La incredulidad del Padre Brown

Gilbert Keith Chesterton

La resurrección del padre Brown

Hubo un corto período en la vida del padre Brown durante el cual éste disfrutó o, mejor dicho, no disfrutó de algo parecido a la fama. Anduvo, por espacio de unos días, convertido en la sensación periodística: fue el tópico usual de las controversias de semanario; sus hazañas se comentaron con intensidad e inexactitud en el mundillo de cafés y tertulias, especialmente en América. Y, aunque pueda parecer extraño a las personas que lo conocieran, sus detectivescas aventuras llegaron incluso a dar materia a los relatos breves de los «magazines».

Por una extraña coincidencia, todo aquel brillo pasajero recayó en su persona cuando estaba en el más oscuro, o por lo menos el más apartado, de sus lugares de residencia. Pues se le había enviado a desempeñar un papel, entre misionero y párroco, en uno de aquellos países septentrionales de Sudamérica donde existen sectores que soportan inquietos la autoridad de las potencias europeas, o que amenazan de continuo con alzarse en repúblicas independientes bajo la gigantesca sombra del presidente Monroe. La población de estas regiones es de raza cobriza, morena y con pintas rosadas: quiero decir, que está integrada por hispanoamericanos y, en grado mayor aún, por criollos, a pesar de la infiltración continua y creciente de norteamericanos, ingleses, alemanes y demás. El trastorno parece haberse producido a raíz de la llegada de uno de dichos extranjeros. Una vez en tierra firme, sumido en la honda preocupación por la pérdida de una de sus maletas, se acercó al primer edificio que tenía a mano, que resultó ser nada menos que la casa de la misión con su capilla anexa. Recorría la fachada de dicho edificio una larga terraza y una también larga hilera de postes por los que trepaban oscuras y retorcidas lianas de hojas achatadas y enrojecidas por el otoño. En el interior del recinto se apreciaba asimismo, en hilera, cierto número de seres humanos, tan rígidos como los postes, cuyo color recordaba de algún modo al de las lianas. Pues mientras sus sombreros de ala ancha eran tan negros como sus ojos, abiertos sin la más leve sombra de pestañeo, la tez de casi todos ellos parecía tallada en la oscura madera de aquellos bosques transatlánticos. Fumaban en su mayor parte cigarros largos, delgados y negros; y bien se podría decir que en aquel grupo de fumadores lo único que se movía era el humo. Probablemente, el forastero les habría clasificado a todos como nativos, aun cuando algunos parecían enorgullecerse de su sangre española. Sin embargo, no era él la persona indicada para establecer distinciones sutiles entre españoles y cobrizos, y sí, más bien, para obviar, una vez percibidas las características que veía en los naturales del lugar, a quien hubiese clasificado como indígenas.

Nuestro personaje era un periodista de la ciudad de Kansas, hombre delgaducho, cabello claro y lo que Meredith habría llamado una ««nariz intrépida»; se podía presumir de ella que se abría camino tanteando los objetos y que se movía como la trompa de un oso hormiguero. Se apellidaba Snaith y sus padres, después de una concienzuda meditación, le pusieron por nombre de pila Saúl, hecho que, muy acertadamente, ocultaba cuando le era posible. Por cierto que había acabado por adoptar el nombre de Pablo, aunque por una razón que nada tenía que ver con la que indujera a hacerlo al Apóstol de los Gentiles. Por el contrario, de haber sido mayor su conocimiento de la materia, se habría dado cuenta de que el aspecto que mejor le cuadraba era el de perseguidor, pues consideraba a las religiones sistemáticas con cierto desprecio convencional, más fácil de aprenderse en Ingersoll que en Voltaire. Y el caso es que, vestido con tal característica secundaria de su personalidad, se enfrentó con la misión y el grupo estacionado ante la terraza. Algo, en su indiferencia e imposible comportamiento, inflamó su furia; y, al no obtener respuesta adecuada a sus primeras preguntas, empezó a preguntarse y a responder a todo por sí mismo.

Inmóvil en su sitio bajo el ardiente sol, figura impecable con su panamá y su espléndido traje, y aguantando con puño de hierro por el asa su bolsa de mano, comenzó a vociferar dirigiéndose a la pacífica concurrencia que permanecía a la sombra. Empezó a explicarles, en voz muy alta, la razón por la que eran perezosos, marranos, brutalmente ignorantes y más rebajados que los animales inmundos, en el supuesto caso de que ese problema hubiese podido ocupar alguna vez sus mentes. En su opinión, todo se debía a la nefasta influencia del clero, que tan miserablemente pobres les había hecho y tan sin esperanza les había oprimido, hasta hacer posible que se sentaran como lo estaban en la sombra, fumando y sin ocuparse de nada.

—¡Y que seáis una multitud poderosa y dúctil para ser embaucados por semejantes ídolos vanidosos, con sólo ir de acá para allá con sus mitras, sus tiaras, sus capas pluviales y demás parafernalia, mirándolo todo por encima del hombro como si fuese basura; embaucados, sí, por coronas, palios y paraguas santos, como cabritillos de saltimbanquis; sólo porque un pomposo y viejo Sumo Sacerdote de la Conchinchina se cree el dueño absoluto de la tierra! ¿Cuál es vuestra opinión? ¿Qué tenéis que añadir por vuestra cuenta, pobres inútiles? Ya os digo yo que por esta razón os quedáis rezagados en la barbarie y no sabéis ni leer, ni escribir, ni…


Para activar la descarga es necesario una suscripción. Algunos libros requieren de una suscripción premium.

epub
epub
mobi
mobi
pdf
pdf


Adquiere una suscripción

¿Ya tienes una suscripción?

Ingresa aquí:


DETALLES DE ESTE LIBRO


Más de este autor/tema


Por qué soy católico

Por qué soy católico

En los primeros meses de 1922, Frances Chesterton advirtió que su marido, Gilbert, se encontraba muy nervioso. Sabía que semejante estado era habitual en él ...
El escándalo del padre Brown

El escándalo del padre Brown

No sería honesto contar las aventuras del padre Brown sin admitir que una vez estuvo envuelto en un gran escándalo. Todavía existen personas, quizás entre ...
Autobiografía

Autobiografía

Doblegado ante la autoridad y la tradición de mis mayores por una ciega credulidad habitual en mí y aceptando supersticiosamente una historia que no pude ...
El fin de una época

El fin de una época

Este volumen es el primero de una larga serie que, si Dios nos da vida y salud, nos hemos propuesto firmemente publicar, como iniciativa del ...
Biografía de San Francisco de Asís

Biografía de San Francisco de Asís

El siglo XIII se abre con el resplandor de un sol que lo ilumina y que se proyectará en los siglos posteriores. En ese siglo ...
La cólera de las rosas

La cólera de las rosas

Hablando brutalmente hay tres clases de gente en este mundo. La primera clase de gente es el Pueblo; posiblemente integra la clase más amplia y ...
El hombre eterno

El hombre eterno

En algún pasaje de su suculenta Autobiografía. Chesterton nos confiesa que su acercamiento a la Iglesia católica fue primeramente una expresión de curiosidad. La execración ...
Herejes

Herejes

Herejes es Chesterton del mejor, pero se trata de una de sus primeras obras, y ha sido injustamente olvidada. Sin embargo, desde el primer momento ...
Manalive

Manalive

Manalive trata la eterna lucha del hombre científico empirista enfrentado al hombre religioso metafísico. El cálculo sobre la realidad contra lo mágico de la realidad ...
El secreto del padre Brown

El secreto del padre Brown

Flambeau, que en un tiempo fue el criminal más famoso de Francia y más tarde detective privadísimo en Inglaterra, hacía ya, por el presente, bastante ...
El Club De Los Negocios Raros

El Club De Los Negocios Raros

Se diría que Rabelais, o su fantástico ilustrador, Gustave Doré, han tenido algo que ver en la creación y trazado de los pisos de las ...
La eugenesia y otras desgracias

La eugenesia y otras desgracias

Publico hoy estos artículos por un motivo especial, relacionado con la presente situación; motivo que quiero subrayar y dejar bien claro. La mayoría de las ...
La esfera y la cruz

La esfera y la cruz

La nave voladora del profesor Lucifer silbaba atravesando las nubes como dardo de plata; su quilla, de límpido acero, fulgía en la oquedad azul oscuro ...
Lo que está mal en el mundo

Lo que está mal en el mundo

Todo libro de investigación social moderna tiene una estructura de algún modo muy definida. Empieza por regla general con un análisis, con estadísticas, tablas de ...
Relatos de Gilbert Keith Chesterton

Relatos de Gilbert Keith Chesterton

El padre Brown no se sentía con ánimo aventurero. Recientemente había enfermado por exceso de trabajo y cuando empezó a recuperarse, su amigo Flambeau lo ...
Arte de bien morir

Arte de bien morir

Quien haya leído y meditado con espacio y devoción los cuatro opúsculos del Cardenal Belarmino que llevamos ya impresos, tiene mucho adelantado para la inteligencia ...
Carta Encíclica Veritatis Splendor

Carta Encíclica Veritatis Splendor

1. Llamados a la salvación mediante la fe en Jesucristo, «luz verdadera que ilumina a todo hombre» (Jn 1, 9), los hombres llegan a ser «luz ...
Jesús y su sombra

Jesús y su sombra

Mis experiencias de estos últimos años se caracterizan por los claroscuros. O, mejor, por la conciencia creciente de los contrastes, entrecruzamientos y superposiciones de las ...
Entre el brocal y la fragua

Entre el brocal y la fragua

Cuando chico, muchas veces me tocó ir y venir del pozo al eucalipto, y de éste al pozo, montado en un petizo que, a lazo ...
La nación por construir

La nación por construir

La Nación por construir, es decir, el esfuerzo de llevar adelante un proyecto colectivo a través del trabajo de la comunidad en toda su diversidad ...
Mis encuentros con María

Mis encuentros con María

He aquí en tus manos un pequeño y sencillo libro que ha nacido y que es fruto del amor que brota, que nace, que surge ...
Creo en la vida eterna

Creo en la vida eterna

La escatología -la doctrina de las realidades últimas: muerte y vida eterna, cielo, infierno, purgatorio, resurrección de los muertos- les parece actualmente a muchas personas ...
Amo, luego existo

Amo, luego existo

¿Ha prestado la filosofía suficiente atención al amor? Es probable que a más de un lector semejante pregunta se le antoje un ejercicio meramente retórico: ...
Relatos sobre las benditas Almas

Relatos sobre las benditas Almas

Relatos sobre las benditas almas del purgatorio, sus sufrimientos y necesidades. Como podemos ayudarles ...
El santo de lo ordinario

El santo de lo ordinario

El anochecer estaba abriéndose camino. Para concluir unos trabajos, entré en una habitación amplia y bien aireada, que servía de despacho múltiple. En un ángulo, ...
Los Siete Sacramentos

Los Siete Sacramentos

En el Bautismo, el individuo es “hundido” en los méritos de Jesús, y muere al hombre puramente carnal para resucitar siendo un hombre espiritual. En ...
Las Oraciones del Papa Francisco

Las Oraciones del Papa Francisco

En diversas ocasiones y por diferentes motivos, el Papa Francisco, igual que sus predecesores, escribe y publica algunas oraciones especiales, que bien podemos tener en ...
Visitas al Santísimo Sacramento y a María Santísima

Visitas al Santísimo Sacramento y a María Santísima

He aquí la fuente de todo bien, Jesús en el Santísimo Sacramento, el cual nos dice: Quien tenga sed, venga a mí. ¡Oh, cuán abundante ...
Carta Encíclica Laborem Exercens

Carta Encíclica Laborem Exercens

Con su trabajo el hombre ha de procurarse el pan cotidiano, contribuir al continuo progreso de las ciencias y la técnica, y sobre todo a la ...
La Divina Misericordia

La Divina Misericordia

1. Santa María Faustina Kowalska, apóstol de la divina Misericordia, conocida actualmente en el mundo entero, ha sido incluida por los teólogos entre los destacados ...
El Manuscrito del Purgatorio

El Manuscrito del Purgatorio

Es vieja la fecha de la impresión, se publicó como un documento puramente histórico y con todas las reservas exigidas por la Iglesia, según el ...
La Iglesia

La Iglesia

Preguntar hoy por la Iglesia equivale, en gran medida, a preguntar cómo hacerla diferente y mejor. Ya el que desea reparar una radio, y más ...
La Primera Navidad

La Primera Navidad

Todos los años, los católicos celebramos la Navidad, una fiesta que reúne a las familias y hace muy felices a los niños. En la Navidad ...
Las Tentaciones del Músico

Las Tentaciones del Músico

¡Ya la hallé! ¡Ya la encontré!, la Verdad que tanto busqué... (Canción Ya la hallé)   La taberna del tío Pepe, era un bar muy ...
Cómo aprender a ser más felices

Cómo aprender a ser más felices

Hay un asunto en el que todas las personas están de acuerdo: querer ser felices. Este gran deseo es natural, universal y está presente en ...
El verdadero poder es el servicio

El verdadero poder es el servicio

“Conviértanse y crean en la Buena Noticia”, eso nos dijo el sacerdote, el miércoles pasado, cuando nos impuso la ceniza. Empezamos la Cuaresma con este ...
La verdad sobre la inquisición

La verdad sobre la inquisición

No pocas veces, algunos Miembros de nuestra Sociedad nos han solicitado un Folleto tratando de la Inquisición; pero no nos habíamos resuelto a publicarlo principalmente ...
Diccionario de San Josemaría Escrivá de Balaguer

Diccionario de San Josemaría Escrivá de Balaguer

1. Confianza plena en Dios. 2. Abandono en su Voluntad aceptándola por entero. 3. Abandono y medios humanos. En las enseñanzas de san Josemaría el ...
Carta Encíclica Laudato si'

Carta Encíclica Laudato si’

1. «Laudato si’, mi’ Signore » – « Alabado seas, mi Señor », cantaba san Francisco de Asís. En ese hermoso cántico nos recordaba que ...
Al pie de La Cruz o Los Dolores María

Al pie de La Cruz o Los Dolores María

Diez años ha ya que tracé el primer bosquejo de esta obra en San Wilfrido, durante el verano de 1847; y aunque de entonces acá ...
Vida de San Agustín (Ilustrado)

Vida de San Agustín (Ilustrado)

Sí, yo soy Agustín de Hipona. Me llaman así porque fui obispo de la ciudad de Hipona, al norte de África, que formaba entonces parte ...
Teología Mística

Teología Mística

1. Trinidad supraesencial y más que divina y más que buena, maestra de la divina sabiduría cristiana, guíanos más allá del no saber y de ...
La fe explicada Tomo I y II

La fe explicada Tomo I y II

¿Es el hombre un mero accidente biológico? ¿Es el género humano una simple etapa en un proceso evolutivo, ciego y sin sentido? ¿Es esta vida ...
Ignacio de Loyola La Aventura de un Cristiano

Ignacio de Loyola La Aventura de un Cristiano

Se trata de la aventura de san Ignacio de Loyola. De su aventura como cristiano. No es, pues, una biografía de Iñigo, aunque tiene no ...
El Combate Espiritual

El Combate Espiritual

LOS ELOGIOS QUE HIZO UN GRAN SANTO ACERCA DE ESTE LIBRO Monseñor Pedro Camus en su hermoso libro titulado: “El espíritu de san Francisco de ...
0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta