Lo eterno sin disimulo

C. S. Lewis

Presentación

La fe es un tesoro enorme, como un caudal abundante e inagotable de bienes; y el creyente de fe limpia, profundamente enraizada, de fe fecunda de dádivas que desea comunicarse, se sabe depositario de una riqueza de excesos que no puede recluir en la amplitud de su pecho, y se dispone a anunciarla por los rincones del orbe superando los obstáculos, como esas luces intensas, propagadoras de rayos invencibles por las sombras. La fe es fértil y alegre como un edén de alborozo, y fecunda la existencia con esperanza sencilla, para abrirse a un tiempo nuevo donde lo mejor aguarda, y la hace productiva como una tierra feraz de cosechas inauditas.

La riqueza de la fe es tan cuantiosa y tan grande, que no se puede tener encerrada bajo llave con artimañas de usura, pues su cauce es rebosante. No consiente la avaricia —que es un deseo extraviado de atesorar, egoísta progenitor de pobreza—, y quien la posee la da, la propaga y la divulga como una buena noticia. Sería absurdo silenciar la voz clara de la fe; tan necio como acallar las notas de un violín cuando desgrana su música, y quien la oye en su interior la pregona en altavoz, como anunciador dichoso, pregonero de algo bueno.

Aunque siempre ocurre así, pues la fe es un don de Dios que desborda al que la tiene buscando comunicarse; cuando alguien que antes no la tenía la descubre en su existencia como regalo excesivo totalmente inesperado, ve su vida transformada en una vida distinta de la carente de fe, tan distintas entre sí como una mirada clara de una mirada ciega, y se vuelca en propagarla con tesón de combatiente batallando hasta la muerte, como un viejo explorador que descubriera una mina y se lanzara a las calles a anunciarla a plena voz. Ese es el caso de Lewis.

Durante bastantes años, Lewis recorrió la vida con un gesto de extravío tatuado en sus entrañas. Trabajaba con esmero de profesor riguroso, dictaba clases espléndidas preparadas en silencio, atendía a los estudiantes con esa entrega leal de buscador de ideales, vivía su vida académica, su vida familiar y su vida mesurada de relaciones sociales bajo los cielos de Oxford. Una existencia uniforme de llanura siempre igual —sin júbilo, sin contento, sin otro color que el gris— era su vida mediocre desde la aurora al ocaso. Iba pasando su vida de rendición a la nada sin sobresaltos, sin ansias, como una canción monótona de estribillos sofocados. Hasta que todo cambió.

Poco a poco fue atisbando una luz de amplios fulgores, que iluminaban su vida con claridad de resoles restallando sobre el mar. Paulatinamente fue notando cómo su existencia peregrina por pasajes desolados se tornaba en existencia radiante, ahora andarina de alturas, y se sintió sorprendido y apresado por el gozo: una sorpresa de estreno y un gozo de amaneceres. Como tránsito de explorador que pasa de la espesura ocupada por la bruma a un calvero despejado invadido por el sol, fue para Lewis el cambio, y así lo atestigua su obra, que tras ese suceso grande, ese hecho extraordinario del encuentro con la fe, fue ya siempre obra de elogio y de apología cristianos: fue un canto a lo intemporal.

Debió de serle difícil desprenderse del pasado, que tiene un peso de losa fortificada de plomo y una adherencia viscosa apta para la rutina, y tal vez le fuera duro recorrer nuevos senderos nunca antes transitados, con sus inciertos recodos, con sus inseguros cruces, con sus nudos de mil sendas vaticinando imprevistos. Pero, al final, lo logró. Y desde entonces fue siempre un peregrino contento que regresa hacia el hogar.

«He nacido, dice Pessoa, en un tiempo en que la mayoría de los jóvenes había perdido la creencia en Dios… Así, no sabiendo creer en Dios, y no pudiendo creer en una suma de animales, me he quedado, como otros de la orilla de las gentes, en esa distancia de todo a que comúnmente se llama la Decadencia». No sé si Pessoa es sincero cuando escribe estas palabras llenas de melancolía, o si es un gesto hinchado, o la postura afectada, de poeta esteticista abastecedor de escándalos, pues creía firmemente, como un Nietzsche portugués afincado junto al Tajo, que el poeta miente mucho y que es un gran fingidor. En todo caso, no supo (o no recibió la fe) creer a fondo perdido, y se entregó al fatalismo.

La antítesis de Pessoa es Lewis en este asunto. Él también vivió unos tiempos agriamente descreídos, enseñó a una juventud colmada de agnosticismos, y durante bastantes años (años de ausencia de todo y de plétora de nada) tampoco supo creer. Fueron años de penumbra, que cubrieron su existencia como una sombra invisible provocadora de agnosias, y en los que no encontraba una salida a sus dudas. Como estudioso de mitos y de leyendas antiguas, no percibía la verdad expuesta en el Evangelio, que consideraba otra fábula sin ninguna novedad, como un buscador de oro avezado en desengaños que cree que la nueva veta tampoco tiene metal, y se alejaba de él. Y así hasta el momento cumbre del encuentro con la fe.


Para activar la descarga es necesario una suscripción. Algunos libros requieren de una suscripción premium.

epub
epub
mobi
mobi
pdf
pdf


Adquiere una suscripción

¿Ya tienes una suscripción?

Ingresa aquí:


DETALLES DE ESTE LIBRO


Más de este autor/tema


Las crónicas de Narnia:  La colección completa

Las crónicas de Narnia: La colección completa

Las crónicas de Narnia (en inglés: The Chronicles of Narnia) es una heptalogía de libros infantiles escrita por el escritor y profesor anglo-irlandés C. S ...
El problema del dolor

El problema del dolor

Cuando el señor Ashley Sampson me sugirió que escribiera este libro, pedí que se me permitiera hacerlo en forma anónima; pues, si decía lo que ...
Mero Cristianismo

Mero Cristianismo

El contenido de este libro fue primero emitido por la radio y después publicado en tres partes separadas: Argumento a favor del cristianismo (1942), Comportamiento ...
Los cuatro amores

Los cuatro amores

«Dios es amor», dice San Juan. Cuando por primera vez intenté escribir este libro, pensé que esta máxima me llevaría por un camino ancho y ...
Cartas del diablo a su sobrino

Cartas del diablo a su sobrino

"El diablo... el espíritu orgulloso... no puede aguantar que se mofen de él..." TOMÁS MORO Mi querido Orugario: Tomo nota de lo que dices acerca ...
La abolición del hombre

La abolición del hombre

«Sentenció a muerte a la palabra y así condenó al niño» Dudo de que estemos suficientemente atentos a la importancia que tienen los libros de ...
Una pena en observación

Una pena en observación

Nadie me había dicho nunca que la pena se viviese como miedo. Yo no es que esté asustado, pero la sensación es la misma que ...
El perdón y otros ensayos cristianos

El perdón y otros ensayos cristianos

En una ocasión, el profesor Tolkien me dijo que C. S. Lewis era el único de sus amigos que había publicado más libros después de ...
Mientras no tengamos rostro

Mientras no tengamos rostro

C. S. Lewis nació en Irlanda en 1898. Estudió en Oxford, donde fue profesor de Literatura inglesa medieval y renacentista desde 1925 hasta 1954. Este ...
El gran divorcio

El gran divorcio

Blake escribió El matrimonio del cielo y el infierno. Si yo escribo sobre su divorcio, no es porque me considere un adversario a la altura ...
En torno a la Misa ayer y hoy

En torno a la Misa ayer y hoy

Los que no tuvimos la suerte de conocer a Don Manuel González, obispo que fui de Málaga y Palencia 1940), podemos satisfacer en cierto modo ...
Oraciones para el camino

Oraciones para el camino

La oración es para los creyentes de todas las religiones, lo que el aire para los seres vivos. De la misma manera que no podemos ...
La oración que lo cambia todo

La oración que lo cambia todo

El examen cambió todo para mí, aunque estuvo a punto de no suceder. Esporádicamente, a lo largo de los años, escuchaba comentarios de personas que ...
Pensamientos del Padre Pio

Pensamientos del Padre Pio

1. Por gracia de Dios estamos al comienzo de un nuevo año. Este año, cuyo final sólo Dios sabe si lo veremos, debe estar consagrado ...
Introducción al Cristianismo

Introducción al Cristianismo

El problema del auténtico contenido y sentido de la fe cristiana está hoy, mucho más que en tiempos pasados, rodeado de incertidumbre. Quien ha seguido ...
El Papa Francisco nos habla de La santidad

El Papa Francisco nos habla de La santidad

DIOS NOS LLAMA A TODOS A SER SANTOS Apartes de la Exhortación Apostólica “Gaudete et Exsultate”, del Santo Padre Francisco, sobre el llamado a la ...
Ejemplos que nos hablan de Dios

Ejemplos que nos hablan de Dios

Amigos lectores: He escrito ya un libro titulado: «¿QUE SABEMOS DE DIOS?», y sabido es que cuanto de Él conocemos es lo referente a sus ...
Una Sola Cosa Es Necesaria

Una Sola Cosa Es Necesaria

Nos refiere San Lucas que, yendo Jesús de camino, llegó a una aldea donde una mujer llamada Marta lo recibió en su casa. Tenía ésta ...
Carta Encíclica Spe Salvi

Carta Encíclica Spe Salvi

1. « SPE SALVI facti sumus » – en esperanza fuimos salvados, dice san Pablo a los Romanos y también a nosotros (Rm 8,24). Según ...
Vida y misterio de Jesús de Nazaret, III. La cruz y la gloria

Vida y misterio de Jesús de Nazaret, III. La cruz y la gloria

Jesús no fue sólo un buen maestro, ni fue únicamente un predicador de ideas revolucionarias. Empequeñeceríamos su mensaje si lo redujéramos a sus discursos, por ...
Echad las redes, Ciclo A

Echad las redes, Ciclo A

DESDE 1995 al 2001 he tenido el gozo de explicar, cada sábado, el Evangelio dominical en la TV con la rúbrica Las razones de la ...
Las cartas de San Pablo

Las cartas de San Pablo

Ya escribí unas meditaciones sobre los evangelios. Ahora quiero ofrecer a mis lectores algo de la inmensa riqueza espiritual que nos ofrece san Pablo en ...
El Belén que puso Dios

El Belén que puso Dios

El Belén que puso Dios es un libro para Navidad y para cualquier día del año: ya en el comienzo el lector se percata de ...
La hendidura de la roca

La hendidura de la roca

En el Congreso Internacional de Ejercicios ignacianos (Loyola, 1991) hubo un debate interesante sobre si en san Ignacio de Loyola estaba presente la mística esponsal, ...
Carta Encíclica Humanae Vitae

Carta Encíclica Humanae Vitae

A LOS  VENERABLES HERMANOS LOS PATRIARCAS, ARZOBISPOS, OBISPOS Y DEMÁS ORDINARIOS DE LUGAR EN PAZ Y COMUNIÓN CON LA SEDE APOSTÓLICA, AL CLERO Y A ...
La flor de la esperanza

La flor de la esperanza

Queridos lectores: Acabo de leer las cartas que se han intercambiado mis queridos amigos Carmen Guaita y Paco Castro. Aún me siento una intrusa... Tengo ...
El verdadero poder es el servicio

El verdadero poder es el servicio

“Conviértanse y crean en la Buena Noticia”, eso nos dijo el sacerdote, el miércoles pasado, cuando nos impuso la ceniza. Empezamos la Cuaresma con este ...
Directorio para la Catequesis 2020

Directorio para la Catequesis 2020

El camino de la catequesis de estas últimas décadas ha estado marcado por la Exhortación Apostólica Catechesi tradendae. Este texto representa no sólo el recorrido ...
Hacia la santidad

Hacia la santidad

Los santos son los frutos más hermosos de la humanidad, son la riqueza de la Iglesia. Son los que más han contribuido a la felicidad ...
El fenómeno del poder

El fenómeno del poder

Una palabra que en las consideraciones sean teórico-culturales, sean práctico-políticas de nuestro tiempo, regresa con bastante frecuencia es aquella del poder. Y no sin fundamento, ...
Así le vieron

Así le vieron

En los últimos años, la prensa de distintos países ha publicado numerosos artículos en torno a Monseñor Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei. Estos ...
La cruz y el puñal

La cruz y el puñal

Este es un extraordinario relato de las experiencias de un hombre al penetrar en las partes más bajas y sombrías de la ciudad de Nueva ...
Narraciones de un exorcista

Narraciones de un exorcista

Cuando el cardenal Hugo Poletti, vicario del Papa en la diócesis de Roma, me dio de improviso la facultad de exorcista, no pensaba a cuán ...
Cuentos Rodados

Cuentos Rodados

Queridos muchachos: Tal vez ustedes no sepan lo que es un laque. Así llaman los araucanos mapuches a la piedra de la boleadora. Cuando la ...
Energía y pureza

Energía y pureza

En los años de estudiante iba yo frecuentemente de excursión a un lago de las montañas. Sobre el espejo cristalino del agua bailaba jugueteando un ...
La justificación del Bien

La justificación del Bien

El fin de este libro es mostrar el bien como verdad y justicia, es decir, como el único camino de vida justo y digno de ...
Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia

Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia

Tengo el agrado de presentar el documento Compendio de la doctrina social de la Iglesia, elaborado, según el encargo recibido del Santo Padre Juan Pablo ...
Santa Magdalena de Nagasaki

Santa Magdalena de Nagasaki

En todas las épocas de la historia de la Iglesia ha habido persecuciones contra los católicos, que han producido millares de mártires. En los tres ...
Cristo es mi vida

Cristo es mi vida

Toda espiritualidad eclesial, toda propuesta pastoral tienen una cristología implícita o explícita. Así es en el P. José Kentenich. El mismo formuló su visión de ...
El gran medio de la oración

El gran medio de la oración

Varias son las obras espirituales que he publicado. Citaré las “Visitas al Santísimo Sacramento y a María Santísima”, “La Pasión de Cristo” y “Las Glorias ...
0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta