El amor y otras idioteces

José Pedro Manglano

INTRODUCCIÓN

Estamos en las primeras décadas del siglo XIII. En Teruel suenan campanas de boda; es el sonido que recibe a un caballero que, exhausto, llega a la villa por la cuesta de la Andaquilla.

Se trata del popularmente conocido como Diego de Marcilla (Juan Martínez de Marcilla según los textos históricos), que regresa rico y famoso tras tomar parte en múltiples batallas.

Diego (o Juan) está enamorado desde niño de Isabel de Segura con un sentimiento correspondido. Pero mientras que ella es de una familia importante, él es hijo segundo de otra más modesta. Sin embargo, el padre de Isabel accede a darle cinco años de tiempo para enriquecerse, tras los cuales y con este requisito podrá desposar a Isabel.

Corre el año 1217. El mismo día que cumple el plazo, Diego regresa a Teruel.

Al poco de llegar, es informado de que el ambiente festivo y engalanamiento de la villa se debe a que Isabel de Segura acaba de desposarse. La presión de la familia y un pretendiente muy principal han acelerado el enlace.

Los sentimientos de Diego son contradictorios: cólera, pesar, desazón, rabia… Decide ir al encuentro de su amada, para escuchar de su boca que se ha casado con Pedro Fernández de Azagra, hermano del señor de Albarracín.

Le pide un beso a Isabel, pero ella se niega porque ahora pertenece a otro hombre. Diego no resiste la negativa, es como si algo se le rompiera por dentro. Cae fulminado al suelo. Ha muerto.

Al día siguiente, las campanas de boda han trocado sus tañidos por los de funeral. Una comitiva triste y silenciosa transporta el cadáver del infortunado amante depositándolo en el templo. Cuando van a comenzar los funerales, sale de entre el gentío una mujer con la cara velada que se acerca al fallecido: es Isabel de Segura.

Destocándose, se acerca a su amado para darle el beso negado en vida, lo deposita en sus fríos labios y se desploma muriendo sobre él. La tradición asegura que murieron de amor, por eso fueron enterrados juntos, y juntos han permanecido hasta hoy.

Así nos cuentan fuentes turolenses la historia de Isabel de Segura (web: Fundación Bodas de Isabel). La tradición nos ha transmitido, también, el veredicto popular: «Los amantes de Teruel, tonta ella y tonto él». Así, para el pueblo, amor e idiotez parecen estar emparentados.

Es cierto que mucha lógica no tienen esta y otras historias de amor. Menos mal —piensan algunos— que el tiempo suele sacar de este estado de idiocia a los enamorados para recuperar el «sentido común», dejándoles como herencia un «sano» escepticismo que, por fin, les devuelve a la «realidad».

Hablando sobre el amor con escritores de novelas, muchos me comentaban que más bien sus libros tratan de los desengaños del amor, de su imposibilidad, de ese sueño y su despertar. Y hablando con pensadores «valientes» de nuestros días, confesaban que el amor es poco más que un consuelo que buscamos los hombres para hacer más soportable esta vida; la razón de la vida no sería el amor —nuestra mayoría de edad ilustrada no puede seguir creyendo en esas abstracciones, que nos hacen huir de la realidad de manera infantil y cobarde— sino en la ciencia, que sí tiene capacidad de procurar mayor felicidad al hombre con sus pasos seguros.

Sí, el amor parece una idiotez. Matizaría: un tipo de idiotez. Si el título que presenta estas páginas dice «el amor y otras idioteces» es por entender que el amor es una idiotez aparte, otro género de idiotez.

Si, de acuerdo con los diccionarios, el idiota es el débil mental que cortó su desarrollo intelectual a temprana edad, el amante —el verdadero amante— es un robusto mental que cortó su desarrollo racional en una de las dimensiones de su vida. El amor sí que aparca la razón, ¡y ay de aquel que no lo haga! Es condición de supervivencia.

El amor existe, sí. Pero existe sólo en aquellos que son capaces de introducirse en una experiencia no-racional. El amor se ahoga si se le encapsula en la razón. El amor corresponde a la persona entera: no es sólo razón, ni sólo sentimiento, ni sólo voluntad… Aunque pueda molestar a nuestra sensibilidad cultural, el amor tiene su propia razón: «son cosas del amor», solemos decir. Sí, el amor, esa realidad misteriosa y corporal, humana y divina, enajenante y personalísima, esclavizante y liberadora… tiene sus cosas: encarna sin remilgos las mayores paradojas de la existencia humana.

En estas páginas hablaremos de seis claves que nos ayudarán a una buena gestión del propio amor, una guía para no perder a quien tú quieres. Seis llaves para entrar en el misterioso hecho del amor, llaves en forma de palabra: ego, amor, pareja, cuerpo, estabilidad, felicidad. Esas seis palabras significan cosas muy distintas según la filosofía con la que cada uno haya formateado su «cabeza». A cada palabra dedicamos un capítulo.


Para activar la descarga es necesario una suscripción. Algunos libros requieren de una suscripción premium.

epub
epub
mobi
mobi
pdf
pdf


Adquiere una suscripción

¿Ya tienes una suscripción?

Ingresa aquí:


DETALLES DE ESTE LIBRO


Más de este autor/tema


Construir el amor

Construir el amor

Se dice que muchos amores fracasan. Pero no. No. Seguro que no. Los niños a todo le llaman cosa. Y por no tener nombres para ...
La llamada

La llamada

UN EXTRAÑO FENÓMENO Todos somos espectadores de un fenómeno universal, algo que viene sucediendo desde hace 2000 años, y que se da en los cinco ...
Siete Domingos a San José

Siete Domingos a San José

Sé devoto del santo Patriarca y recuerda el grande poder que tiene en el cielo. De él dice Santa Tere­sa: "No recuerdo haberle pedido cosa ...
Textos de San Juan Crisóstomo

Textos de San Juan Crisóstomo

San Juan Crisóstomo es el representante más importante de la Escuela de Antioquía y uno de los cuatro grandes Padres de la Iglesia en Oriente ...
365 días con Pablo VI

365 días con Pablo VI

Juan Bautista Montini era hijo de Giorgio Montini y de Giuditta Alghisi, catorce años más joven que su marido. Hija única y huérfana desde muy ...
Antes que la luz de la Alborada, Tú, María

Antes que la luz de la Alborada, Tú, María

Desde la eternidad,. antes que los collados y los montes, que las fuentes y el mar, con la primera luz de la alborada, Dios te ...
Cinco panes y dos peces

Cinco panes y dos peces

Queridos jóvenes: Contemplar un hermoso panorama, las colinas y el mar azul con olas blancas, me hace pensar en Jesús en medio de la multitud ...
La devoción al Sagrado Corazón de Jesús

La devoción al Sagrado Corazón de Jesús

Señalar el objeto de este culto es lo mismo que declarar lo que entendemos con el nombre de Corazón de Jesús. Esta cuestión ya ha ...
Para servir a la Iglesia

Para servir a la Iglesia

El sacramento del Orden, mediante la unción del Espíritu Santo, configura a quien lo recibe con Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote, Cabeza de su Cuerpo ...
El Ángel de la Vida

El Ángel de la Vida

El presente texto es un mensaje en favor de la vida desde la concepción hasta la muerte natural, aquí se hace un recorrido crítico y ...
Pedir Perdón a Dios

Pedir Perdón a Dios

Un esbelto álamo propuso a los árboles del bosque un pensamiento lleno de orgullo: «Hermanos -les dijo-, bien sabéis que la tierra nos pertenece, porque ...
La Divina Misericordia

La Divina Misericordia

1. Santa María Faustina Kowalska, apóstol de la divina Misericordia, conocida actualmente en el mundo entero, ha sido incluida por los teólogos entre los destacados ...
La cuarta copa

La cuarta copa

Jesús de Nazaret fue un hombre de muchos misterios. Habló en parábolas desconcertantes, realizó signos y milagros extraños, y planteó un enigma tras otro. Y ...
Cristología

Cristología

El Hijo de Dios “por nosotros los hombres y por nuestra salvación bajó del cielo y... se encarnó.” Catequesis del 14 de enero de 1987 ...
El viaje de Bilbo

El viaje de Bilbo

La primera obra de ficción de J. R. R. Tolkien, El Hobbit, se ha visto a menudo eclipsada por su otra gran obra épica, El ...
Homilías sobre el Evangelio según San Juan

Homilías sobre el Evangelio según San Juan

Los editores de la presente edición advierten que en las Homilías sobre el evangelio de San Juan nos encontramos con un género de predicación en ...
Cristo, Nuestra Esperanza

Cristo, Nuestra Esperanza

Cristo es la imagen visible del amor del Padre. El que lo ve a él ve al Padre. En él reside la mayor prueba de ...
Meditación sobre la Iglesia

Meditación sobre la Iglesia

SIGNIFICACIÓN PERMANENTE DE UNA «MEDITACIÓN SOBRE LA IGLESIA» Mons. Ricardo Blázquez El padre Henri de Lubac murió a la edad de los grandes patriarcas: colmado ...
El Coraje de ser Católico

El Coraje de ser Católico

En el mundo actual existe una actitud anticatólica manifiesta, de modo que quien desee manifestarse abiertamente como católico, recibirá constantemente críticas y oposiciones, que pueden ...
Dolores y Gozos de San José

Dolores y Gozos de San José

El Papa Juan Pablo II ha afirmado que «las almas más sensibles a los impulsos del amor divino ven con razón en José un luminoso ...
Señor del Mundo

Señor del Mundo

Permítame antes meditar un momento dijo el anciano, acomodándose en su sillón. Percy se reubicó en su silla y esperó, barbilla en mano. Los tres ...
Varios Escritos de Santa Teresita de Jesús

Varios Escritos de Santa Teresita de Jesús

 Inmediatamente después de nuestra muerte, compareceremos ante Dios que nos (¿enviará?) al cielo o al infierno o bien al purgatorio. Sobre la muerte. Podemos morir dentro ...
La Iglesia de los pobres en el Concilio Vaticano II

La Iglesia de los pobres en el Concilio Vaticano II

La temática de la «Iglesia de los pobres» ha resurgido con fuerza renovada después de la elección del papa Francisco, evidenciando una de las características ...
Profecía Cristiana

Profecía Cristiana

¿Qué es un profeta? Un profeta no es un adivino; el elemento esencial del profeta no es la predicción de acontecimientos futuros. El profeta es ...
Los niños y La Eucaristía

Los niños y La Eucaristía

En este librito deseo hacer reflexionar a los niños sobre el gran tesoro de nuestra fe católica, Jesús Eucaristía. Jesús, el mismo Jesús de Nazaret, ...
Guerra y paz

Guerra y paz

Bien. Desde ahora, Génova y Lucca no son más que haciendas, dominios de la familia Bonaparte. No. Le garantizo a usted que si no me ...
Los Siete Sacramentos

Los Siete Sacramentos

En el Bautismo, el individuo es “hundido” en los méritos de Jesús, y muere al hombre puramente carnal para resucitar siendo un hombre espiritual. En ...
La Amistad. Un pensamiento para cada día del año

La Amistad. Un pensamiento para cada día del año

Cada vez resulta más patente que la exaltación de la razón humana en su soledad, aunque pueda estar justificada por motivos históricos comprensibles, está influyendo ...
¿Dios existe?

¿Dios existe?

¿Dios existe?: he ahí la que seguramente es la pregunta más profunda y trascendente de la filosofía. En efecto, la filosofía, sea desde una u ...
La Bondad del Matrimonio

La Bondad del Matrimonio

   Dado que cada persona en concreto es una porción del género humano y la misma naturaleza humana es de condición sociable, síguese de ello ...
Cristo Rey

Cristo Rey

El 11 de diciembre de 1925, los anales de la Iglesia registraron un acontecimiento de trascendencia suma: Su Santidad el Papa Pío XI, en su ...
La flor de la esperanza

La flor de la esperanza

Queridos lectores: Acabo de leer las cartas que se han intercambiado mis queridos amigos Carmen Guaita y Paco Castro. Aún me siento una intrusa... Tengo ...
0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta