Un mapa de tu vida

Frank J. Sheed

Introducción

Quien hace un viaje por un país extranjero, habitualmente saca unas impresiones muy vivas acerca de cosas concretas, pero una impresión muy general del conjunto del país visitado. Recuerda tal montaña, tal río, tal pueblo, pero en su mente no está clara la relación que esas cosas guardan entre sí ni cómo se entrecruzan las carreteras de las que solo tiene una idea vaga; al terminar el viaje, un mapa del país en su conjunto ofrece, muchas veces, grandes sorpresas y, en todo caso, brinda una visión totalmente nueva. De manera parecida, quien viaja a través de .la vida adquiere unas impresiones vividas —a veces extremadamente vividas— de las cosas que han pasado al alcance de su mano, impresiones confusas de las cosas que ha visto a una cierta distancia o que ha conocido de oídas, pero no tiene una idea precisa del panorama completo de la vida. En su mente conserva una serie de datos que no guardan relación entre sí: Dios, pecado, ir a la iglesia, enfermedad, sacramentos, sufrimiento, traición de los amigos, hostilidad, muerte y miedo a la muerte, dinero y pérdida del dinero, Dios hecho hombre… y la lista es inacabable. No sabe con certeza cuáles de estas cosas son grandes y cuáles son pequeñas: las cosas que ha tenido más cercanas le parecerán grandes y las cosas más alejadas le parecerán pequeñas.

Tendrá una impresión muy confusa e incierta de cómo estas cosas se relacionan entre sí, cómo una cosa es compatible o está en contradicción con otra, quizá por las asperezas de la vida. De hecho, ocurre con frecuencia que el hombre que se limita a vivir, que no reflexiona, que no tiene formación, ni siquiera sospecha que todas estas cosas se relacionan entre sí, solo piensa que son accidentes sin ninguna razón de ser, salvo que han ocurrido, y sin ninguna conexión mutua, salvo que unas han llegado antes y otras han llegado después.

A causa de este confusionismo, me he propuesto trazar lo que, de una manera amplia, se podría llamar una panorámica de la vida, como un plano a escala en el cual los principales «accidentes naturales» aparezcan con su debida proporción y en el que estén marcadas las carreteras que los relacionan. Este mapa no se deberá a mi pincel, como fruto de mi experiencia de la vida. Tampoco se deberá al pincel de ningún hombre. Será una transcripción de lo que Dios, Autor de la vida, ha revelado acerca de lo que ese conjunto de cosas significa y de las relaciones que todas las partes guardan con el todo.

No será una demostración. Los mapas no demuestran nada, simplemente lo muestran. Solo hay dos razones para fiarse de un mapa: la primera es la autoridad del cartógrafo que lo ha hecho, la segunda es la propia experiencia, cuando uno ya ha recorrido las carreteras con su ayuda. En la práctica, la segunda razón tiene normalmente menos utilidad, pues necesitamos estar seguros de que podemos fiarnos del mapa antes de emprender el viaje. Por consiguiente, un mapa debe ser aceptado o rechazado según la confianza que el cartógrafo que lo ha hecho nos merece. En nuestro caso, afortunadamente, el cartógrafo es Dios. En este propósito de trazar una panorámica de la vida, no intentaremos demostrar la verdad de lo que vamos a decir, simplemente indicaremos, de acuerdo con la Iglesia que Él ha fundado, lo que Dios ha dicho.


Para activar la descarga es necesario una suscripción. Algunos libros requieren de una suscripción premium.

epub
epub
mobi
mobi
pdf
pdf


Adquiere una suscripción

¿Ya tienes una suscripción?

Ingresa aquí:


DETALLES DE ESTE LIBRO


Más de este autor/tema


Conocer a Jesucristo

Conocer a Jesucristo

   Al tomar este libro en tus manos, amigo lector, es posible que lo hayas hecho con una sombra de escepticismo. ¡Otra vida de Nuestro ...
Sociedad y sensatez

Sociedad y sensatez

Nuestro modo de tratar una cosa depende en última instancia del juicio que nos hayamos formado sobre ella. De distinta manera tratamos, por ejemplo, a ...
Teología para todos

Teología para todos

¿Necesita realmente el católico medio —hombre corriente llamado inequívocamente a la santidad, según aquel precepto del Señor: Sed perfectos...— conocer todo lo que Dios ha ...
365 días con San Agustín de Hipona

365 días con San Agustín de Hipona

Agustín nació el 13 de noviembre del 354 en Tagaste (Numidia) actual ciudad argelina de Souk-Ahras. Todo el norte de África estaba dividido en dos ...
Mulieris Dignitatem

Mulieris Dignitatem

1. LA DIGNIDAD DE LA MUJER y su vocación, objeto constante de la reflexión humana y cristiana, ha asumido en estos últimos años una importancia ...
Historia del Mundo Angélico

Historia del Mundo Angélico

Después de dieciséis años dedicados al campo teológico de los demonios, por fin, ha llegado el momento de hablar de los ángeles. Después de tanto ...
El castillo de diamante

El castillo de diamante

Durante el reinado de Felipe II, dos mujeres —Ana de Mendoza, princesa de Éboli, y santa Teresa de Jesús— sostienen una batalla sin cuartel y ...
¿La ciencia contra la fe?

¿La ciencia contra la fe?

En este libro deseo manifestar con toda claridad que no hay oposición entre la ciencia y la fe. Ambas son obra de Dios y, por ...
El Espíritu Ora en nosotros

El Espíritu Ora en nosotros

EN todas partes los hombres tienen hambre de oración. No es que carezcan de estudios teológicos sobre la oración porque los hay excelentes. Pero, ¿dónde ...
La Misa una fiesta con Jesús

La Misa una fiesta con Jesús

   Vivir la misa con Jesús es hacer de cada misa una fiesta con Él. Encontrarnos con el Rey del universo, con nuestro Dios y ...
Vida de San Benito Abad

Vida de San Benito Abad

Entre las obras del papa San Gregorio Magno (540-604 dC) se encuentra el Libro de los Diálogos, donde relata la vida de San Benito Abad, ...
Como incienso en tu presencia

Como incienso en tu presencia

Quienes sentimos en nuestro corazón la realidad de Dios y su presencia amorosa que nos llama, respondemos a esa llamada con la oración. La oración ...
Una Visita de Dios

Una Visita de Dios

Uno de los enigmas más inquietantes que la Humanidad ha tenido siempre ante sí es el sufrimiento. ¿Por qué sufrimos?, ¿por qué sufrimos tanto? ¿por ...
Santa Faustina Kowalska

Santa Faustina Kowalska

La vida humilde y sencilla de Faustina Kowalska que nació en Swinice (Polonia) y en el Bautismo recibió el nombre de Elena, no es muy ...
San Isidro Labrador (Ilustrado)

San Isidro Labrador (Ilustrado)

El hombre fue creado para trabajar. Y para amar. Algunos creen que si el hombre no hubiera pecado no hubiera tenido que trabajar. Estos tales ...
Oraciones para las almas del Purgatorio

Oraciones para las almas del Purgatorio

1. Jesús mío, por aquel copioso sudor de sangre que derramaste en el huerto de Getsemaní, ten piedad de las almas de mis parientes más ...
El Cura de Ars

El Cura de Ars

Es propio de los grandes corazones descubrir la necesidad principal de la época en que viven y consagrarse a ella. P. LACORDAIRE El más grande ...
Los trastornos de la personalidad como causa de nulidad matrimonial

Los trastornos de la personalidad como causa de nulidad matrimonial

¿Qué es la personalidad?. Cuando hablamos de trastornos de la personalidad nos referimos a aquellos casos en los que esta se ha ido desarrollando de ...
Forja

Forja

  Aquella madre -santamente apasionada, como todas las madres ¡a su hijo pequeño le llamaba: su príncipe, su rey, su tesoro, su sol. Yo pensé ...
¡Ay de aquél por quien viniere el escándalo!

¡Ay de aquél por quien viniere el escándalo!

Un día un doctor de la ley, se acercó a-Jesús y le dijo: «Maestro: ¿cuál es el mayor mandamiento de la ley?» Respondió Jesús: «Amarás ...
Los conceptos del Amor de Dios

Los conceptos del Amor de Dios

1. Viendo yo las misericordias que nuestro Señor hace con las almas que traía a estos monasterios que Su Majestad ha sido servido que se ...
Catecismo para niños

Catecismo para niños

1 ¿Eres cristiano? — Soy cristiano por la gracia de Dios. 2 ¿Qué quiere decir cristiano? — Cristiano quiere decir discípulo de Cristo. 3 ¿Cuál ...
Quien es el hombre

Quien es el hombre

Me he comprometido a decir algo sobre la imagen del hombre que nos transmite la revelación. Al iniciar estas reflexiones quisiera plantear una cuestión, que ...
Libro sobre El Amor de Dios

Libro sobre El Amor de Dios

Al ilustre señor Aimeric, Cardenal diácono y Canciller de la Iglesia de Roma, Bernardo, abad de Claraval, le desea vivir y morir en el Señor ...
Escritos Completos de San Francisco de Asís

Escritos Completos de San Francisco de Asís

Dice el Señor Jesús a sus discípulos: Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie va al Padre sino por mí. 2 Si ...
Leyenda Menor

Leyenda Menor

HA aparecido la gracia de Dios, Salvador nuestro, en estos últimos tiempos en su siervo Francisco, a quien el Padre de las misericordias y de ...
La bendición de la Navidad: Meditaciones

La bendición de la Navidad: Meditaciones

Del prólogo de los autores Los artículos que presentamos compilados en este opúsculo surgieron con diferentes ocasiones durante el Adviento y el tiempo de Navidad ...
La Amistad. Un pensamiento para cada día del año

La Amistad. Un pensamiento para cada día del año

Cada vez resulta más patente que la exaltación de la razón humana en su soledad, aunque pueda estar justificada por motivos históricos comprensibles, está influyendo ...
Compendio Catecismo Iglesia Católica

Compendio Catecismo Iglesia Católica

para la aprobación y publicación del Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica A los Venerables Hermanos Cardenales, Patriarcas, Arzobispos, Obispos, Presbíteros, Diáconos y a todos los Miembros del ...
Ví Caer a Satanás

Ví Caer a Satanás

Cristo dijo de sus discípulos: "En mi nombre expulsarán demonios" y San Pablo nos advierte que tenemos que luchar "contra los ejércitos espirituales del mal ...
¡Sáquennos de aquí!

¡Sáquennos de aquí!

Querido lector: Tienes en tus manos un libro extraordinariamente interesante. Habla del mundo del más allá. Ofrece consejos, pide ayuda y da respuestas. Habla de ...
El Viejo Trueno: Biografía de Hilaire Belloc

El Viejo Trueno: Biografía de Hilaire Belloc

Durante mi trabajo en este libro, para mí ha sido una bendición la ayuda y colaboración de varios de los descendientes de Belloc. He pasado ...
Antes que la luz de la Alborada, Tú, María

Antes que la luz de la Alborada, Tú, María

Desde la eternidad,. antes que los collados y los montes, que las fuentes y el mar, con la primera luz de la alborada, Dios te ...
0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta