Con el corazón en ascuas

coraenascuasas

Henri J. M. Nouwen

Introducción

Todos los días celebro la Eucaristía. Unas veces en mi parroquia, ante cientos de personas; otras en la capilla del Amanecer, con los miembros de mi comunidad; ocasionalmente, en una habitación de hotel con unos cuantos amigos; y otras veces en el salón de la casa de mi padre, solos él y yo. Muy pocos días pasan sin que yo diga: «Señor, ten piedad»; sin mis lecturas diarias y las correspondientes reflexiones; sin pronunciar la profesión de fe; sin compartir el cuerpo y la sangre de Cristo; sin una oración para que el día sea fructífero y propicio…

Sin embargo, no dejo de preguntarme: ¿Sé lo que estoy haciendo? ¿Saben en qué están participando los que se encuentran conmigo alrededor de la mesa? ¿Sucede realmente algo que influya en nuestra vida diaria, aunque nos resulte tan familiar? ¿Y qué decir de los que no están allí con nosotros? ¿Saben lo que es la Eucaristía, la desean o, al menos, piensan alguna vez en ella? ¿Qué relación guarda esta celebración diaria con la vida cotidiana de los hombres y mujeres normales y corrientes, estén presentes o no? ¿Es algo más que una hermosa ceremonia, un rito consolador o una cómoda rutina? Y, finalmente, ¿proporciona la Eucaristía esa vida que tiene el poder de vencer a la muerte?

Todas estas preguntas son muy reales para mí, y siento una constante necesidad de responderlas. Y naturalmente que lo he hecho, aunque las respuestas no parecen tener demasiada consistencia en este mundo en constante cambio. La Eucaristía da sentido a mi existencia en el mundo; pero, a medida que el mundo cambia, ¿sigue la Eucaristía dándole sentido? He leído sobre la Eucaristía muchos libros escritos hace diez, veinte, treinta y hasta cuarenta años. Y, aunque todos ellos contienen ideas muy profundas, ya no me ayudan a experimentar la Eucaristía como el centro de mi vida. Las preguntas de siempre vuelven una y otra vez: ¿cómo puede ser eucarística toda mi vida y cómo puede la celebración diaria de la Eucaristía ayudarme a conseguirlo? Tengo que dar con mi propia respuesta, sin la cual la Eucaristía puede no ser más que una bella tradición.

Estas páginas intentan hablarme a mí mismo y a mis amigos de la Eucaristía y urdir una red de conexiones entre la celebración diaria de la Eucaristía y nuestra experiencia diaria como seres humanos. Comenzamos cada celebración con el corazón contrito y rezando el Kyrie Eleison. Escuchamos la Palabra —las lecturas bíblicas y la homilía—, profesamos nuestra fe, ofrecemos a Dios los frutos de la tierra y del trabajo de los hombres y recibimos de Dios el cuerpo y la sangre de Jesús, y finalmente somos enviados al mundo con la tarea de renovar la faz de la tierra. El acontecimiento eucarístico revela las más profundas experiencias humanas, como la tristeza, la atención a los demás, la invitación, la intimidad y el compromiso. Resume la vida que estamos llamados a vivir en el Nombre de Dios. Sólo cuando reconocemos la riquísima red de conexiones entre la Eucaristía y nuestra vida en el mundo, puede aquélla ser «mundana», y nuestra vida «eucarística».

Como base de mis reflexiones sobre la Eucaristía y la vida eucarística utilizaré la historia de los dos discípulos que iban camino de Emaús y regresaron a Jerusalén. Al ser una historia que habla de pérdida, de presencia, de invitación, de comunión y de misión, contiene los cinco principales aspectos de la celebración eucarística.

Los cinco aspectos mencionados constituyen en su conjunto una dinámica: la que consiste en pasar del resentimiento a la gratitud, es decir, de un corazón endurecido a un corazón agradecido. Mientras que la Eucaristía expresa esta dinámica espiritual de un modo muy sucinto, la vida eucarística nos invita a experimentarla y afirmarla en cada instante de nuestra existencia diaria. En estas páginas espero desarrollar los cinco pasos que van del resentimiento a la gratitud, de tal manera que quede claro que lo que celebramos y lo que estamos llamados a vivir son, en esencia, una misma cosa.


Para activar la descarga es necesario una suscripción. Algunos libros requieren de una suscripción premium.

epub
epub
mobi
mobi
pdf
pdf


Adquiere una suscripción

¿Ya tienes una suscripción?

Ingresa aquí:


DETALLES DE ESTE LIBRO


Más de este autor/tema


El regreso del hijo pródigo

El regreso del hijo pródigo

Un encuentro aparentemente insignificante con un cartel representando un detalle de El Regreso del Hijo Pródigo de Rembrandt hizo que comenzara una larga aventura espiritual ...
Ejercicios Espirituales

Ejercicios Espirituales

Anotaciones para tomar alguna inteligencia en los ejercicios espirituales que se siguen, y  para ayudarse, así el que los ha de dar, como el que ...
Artículos sobre Dios

Artículos sobre Dios

Actitudes cristianas ante Dios Actitudes cristianas ante los demás Ateos en búsqueda Ateos o creyentes? Ateos, agnósticos o idólatras? Dios "online" Dios es comunidad creativa ...
Vida de Santa Catalina de Siena

Vida de Santa Catalina de Siena

Vivía en la ciudad de Siena, en Toscana, un hombre llamado Jácomo, descendiente de la familia de los Benencasa, un hombre sencillo, leal, temeroso de ...
La amistad espiritual

La amistad espiritual

I AUTOR a) Cronología Nacido en la pequeña villa de Hexham en 1110, frecuentó en su niñez las escuelas de los prioratos de Hexham y Durham; ...
Feminidad Pura

Feminidad Pura

Nunca olvidaré el día en que se alejó de mí por última vez. Lo único en lo que podía pensar era que “ese chico se ...
La casa sobre roca

La casa sobre roca

En este libro trato del noviazgo, del matrimonio y de la educación de los hijos. Del noviazgo como escuela de la amistad matrimonial y el ...
Yo creo

Yo creo

«Yo creo». El título mismo de este libro, de cierta incorrección política para un contemporáneo, despierta el interés y parece indicar ya la oportunidad de ...
De María a María: Puerta del Cielo

De María a María: Puerta del Cielo

«Ten siempre el corazón en el cielo y los ojos en el suelo». (Beato Fray Leopoldo de Alpandeire, Granada 1936) La Virgen María fue durante ...
Razones Para El Amor

Razones Para El Amor

Cuando, hace ahora cuatro años, comencé esta aventura de mis «razones», nunca pude imaginar lo que para mí llegarían a significar. Es asombroso: lanzas un ...
San Bernardo Abad (Ilustrado)

San Bernardo Abad (Ilustrado)

—“¿A dónde lleváis a este pobre desgraciado?”. — A la plaza de la Villa para ser ajusticiado. Y Bernardo echándole su capa blanca del Cister ...
Los cuatro amores

Los cuatro amores

«Dios es amor», dice San Juan. Cuando por primera vez intenté escribir este libro, pensé que esta máxima me llevaría por un camino ancho y ...
Por qué soy católico

Por qué soy católico

He sentido la necesidad de escribir algo relacionado con la fe que profeso: "la fe católica". Si bien existen diferentes creencias, religiones, doctrinas, en las ...
Varios Escritos de Santa Teresita de Jesús

Varios Escritos de Santa Teresita de Jesús

 Inmediatamente después de nuestra muerte, compareceremos ante Dios que nos (¿enviará?) al cielo o al infierno o bien al purgatorio. Sobre la muerte. Podemos morir dentro ...
Meditaciones de San Agustín

Meditaciones de San Agustín

Necesitamos ser vigilantes, atentos, animosos y solícitos para indagar y aprender el modo y la manera de poder evitar las penas del infierno y conseguir ...
Homilías del Padre Raniero Cantalamessa

Homilías del Padre Raniero Cantalamessa

En la vida de San Francisco se lee que, después de su conversión, cuando empezó a predicar se iba por aldeas y pueblos, y cuando ...
Aprender a madurar

Aprender a madurar

Desde que nace, el ser humano —varón o hembra— se enfrenta al reto de madurar como persona. Primero, como es lógico, en lo físico; después, ...
La Práctica Liberadora de Jesús

La Práctica Liberadora de Jesús

No se puede pedir al Evangelio lo que él no puede dar. En los tiempos de Jesús no había fábricas de coches, ni organización de ...
Los Sacramentos, Fuente de Vida Eterna

Los Sacramentos, Fuente de Vida Eterna

Hablar de vida cristiana es, sin duda, hablar de sacramentos, de vida sacramental, porque la vida cristiana nace, crece, se desarrolla, y llega a su ...
Jesús y su sombra

Jesús y su sombra

Mis experiencias de estos últimos años se caracterizan por los claroscuros. O, mejor, por la conciencia creciente de los contrastes, entrecruzamientos y superposiciones de las ...
Cuentos

Cuentos

Si bien es en la faceta novelística donde más ha destacado Dostoievski, no es menos cierto que el género del cuento, el periodismo, el relato, ...
«Yo no moriré»

«Yo no moriré»

«Yo no moriré» es un título pretencioso en extremo, pues el dato de la muerte se cumple inexorablemente en cada uno de los humanos: morir ...
Práctica del amor a Jesucristo

Práctica del amor a Jesucristo

El mismo título del libro que presentamos indica claramente su contenido. No es una obra que permanezca en el campo de la teoría: se trata ...
Acercar los hijos a Dios

Acercar los hijos a Dios

Todavía está grabado en mi memoria visual el esplendor de los ojos negros de una madre joven y la mirada que me dirigió cuando, al ...
¿Por qué soy todavía cristiano?

¿Por qué soy todavía cristiano?

No es la primera vez que se habla de esta paradoja: en los siglos en que la iglesia estaba totalmente segura de su misión, de ...
Fernando el Católico

Fernando el Católico

Fernando de Aragón, que ciñó esta corona como el II de este nombre y la de Castilla con el numeral V, gozó durante casi cinco ...
Acompañamiento Espiritual

Acompañamiento Espiritual

Estas reflexiones tuvieron su origen en dos talleres sobre pedagogía pastoral realizados por el autor con un grupo de sacerdotes en Puerto Rico. Debido al ...
San Juan María Vianney - Cómic para Niños

San Juan María Vianney – Cómic para Niños

En 1806, el cura de Ecully, M. Balley, abrió una escuela para aspirantes a eclesiásticos, y Juan Bautista María Vianney fue enviado a ella. Aunque ...
El Jesuita

El Jesuita

PRÓLOGO  Hasta donde mis conocimientos llegan al respecto, esta debe ser la primera vez que un rabino prologa un texto que compila los pensamientos de ...
El arte de ser feliz

El arte de ser feliz

Sufrir a manos llenas La ciencia y la tecnología han logrado primero mitigar y después neutralizar por completo el dolor corporal. Pero éste es un ...
Consecuencias y perdón de los pecados y el bautismos de los niños

Consecuencias y perdón de los pecados y el bautismos de los niños

Por más que pasan sobre mí graves cuidados y tareas enojosas, con que me agobian los pecadores, desertores de la ley divina (aunque también atribuyo ...
0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta