Madre Esperanza

José María Zavala

PRESENTACIÓN

EL MIRADOR DE LA MISERICORDIA

Hace no mucho tiempo, un hermano mío, padre de tres hijos, me comentaba: “Lo importante no es tener un hijo, sino hacerlo crecer bien; lo importante no es plantar un árbol, sino regarlo y cuidarlo para que produzca su fruto; lo importante no es escribir un libro, sino hacerlo de manera que alguien lo lea”.

El libro que el lector tiene ahora en sus manos es de los que se leen muy bien, casi diría que se devora. Con una peculiaridad: no es un libro de aventuras, ni de crónicas o relatos históricos, ni de ciencia ficción. Con sumo agrado he aceptado por eso la petición de su autor para presentarlo.

Tengo la impresión de que José María Zavala, entretejiendo la vida extraordinaria de la Beata Madre Esperanza de Jesús Alhama Valera, nos ayuda a “abrir ventanas”. Las ventanas se abren para oxigenar la casa, darle luz, ver horizontes.

La tecnología de los medios de comunicación nos ha acostumbrado a tener acceso a una cantidad enorme de datos, noticias, imágenes o intercambios con una velocidad cada vez más sorprendente.

Con este libro nos asomamos ahora, casi con una sensación de vértigo, a un tipo de ventanas diferente, que dilatan nuestra vista sobre un panorama al que estamos poco acostumbrados hoy en día a contemplar: el horizonte de lo sobrenatural, lo que está más allá de todo lo que vemos, escuchamos y percibimos. Ventanas abiertas al gran misterio que se nos descubre como un infinito Amor, y que es mucho más fuerte y victorioso al final que otro misterio, el del mal, donde el “tiñoso” libra su enconada batalla.

Podemos afirmar que la Madre Esperanza ha sido una ventana abierta de par en par, a través de la cual Dios ha hecho resplandecer la luz increíble de su Amor Misericordioso en nuestro tiempo.

Pertenezco a la Congregación de los Hijos del Amor Misericordioso, fundada por la Madre Esperanza, a quien conocí el 15 de octubre de 1962, cuando tenía yo poco más de diez años, y traté hasta el mismo día en que dejó este mundo, el 8 de febrero de 1983.

Leyendo ahora este libro, regreso con la mirada del corazón a aquellos años y, con el enfoque más nítido que la distancia me proporciona, reparo en que he vivido, sin ser casi consciente de ello, en una atmósfera muy extraordinaria pero envuelta al mismo tiempo en un ritmo de vida en apariencia de lo más normal. Entiendo mejor así, a partir de esta experiencia, la dificultad que tuvo el pueblo de Nazaret para percibir el misterio que encerraba aquel “hijo del carpintero”. Y es que, a veces, lo sobrenatural y extraordinario parece tan natural y ordinario que su paso requiere una atención especial. Porque, como decía aquel viejo rabino, a Dios le gusta esconderse para que le busquemos, como hacen los niños cuando juegan al escondite.

La Madre Esperanza, y con ella otros grandes santos en cuya compañía el autor de esta obra nos la introduce, empezando por San Pío de Pietrelcina, tuvo acceso a este portentoso misterio; o como ella misma solía decir: “El Buen Jesús corría la cortina y se dejaba ver”… ¡Y qué angustia cuando Él “se escondía”! Me recuerda a los sublimes versos de San Juan de la Cruz: “¿A dónde te escondiste, Amado, y me dejaste con gemido?”.

Alguien dirá que todo esto es muy opinable y que puede ser fruto incluso de la sugestión. Pero habrá también quienes aleguen que la Iglesia, con gran sabiduría, es muy cautelosa al valorar lo extraordinario de lo que llamamos “milagros”. Es bueno que así sea, para no extraer conclusiones precipitadas en un terreno resbaladizo como este. Y es verdad que la Iglesia, para valorar la santidad de una persona, se fija antes de nada en lo extraordinario, no de los milagros, sino de las virtudes vividas de manera “heroica”.

Pero también es cierto que, tras reconocer las “virtudes heroicas” para que a una persona se la considere “beata” o “santa” y pueda ser venerada por los fieles, exceptuado el caso del martirio, la Iglesia requiere que Dios “ponga la firma”, obrando un milagro por intercesión de la santa o del santo en cuestión.

En el caso de la Madre Esperanza, así ha sucedido para su beatificación, y José María Zavala lo relata con todo detalle.

A partir de este reconocimiento oficial, que otorga “credibilidad” evangélica a este gran apóstol de la Misericordia de Dios, podemos extender la misma credibilidad a otros muchos signos extraordinarios que Dios, Padre de infinito Amor, ha obrado en su vida.

José María Zavala, habiendo tenido acceso a la documentación fidedigna de muchos testigos, recogida en la Positio Super Virtutibus del proceso de canonización de la Madre Esperanza, o escuchando de viva voz a numerosos supervivientes que convivieron con la Beata durante años enteros, nos ofrece un recorrido impresionante por esta frontera de lo invisible, donde el Amor de Dios cruza el camino de nuestra experiencia humana para ayudar, iluminar, perdonar, sanar y consolar “como un Padre bueno y una tierna Madre”, tal y como diría la Madre Esperanza.

No creo que sea una casualidad que este libro se publique para el gran público, precisamente en el Año Jubilar de la Misericordia, deseado vivamente por el Papa Francisco para fijar nuestra mirada en el Amor del Padre del Cielo, manifestado en el rostro misericordioso de su Hijo Jesús, y aprender de Él, como hijos suyos que somos, a ser misericordiosos entre nosotros.

La Madre Esperanza, en su singularidad como mujer con profundo sentido de Iglesia, solía decir que la santidad no consiste en hacer milagros sino en realizar actitudes concretas de vida agradables a Dios y atentas siempre a las necesidades de los hombres. Pero añadía que Dios hace sus milagros, por intercesión de los santos, para demostrar su presencia viva en la historia y despertar o reavivar la fe de quienes la tienen adormecida o muerta del todo.

Ojalá que muchos, tras leer estas páginas, se dejen abrazar por el Amor de Dios que, en palabras de la Madre Esperanza, “quiere la felicidad de sus hijos, y les sigue y busca con un amor incansable, como si no pudiese ser feliz sin ellos”; ya que “el hombre más perverso, más abandonado y miserable, es amado por Él con una ternura inmensa”.

¿No es esta, acaso, la certeza más consoladora que todos necesitamos, la única que puede darnos paz y transformar nuestras vidas?

Collevalenza, a 8 de septiembre de 2016,

Año Jubilar de la Misericordia

P. Aurelio Pérez García

Hijo del Amor Misericordioso


Para activar la descarga es necesario una suscripción. Algunos libros requieren de una suscripción premium.

epub
epub
mobi
mobi
pdf
pdf


Adquiere una suscripción

¿Ya tienes una suscripción?

Ingresa aquí:


DETALLES DE ESTE LIBRO


Más de este autor/tema


Papas

Papas

FECHA: AÑO 1939. Pío XII inició las excavaciones arqueológicas bajo las grutas vaticanas para verificar si los restos de Pedro estaban allí, algo que ninguno ...
Las páginas secretas de la historia

Las páginas secretas de la historia

Un paseo de la mano por la Historia Los hechos y las fechas son el esqueleto de la Historia; las costumbres, las ideas y los ...
El cuarto vidente de Fátima

El cuarto vidente de Fátima

LAS PIEZAS SUELTAS Fátima encierra aún hoy, más de un siglo después de las apariciones, personajes y hechos muy desconocidos, pero cuya trascendencia no debe ...
El secreto mejor guardado de Fátima

El secreto mejor guardado de Fátima

FÁTIMA, UN SIGLO DESPUÉS Todos los hombres de la Historia que han hecho algo con el futuro tenían los ojos fijos en el pasado. G ...
El Santo: La revolución del padre Pío

El Santo: La revolución del padre Pío

Este nuevo libro no habría sido posible sin la inspiración ni el permiso previo del Padre Pío, quien a buen seguro lo empleará como instrumento ...
Los Méritos de la Vida

Los Méritos de la Vida

Vi un Hombre tan alto que alcanzaba la cumbre de las nubes del cielo y llegaba hasta las profundidades del abismo, de tal forma que ...
Carta apostólica Mane nobiscum Domine

Carta apostólica Mane nobiscum Domine

1. «Quédate con nosotros, Señor, porque atardece y el día va de caída» (cf.Lc 24,29). Ésta fue la invitación apremiante que, la tarde misma del día ...
Florecillas de san Francisco de Asís

Florecillas de san Francisco de Asís

Primeramente se ha de considerar que el glorioso messer San Francisco, en todos los hechos de su vida, fue conforme a Cristo bendito; porque lo ...
Apocalípsis Stefano Gobbi

Apocalípsis Stefano Gobbi

Hijos predilectos, hoy es vuestra Pascua. Vividla en intimidad de vida con Jesús, vuestro Hermano, que os ha asociado personalmente al ejercicio de su Sumo ...
Didaché o Didaje

Didaché o Didaje

Hay dos caminos: uno de la vida, y otro de la muerte; pero muy grande es la diferencia entre los dos caminos. El camino de ...
Cinco defensores de la fe y la razón

Cinco defensores de la fe y la razón

LA filosofía tiene cada vez peor reputación. Si un estudiante muestra un interés verdadero por esta disciplina, sus compañeros y amigos le tendrán lástima, se ...
Breve guía del examen diario de conciencia

Breve guía del examen diario de conciencia

No se puede negar que el examen diario de conciencia, para muchos de los que lo practican, probablemente para la mayoría resulta un ejercicio pesado ...
Juan Pablo II, ¡Santo!

Juan Pablo II, ¡Santo!

Para todos nosotros, católicos, el domingo 27 de abril de 2014 quedará en la historia como una fecha memorable. Junto con el Beato Juan XXIII, ...
Cuentos

Cuentos

Si bien es en la faceta novelística donde más ha destacado Dostoievski, no es menos cierto que el género del cuento, el periodismo, el relato, ...
Beata Teresa de Calcuta

Beata Teresa de Calcuta

En la segunda mitad del siglo que acaba de quedar atrás, y convocado por un joven papa octogenario, hubo un Concilio ecuménico cuyo objetivo se ...
Carta Encíclica Humanae Vitae

Carta Encíclica Humanae Vitae

A LOS  VENERABLES HERMANOS LOS PATRIARCAS, ARZOBISPOS, OBISPOS Y DEMÁS ORDINARIOS DE LUGAR EN PAZ Y COMUNIÓN CON LA SEDE APOSTÓLICA, AL CLERO Y A ...
Mujeres de luz

Mujeres de luz

NIÑA DE OJOS GRANDES «La vejez es la pérdida de la curiosidad». AZORÍN Siempre he sido curiosa… Tanto que hasta esa afición mía de quererme ...
El Hombre que sabía demasiado

El Hombre que sabía demasiado

Harold March, el nuevo y renombrado periodista político, paseaba con aire decidido por una meseta en la que, desde hacía tiempo, se iban sucediendo por ...
Tratado I sobre el Evangelio de San Juan

Tratado I sobre el Evangelio de San Juan

1. Cuando reparo en lo que hemos leído en el texto de la Epístola, que el hombre animal no puede entender las cosas que son ...
Pedir Perdón a Dios

Pedir Perdón a Dios

Un esbelto álamo propuso a los árboles del bosque un pensamiento lleno de orgullo: «Hermanos -les dijo-, bien sabéis que la tierra nos pertenece, porque ...
365 días con el Padre Pío

365 días con el Padre Pío

Al libro 365 días con el Padre Pío lo podríamos llamar «hermano mayor» del tan conocido y leído librito de bolsillo Buenos días. Buenos días, ...
Así ama Él

Así ama Él

Conocer a Jesús  ¡Conocer y dar a conocer a Jesús! ¡Conocerlo y darlo a conocer todo lo más que se pueda! He aquí la suprema ...
El secreto del Padre Pío

El secreto del Padre Pío

ALI AGCA Y LA «NIÑA» DEL PADRE PÍO Los historiadores son parciales (...). La verdadera historia no existe. Sólo la historia sagrada puede llamarse verdadera ...
San Camilo de Lelis (Ilustrado)

San Camilo de Lelis (Ilustrado)

La cuna de Camilo está rodeada de señales y hechos prodigiosos, con los que el cielo parece que quiso presagiar la misión del futuro apóstol ...
En el principio... la Palabra

En el principio… la Palabra

El crédito de la Palabra Isaías nos presenta a lo largo del capítulo 53 de su libro la figura del Mesías como siervo sufriente de ...
La Reconquista Espiritual de Tabasco en 1938

La Reconquista Espiritual de Tabasco en 1938

SI YO —un simple pecador que se deja aturdir por el vocerío de las pasiones— he sentido latir en mí, varias veces en mi vida, ...
Mística de la Persecución

Mística de la Persecución

Una tradición muy antigua, que se conserva hasta hoy en la Compañía de Jesús, cuenta que el santo fundador, como herencia para sus hijos, pidió ...
El amor y otras idioteces

El amor y otras idioteces

Estamos en las primeras décadas del siglo XIII. En Teruel suenan campanas de boda; es el sonido que recibe a un caballero que, exhausto, llega ...
La Actualidad de María

La Actualidad de María

No ha sido tarea fácil realizar esta selección de textos marianos del P. José Kentenich. En primer lugar, debido a su incontable cantidad y, por ...
Para mi, ¿Quién es Jesús?

Para mi, ¿Quién es Jesús?

Hace más de 500 años que el evangelio llegó a las tierras latinoamericanas. Con la espada del conquistador también vino la cruz de Jesús. Después ...
El Santo de Nuestro Mundo

El Santo de Nuestro Mundo

  La mayor parte de los días del calendario llevan nombres de personalidades de la historia cristiana, a los que acompaña un carácter especial de ...
YouCat Catecismo Joven

YouCat Catecismo Joven

Hoy os recomiendo la lectura de un libro poco común. Es poco común por su contenido y también por el modo como se elaboró. Y ...
Milagros de Jesús 1 y 2 (Ilustrado)

Milagros de Jesús 1 y 2 (Ilustrado)

Las bodas de Caná (Jn.2,2-12) HABIÉNDOSE celebrado unas bodas en Caná de Galilea, resulta que la Madre de Jesús estaba allí. Y pasando por allí ...
Dios Padre

Dios Padre

Hay 4 etapas en nuestro conocer al Padre: La razón nos habla de la existencia de Dios y nos dice que es Infinito, Eterno, Omnipotente, ...
Cristo y los Fariseos

Cristo y los Fariseos

Cosas que conocen todos Pero que nadie cantó (Martin Fierro) Toda la biografía de Jesús de Nazareth como hombre se puede resumir en esta fórmula: ...
0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta