert Keith Chesterton

El padre Brown no se sentía con ánimo aventurero. Recientemente había enfermado por exceso de trabajo y cuando empezó a recuperarse, su amigo Flambeau lo ...
El regreso de Don Quijote

El regreso de Don Quijote

Había mucha luz en el extremo de la habitación más larga y amplia de la Abadía de Seawood porque en vez de paredes casi todo ...
La sabiduría del padre Brown

La sabiduría del padre Brown

La consulta del doctor Orion Hood, el eminente criminólogo y especialista en ciertos desordenes morales, tenía vista al mar y estaba situada en Scarborough. Desde ...
Manalive

Manalive

Manalive trata la eterna lucha del hombre científico empirista enfrentado al hombre religioso metafísico. El cálculo sobre la realidad contra lo mágico de la realidad ...
El Hombre Común

El Hombre Común

La explicación o la excusa de este ensayo se encontrará en cierta idea que a mí me resulta clarísima, pero que en realidad nunca vi ...
Tres relatos del padre Brown

Tres relatos del padre Brown

Max Pemberton expone el enigma del caso Donnington El siguiente relato sobre el caso Donnington ha sido escrito según las notas originales que tomó el ...
El hombre que fue jueves

El hombre que fue jueves

El barrio de Saffron Park —Parque de Azafrán— se extendía al poniente de Londres, rojo y desgarrado como una nube del crepúsculo. Todo él era ...
Vegetarianos, imperialistas y otras plagas: Artículos 1907

Vegetarianos, imperialistas y otras plagas: Artículos 1907

Con Vegetarianos, imperialistas y otras plagas continuamos la publicación de la enorme colección de artículos que Chesterton escribió para el semanario Illustrated London News, desde ...
Carta Encíclica Laborem Exercens

Carta Encíclica Laborem Exercens

Con su trabajo el hombre ha de procurarse el pan cotidiano, contribuir al continuo progreso de las ciencias y la técnica, y sobre todo a la ...
El secreto del Padre Pío

El secreto del Padre Pío

ALI AGCA Y LA «NIÑA» DEL PADRE PÍO Los historiadores son parciales (...). La verdadera historia no existe. Sólo la historia sagrada puede llamarse verdadera ...
La Penitencia

La Penitencia

DATOS BIOGRÁFICOS San Ambrosio es uno de los cuatro grandes doctores de la Iglesia Occidental, juntamente con San Jerónimo, San Agustín y San Gregorio Magno ...
La corrección y La Gracia

La corrección y La Gracia

1. Después de leer, queridísimo hermano Valentino y amigos que servís juntamente al Señor, la carta que me enviasteis por medio del hermano Floro y de ...
La Teología de Joseph Ratzinger

La Teología de Joseph Ratzinger

A mis alumnos «Ratzinger es sin duda uno de los teólogos más conocidos y más discutidos del siglo XX», ha afirmado un autor italiano. Y ...
¡El Infierno es Eterno!

¡El Infierno es Eterno!

  Querido lector, tiene usted en sus manos un libro, que puede llegar a salvar miles de almas. Nuestro Señor Jesucristo hablo claramente del infierno, ...
El amor y otras idioteces

El amor y otras idioteces

Estamos en las primeras décadas del siglo XIII. En Teruel suenan campanas de boda; es el sonido que recibe a un caballero que, exhausto, llega ...
Historia sencilla de la filosofía

Historia sencilla de la filosofía

Quizá ningún sector de la cultura resulte tan refractario a ser resumido de una forma breve y clara como el de la filosofía en su ...
Así ama Él

Así ama Él

Conocer a Jesús  ¡Conocer y dar a conocer a Jesús! ¡Conocerlo y darlo a conocer todo lo más que se pueda! He aquí la suprema ...
Energía y pureza

Energía y pureza

En los años de estudiante iba yo frecuentemente de excursión a un lago de las montañas. Sobre el espejo cristalino del agua bailaba jugueteando un ...
La Nube del No Saber

La Nube del No Saber

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Cualquiera que seas el que tiene en sus manos este libro, has de ...
La Fortaleza de los Débiles

La Fortaleza de los Débiles

LA buena nueva que Jesús de Nazaret anunció hace veinte siglos, sigue desafiando en su sencillez la lógica de los hombres. ¿En qué cabeza cabe ...
La cólera de las rosas

La cólera de las rosas

Hablando brutalmente hay tres clases de gente en este mundo. La primera clase de gente es el Pueblo; posiblemente integra la clase más amplia y ...
El peregrino ruso

El peregrino ruso

  Por la gracia de Dios soy hombre y soy cristiano; por mis actos, gran pecador; por estado, peregrino de la más baja condición, andando siempre ...
Biblia, Fe, Vida

Biblia, Fe, Vida

 No es lo mismo leer un libro de poesías, que de historia o una novela, una obra de teatro, una carta o un código de ...
María Madre Nuestra

María Madre Nuestra

Este es un libro dedicado a la Virgen María. En él deseo expresarle mi cariño, que viene desde mi más tierna infancia. Por experiencia puedo ...
Teología de la Tierra I y II

Teología de la Tierra I y II

Dos amigos, que viven en dos mundos diferentes de esta misma tierra americana, han dedicado años de su vida para trabajar en la teología y ...
Caminando por Roma

Caminando por Roma

Nostradamus, que en muchas de sus profecías se reveló como un gran adivino, a Dios gracias se equivocó al predecir el fin del mundo para ...
Libros proféticos

Libros proféticos

El libro que tienes entre tus manos forma parte de la colección de manuales «Introducción al estudio de la Biblia», editados por Verbo Divino. Dada ...
Escritos marianos selectos

Escritos marianos selectos

Hace más de treinta años, cuando vivíamos los fervores del posconcilio, y cuando el nacionalcatolicismo ya quebraba, escribí un libro sobre La Iglesia, memoria y ...
Oraciones a La Santísima Virgen María

Oraciones a La Santísima Virgen María

¡María! ¡María! ¡Dulcísima María, Madre querida y poderosa Auxiliadora mía! Aquí me tienes; tu voz maternal ha dado nuevos bríos a mi alma y anhelosa ...
La Actualidad de María

La Actualidad de María

No ha sido tarea fácil realizar esta selección de textos marianos del P. José Kentenich. En primer lugar, debido a su incontable cantidad y, por ...
El Fundador del Opus Dei, partes I, II y III

El Fundador del Opus Dei, partes I, II y III

¿Qué es una biografía? Biografía, en sentido estricto, es la narración de una vida singular; y, como género científico, cae plenamente dentro del ámbito de ...
Al pie de La Cruz o Los Dolores María

Al pie de La Cruz o Los Dolores María

Diez años ha ya que tracé el primer bosquejo de esta obra en San Wilfrido, durante el verano de 1847; y aunque de entonces acá ...
365 días con Juan Pablo II

365 días con Juan Pablo II

Karol Wojtyla nace en Wadowice, a 50 kilómetros de Cracovia, el 18 de mayo de 1920. Tras el bachillerato, huérfano de madre, se muda con ...
El Antiguo Testamento Tomo I

El Antiguo Testamento Tomo I

PRIMERAMENTE he visto levantarse delante de mi vista un espacio inmenso lleno de luz y dentro de ese espacio de luz, muy arriba, como un ...
“Despertares”

“Despertares”

“EL FINAL DE NUESTROS MUNDOS” “Cuando Él escuchó que Juan había sido arrestado, se retiró a Galilea. El dejó Nazareth y se fue a vivir ...
¡Bendita entre las mujeres!

¡Bendita entre las mujeres!

Sin lugar a dudas, la Virgen María ocupa en nuestra fe cristiana católica, un lugar único e insustituible. Es la Madre de Jesús, el Hijo ...
Sobre la Santa Misa

Sobre la Santa Misa

Reúnense aquí las contemplaciones referentes al santo sacrificio de la Misa, reproducción genuina del Calvario, donde Jesús se ofreció expiatoriamente por la humanidad caída, sobre ...
Memoria e Identidad

Memoria e Identidad

 Traducción de Bogdan Piotrowski Nota del editor El siglo xx ha sido testigo de acontecimientos históricos que han marcado un cambio decisivo en la ...
0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta