Sermones Pastorales

Ronald A. Knox

LA PATERNIDAD DE DIOS

PADRE NUESTRO, QUE ESTÁS EN LOS CIELOS, SANTIFICADO SEA TU NOMBRE

Quiero, en estas cinco veladas de domingo, tratar de hacer algo que tiene cierto carácter de audacia, no porque se haya intentado pocas veces, sino precisamente por lo mucho que anteriormente se ha intentado. Si hay cincuenta y cinco palabras en nuestro lenguaje que sean ampliamente conocidas –me temo que no universalmente conocidas– y recitadas de memoria, son las cincuenta y cinco palabras del padrenuestro. Son el tesoro de miles de seres para quienes el avemaría no es más que un galimatías y el credo una serie de afirmaciones indemostrables. ¿Podremos decir algo que sea interesante acerca de ellas o que merezca la pena? No creo que sea presunción afirmar que sí podemos. Porque, después de todo, el lenguaje humano no es una cosa fija; los matices de su significado, sus asociaciones sutiles, cambian con el curso de los siglos, y una fórmula de oración, por muy sencilla, por muy conocida que sea, necesitará ser interpretada de nuevo de cuando en cuando, si no se quiere perder la riqueza de su contenido. Aquellos bienes y dones que pedimos al rezar nos son enviados por el Padre de las luces; necesitaremos su luz para saber cuál es el valor de dichos dones y con qué espíritu ha de ser pronunciada nuestra plegaria.

Y tal vez ahora más que de costumbre, porque precisamente ahora nos enfrentamos más que en otras ocasiones con un futuro que nos niega la seguridad porque contemplamos ante nosotros un mundo que ha olvidado el vocabulario de la paz. En tiempos como éste no nos contentamos ya con encerrarnos en el círculo de nuestros intereses inmediatos, en ese mundo familiar dominado por nuestro yo, cuyos problemas son tan claros, cuyas luces y sombras se nos manifiestan con tanta viveza. Aquí está lo que nosotros queremos y lo que nos sentará bien, o los cambios de fortuna en la vida de este o aquel amigo que deseamos coincidan con el plan que nuestra fantasía ha trazado para su felicidad: ¡qué fácil es hacer que nuestras oraciones resulten naturales y verdaderas mientras nos limitemos a temas tan sencillos como éstos! Pero cuando se amontonan ante nosotros graves preocupaciones sobre el bienestar general del mundo en que vivimos y clamorosamente interrumpen nuestros momentos de oración, empezamos a perder la confianza en nuestra capacidad para prever los acontecimientos y encontrar una solución a cada uno de los problemas; entonces tenemos una conciencia más clara de que el futuro está en las manos de Dios, no en las nuestras. Y entonces, con sumisa reverencia, vamos ante Nuestro Señor como sus discípulos fueron a Él hace mucho tiempo, y le decimos: «Señor, enséñanos a rezar». Sigamos, pues, paso a paso, la inimitable respuesta que Él nos dio, dispuestos por una vez a aprender y a escuchar.

«Padre nuestro» –el primer esfuerzo que hemos de realizar en nuestra oración es apartarnos de las criaturas y sumergirnos en la Fuente de toda existencia–. Tenemos que humillarnos ante Dios como Padre nuestro; sin su actividad creadora esta cosa que alza su oración no tendría existencia. Pero, además, al crearnos permitió que algo de sí mismo pasara a nosotros; también, pues, en este sentido es nuestro Padre. Hemos sido creados a su imagen, aunque la semejanza sea escasa y la inferioridad escape a todo cálculo; más ciertamente, más representativamente a su imagen que las demás criaturas que con nosotros comparten el mundo; tenemos un entendimiento para conocer a Dios y una voluntad para amarle, y por ello una capacidad para servirle por nuestra libre elección, y no, como aquellas otras criaturas, por la ley inevitable de nuestro ser; al llamarle nuestro Padre, y no simplemente nuestro Creador, reclamamos en nuestra calidad de hombres el privilegio de ser sus hijos. ¡Y con cuánta más confianza nos acercaremos a Él en nuestra calidad de cristianos, incorporados por el bautismo al cuerpo místico de su Hijo: el Espíritu Santo, dentro de nosotros, le está gritando: Abba, Padre3 –lo profundo llama a lo profundo bajo la superficie agitada de nuestra oración–! Y, después, lo mismo que un padre terrenal no se limita a dar vida a sus hijos de una vez, sino que sigue manteniendo en ellos esa vida mediante la provisión de sus necesidades diarias, así el Dios que nos ha creado nos conserva de momento en momento y nos baña, en el orden natural o en el sobrenatural, con los dones por los que nos mantenemos en el orden de su creación, los dones gracias a los cuales vivimos.


Para activar la descarga es necesario una suscripción. Algunos libros requieren de una suscripción premium.

epub
epub
mobi
mobi
pdf
pdf


Adquiere una suscripción

¿Ya tienes una suscripción?

Ingresa aquí:


DETALLES DE ESTE LIBRO


Más de este autor/tema


Conferencias religiosas de Oxford

Conferencias religiosas de Oxford

CUANDO la Santa Sede concedió a los católicos permiso general para matricularse en Oxford y Cambridge, se estableció que se organizarían para ellos conferencias que ...
Ronald Knox

Ronald Knox

Para convertirse en una celebridad nacional, a Ronald Knox sólo le faltó ser lo suficientemente longevo. Si hubiese vivido hasta los ochenta, muy a su ...
La fe de los católicos

La fe de los católicos

En días tan poco favorables para la ideología católica es fácil inclinarse a pensar que el apologista católico haría mejor en ponerse a la defensiva ...
La Misa en cámara lenta

La Misa en cámara lenta

Si llego a contar con un público lector, mucho me temo que este libro constituirá una prueba severa para su paciencia. Que un sacerdote exhiba ...
El torrente oculto

El torrente oculto

         Aunque parezca extraño, a muchos lectores de países de habla española les resulta poco familiar la obra y aun el nombre de Ronald Knox, ...
Retiro para gente joven

Retiro para gente joven

¿Cuál es la finalidad de unos días de retiro espiritual?... Yo diría que fundamentalmente no es otra cosa que dejar que Dios actúe en tu ...
Escritos marianos selectos

Escritos marianos selectos

Hace más de treinta años, cuando vivíamos los fervores del posconcilio, y cuando el nacionalcatolicismo ya quebraba, escribí un libro sobre La Iglesia, memoria y ...
Nican Mopohua, Relato de las apariciones de Santa María de Guadalupe

Nican Mopohua, Relato de las apariciones de Santa María de Guadalupe

  Aquí se relata, se pone en orden, cómo, hace poco, de manera portentosa, se mostró la perfecta doncella. Santa María, madrecita de Dios, nuestra ...
La Catarsis Católica

La Catarsis Católica

No siempre que Dios envía un hombre con una misión peligrosa y difícil avisa previamente a las autoridades. No, en ocasiones, los autoriza directamente El ...
Leyendas negras de la iglesia

Leyendas negras de la iglesia

El presente libro es una recopilación de artículos que he publicado en periódicos italianos.  El origen periodístico de los textos se manifiesta en el hecho ...
Exhortación Apostólica Ecclesia in America

Exhortación Apostólica Ecclesia in America

1. La Iglesia en América, llena de gozo por la fe recibida y dando gracias a Cristo por este inmenso don, ha celebrado hace poco ...
Las maravillas del Santo Nombre de Jesús

Las maravillas del Santo Nombre de Jesús

Por lo cual Dios le exaltó y le otorgó un nombre sobre todo nombre, para que al nombre de Jesús doblen la rodilla todas las ...
Principios Filosóficos del Cristianismo

Principios Filosóficos del Cristianismo

El cristianismo no es una filosofía. No se presenta como una filosofía más en el mercado del pensamiento. El cristianismo es, ante todo, la intervención ...
Carta Encíclica Spe Salvi

Carta Encíclica Spe Salvi

1. « SPE SALVI facti sumus » – en esperanza fuimos salvados, dice san Pablo a los Romanos y también a nosotros (Rm 8,24). Según ...
Homilías y Discursos del papa Francisco en México

Homilías y Discursos del papa Francisco en México

Declaración conjunta del Papa Francisco y el Patriarca Kirill, de la Iglesia Ortodoxa Rusa 1. Discurso a las autoridades civiles, militares y religiosas, en el ...
Crimen y castigo

Crimen y castigo

Escrita en 1866, conserva todo su valor. Es una de las más grandes novelas de la literatura universal. Narra la experiencia del joven Rodion Raskolnicov ...
Sermones Pastorales

Sermones Pastorales

Quiero, en estas cinco veladas de domingo, tratar de hacer algo que tiene cierto carácter de audacia, no porque se haya intentado pocas veces, sino ...
El gran divorcio

El gran divorcio

Blake escribió El matrimonio del cielo y el infierno. Si yo escribo sobre su divorcio, no es porque me considere un adversario a la altura ...
El Universo Diseñado

El Universo Diseñado

Los distintos campos del saber humano son muy interesantes porque, a través de ellos, se va conociendo mejor el Universo, el hombre y a Dios ...
Meditación sobre la Iglesia

Meditación sobre la Iglesia

SIGNIFICACIÓN PERMANENTE DE UNA «MEDITACIÓN SOBRE LA IGLESIA» Mons. Ricardo Blázquez El padre Henri de Lubac murió a la edad de los grandes patriarcas: colmado ...
Cristología de los primeros maestros franciscanos

Cristología de los primeros maestros franciscanos

La primer escuela franciscana de teología fue la Oxford (1228), cuando el célebre maestro Roberto di Grosseteste llevó su cátedra al convento de los franciscanos ...
En el mundo de la misericordia

En el mundo de la misericordia

Nos sorprende tanto amor de Dios. Porque le dimos motivos para la ira y respondió con su perdón. Porque nos alejamos de sus brazos y ...
Beato Pablo VI

Beato Pablo VI

Paseando un día por Ascoli Piceno, en la región italiana de Las Marcas, entré en una iglesia gótica. Observé con sorpresa que las vidrieras multicolores ...
La Iglesia de los pobres en el Concilio Vaticano II

La Iglesia de los pobres en el Concilio Vaticano II

La temática de la «Iglesia de los pobres» ha resurgido con fuerza renovada después de la elección del papa Francisco, evidenciando una de las características ...
Antropología filosófica

Antropología filosófica

¡Quién, quién, naturaleza, levantando tu gran cuerpo desnudo, como las piedras, cuando niños, se encontrara debajo tu secreto pequeño e infinito! JUAN RAMÓN JIMENEZ Un ...
Lecciones de vida

Lecciones de vida

Todos tenemos lecciones que aprender en el transcurso de este tiempo llamado vida, y esto se hace especialmente patente cuando se trabaja con moribundos. Los ...
Carta encíclica Deus Caritas Est

Carta encíclica Deus Caritas Est

 « Dios es amor, y quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él » (1 Jn 4, 16). Estas palabras de ...
¿Como pastorear?

¿Como pastorear?

En los grupos de oración, en las comunidades carismáticas y en la Iglesia Católica en general se utilizan los nombres de “pastor” y “pastoreo” y ...
Todo comenzó en Galilea

Todo comenzó en Galilea

Tal vez cuando hace unas semanas inicié este viaje a Tierra Santa, no imaginaba el lindo recuerdo que de él acabaría teniendo. Comenzaba sin saberlo ...
Bailar con la soledad

Bailar con la soledad

Una de las experiencias más universales y más humanas que podemos tener es la soledad. Es una peculiar compañera de camino. Un sentimiento complejo, que ...
La verdad sobre la inquisición

La verdad sobre la inquisición

No pocas veces, algunos Miembros de nuestra Sociedad nos han solicitado un Folleto tratando de la Inquisición; pero no nos habíamos resuelto a publicarlo principalmente ...
La comedia humana. Volúmenes I al IV

La comedia humana. Volúmenes I al IV

Al aplicar el título de La Comedia humana a una obra que se inició hace cerca de trece años, considero necesario exponer cuál fue la ...
En torno a la Misa ayer y hoy

En torno a la Misa ayer y hoy

Los que no tuvimos la suerte de conocer a Don Manuel González, obispo que fui de Málaga y Palencia 1940), podemos satisfacer en cierto modo ...
Desde La Cruz

Desde La Cruz

En la difusión de todo mensaje de importancia son necesarios tres elementos: una tribuna, un auditorio y una verdad. Estos tres elementos se encontraron reunidos ...
Las mujeres del Evangelio

Las mujeres del Evangelio

Si existe un libro escrito con naturalidad, pero para todas las personas y de todos los tiempos, ese es el Evangelio. A lo largo de ...
Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo

Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo

Después de haber escrito un libro titulado ¿QUIEN ES JESUCRISTO? y otro ¿QUIEN ES EL ESPIRITU SANTO?, Me decidido a escribir el presente ¿QUIEN ES ...
0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta