Juan Pablo II El Grande
Padre Ángel Peña Benito O.A.R.
INTRODUCCIÓN
La vida de Juan Pablo II es una vida fascinante. Por eso, se le ha empezadoa llamar el Grande (Magno). Fue un hombre de fe a toda prueba. Una fe probada desde niño en el sufrimiento por la pérdida temprana de sus padres y de su único hermano. Pero, al quedar solo en el mundo, se refugió en Dios, lo que lo llevó a escoger el sacerdocio para dar sentido a su vida y vivir a tiempo completo al servicio de los demás.
De sacerdote se dedicó especialmente a la pastoral universitaria con retiros en excursiones por las montañas. Después se dedicó a la docencia, ya que en Roma y Cracovia había conseguido los doctorados de teología y filosofía, respectivamente. Elegido obispo auxiliar, se dedicó en cuerpo y alma a hacer visitas pastorales, y lo mismo cuando fue arzobispo titular de Cracovia, en cuyo desempeño tuvo que defender los derechos de la Iglesia y de los trabajadores contra las autoridades comunistas. Elegido cardenal por Pablo VI, además de las tareas como arzobispo de Cracovia, viajó por el mundo para ayudar espiritualmente a los emigrantes polacos y conocer mejor la situación eclesial en los distintos países del mundo.
Había asistido y participado activamente en el concilio Vaticano II. Estaba bien preparado y, aunque no era muy conocido, el Espíritu Santo inspiró a los cardenales en el cónclave que lo eligieran Papa para gloria de Dios, bien de la Iglesia y salvación de las almas.
Como Papa rompió muchos esquemas. Era deportista e hizo muchas escapadas fuera del Vaticano para esquiar o subir montañas; se hizo construir una piscina en Castelgandolfo; invitaba casi todos los días a la gente más diversa a la misa privada y a comer al mediodía o en la noche. Le gustaba hablar con la gente. Y en 104 viajes internacionales pudo hacer realidad su sueño de niño de viajar por todo el mundo.
Se hizo querer de todos, por su sencillez, su sentido del humor, su cercanía y su amor. En él destacó su gran espíritu de fe, su amor a Jesús Eucaristía y su amor a María nuestra Madre. Ojalá que la lectura de su vida nos estimule en el camino de la santidad para ser cristianos auténticos, sabiendo compartir nuestra fe con los demás.

Más de este autor/tema

Cristología

La Sábana Santa de Turin es Auténtica

Carta Apostólica Novo Millennio Ineunte

Carta Encíclica Dives in misericordia

Más Allá de la muerte

Los niños y La Eucaristía

Carta Encíclica Evangelium Vitae

Regresando a casa

Historia de mi vida

Catequesis sobre La Iglesia

Lecciones de Lublin I y II

La alegría de amar

La comunión de los santos

María, José y la vida oculta de Jesús

Salvifici Doloris

El torrente oculto

Con el corazón en ascuas

El matrimonio en Cristo

Vida de San Benito Abad

¿Nos conoce Jesús? ¿Lo conocemos?

Directorio General para la Catequesis

1000 máximas de don Bosco

Novena a Santa Dymphna

Para servir a la Iglesia

Introducción al Cristianismo

Perspectivas del absoluto

Summa Teológica

La verdad sobre el Secreto de Fátima

Curso de Cristología

Carta Apostólica Novo Millennio Ineunte

El Jesuita

Católico defiende tu fe

Llamados a una vida nueva

Catalina de Siena Vida y pasiones

El Purgatorio

Teología Mística

Matrimonios Felices

San Felipe Neri El Santo de la Alegría

24 Reflexiones de un Laico

Los engaños de la Nueva Era

La Biblia de Nuestro Pueblo

La cuarta copa

El secreto del Padre Pío

Cyclvs Apocalypticvs

Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!