Defensa del cristianismo

John Henry Newman

EN DEFENSA DEL CRISTIANISMO

Cuando de investigación religiosa se trata, nadie tiene derecho a hablar a menos que sea por sí mismo, y sólo en esa medida. Con sus propias experiencias cada cual tiene bastante, pero por cierto que no puede hablar acerca de las de los demás. Claro que si se parte de las experiencias propias, y sólo se atiene a eso, tampoco se podrá establecer una ley general: sólo se las podrá formular como un aporte al conjunto común de los hechos psicológicos. Cada uno sabe qué cosas lo han satisfecho, y bien puede pensar que esas mismas cosas probablemente satisfagan a otros. Pues si alguno cree alguna cosa y está seguro de ella, así también dará por sentado que aquella verdad se impondrá al espíritu de otros también, puesto que la verdad es única. Y de hecho, indudablemente cada cual piensa que aquello que personalmente lo convence (incluso concediendo que hay mentes diferentes y modos distintos de expresarse) seguramente otros, por las mismas razones que uno, también se convencerán. Puede que haya muchas excepciones, pero siempre serán pasibles de alguna explicación.

Mucha gente se resiste a indagar y deja de lado todo este asunto de la religión. Otros no son lo suficientemente serios como para que les importen estas cuestiones acerca de la verdad y de sus obligaciones ni tampoco las consideran; y a una buena cantidad de ellos, por razón de su talante intelectual o por ausencia de dudas, o por tener un intelecto adormilado, ni se les ocurre indagar por qué creen, ni siquiera qué cosa creen. Y muchos, aunque intentaran explicarlo, no lograrían hacerlo de manera satisfactoria.

Por lo tanto, no hay razón para que nadie se inquiete si con toda honestidad uno intente dejar sentado su propio parecer acerca de las evidencias que demuestran que su religión es verdadera? cosa que en principio puede ser tomado como un punto de vista más, entre muchos otros, todos contrarios entre sí. Pero sea como fuere, quien así se empeñe, tratará de poner de manifiesto la evidencia primaria de que está en lo cierto; y además, si tiene presente el testimonio de quienes están de acuerdo con él, cuenta con un segundo andarivel de evidencias. Ahora, la fuerza de sus razones estriba en esto primero que infiere de sus propios pensamientos; y eso es lo que el mundo tiene derecho a pedirle: que diga cuáles son. De tal modo que la verdadera sobriedad y la verdadera modestia no consiste en reforzar sus ideas y conclusiones apelando a razonamientos científicos, sino en dejar claramente dicho cuáles son para él los fundamentos de su fe en la religión natural y revelada: está obligado a establecer cuáles son los fundamentos que tiene por tan sólidos que está convencido de que otros, con sólo indagar un poco o escuchar su exposición con atención bastante, implícita o sustancialmente, de una manera u otra, le prestarán su adhesión.

Pero lo esencial está en esto, en que la incumbencia de cada cual está en hablar por sí mismo. Así habla como los compatriotas de la samaritana cuando Nuestro Señor estuvo entre ellos durante un par de días: “Ya no creemos a causa de tus palabras; nosotros mismos lo hemos oído, y sabemos que Él es verdaderamente el Salvador del mundo” (Jn. IV:42).


Para activar la descarga es necesario una suscripción. Algunos libros requieren de una suscripción premium.

epub
epub
mobi
mobi
pdf
pdf


Adquiere una suscripción

¿Ya tienes una suscripción?

Ingresa aquí:


DETALLES DE ESTE LIBRO


Más de este autor/tema


Rosa Mística

Rosa Mística

La Palabra eterna decretó descender a la tierra y no lo hizo sólo a medias, sino que lo hizo para ser un hombre como todos ...
Dolores y Gozos de San José

Dolores y Gozos de San José

El Papa Juan Pablo II ha afirmado que «las almas más sensibles a los impulsos del amor divino ven con razón en José un luminoso ...
El Silencio de Dios

El Silencio de Dios

Este libro es un testimonio. No «al sol que más calienta», sino a los astros que fueron ayer estrellas fijas de nuestro destino y que ...
Carta apostólica Mane nobiscum Domine

Carta apostólica Mane nobiscum Domine

1. «Quédate con nosotros, Señor, porque atardece y el día va de caída» (cf.Lc 24,29). Ésta fue la invitación apremiante que, la tarde misma del día ...
Toma tu vida en tus manos

Toma tu vida en tus manos

Estas notas o frases clasificadas, con mayor o menor acierto, fueron pensadas y escritas como “apuntes para mis amigos”. Esta intención justifica la elección de ...
Madre M. Riccarda Beauchamp Hambrough

Madre M. Riccarda Beauchamp Hambrough

SOY FELIZ de poder presentar la primera biografía de nuestra amadísima e inolvidable Madre M. Riccarda Beauchamp Hambrough (+1966). Entre nosotras, hijas de Santa Brígida ...
San Bruno Patriarca de los cartujos (Ilustrado)

San Bruno Patriarca de los cartujos (Ilustrado)

Bruno era muy joven cuando salió de su patria, Colonia, para ir a estudiar a Francia, donde había un famoso centro de formación en Reims ...
Joaquín Navarro-Valls, el portavoz

Joaquín Navarro-Valls, el portavoz

Rafael Navarro-Valls ESTE ES UN LIBRO DE TESTIMONIOS. Testimonios de personas que conocieron y trataron a mi hermano Joaquín y desean dejar constancia de sus ...
El Padre Pío

El Padre Pío

El misterio del Padre Pío «¡Mirad qué fama ha tenido, qué clientela mundial ha reunido en torno a sí! ¿Por qué? ¿Quizá porque era filósofo ...
Obras de San Agustín Tomo XXIV

Obras de San Agustín Tomo XXIV

Fecha: Día de Navidad. Posterior al 411-412. 1. Un año más ha brillado para nosotros —y hemos de celebrarlo— el nacimiento de nuestro Señor y ...
El Último Exorcista

El Último Exorcista

Pido disculpas a los lectores si, después de haber escrito tantos libros sobre Satanás y los exorcismos, me atrevo una vez más a presentarles uno ...
Ignacio de Loyola y las mujeres

Ignacio de Loyola y las mujeres

En la trayectoria vital de Ignacio de Loyola (h. 1491-1556) numerosas mujeres desempeñaron un papel fundamental a través de su constante e incansable apoyo anímico ...
Ensayo sobre vida y espiritualidad

Ensayo sobre vida y espiritualidad

No son pocos los pensadores que en la segunda mitad del siglo pasado constataron que la sociedad moderna ha debilitado, de modo dramático, las fuerzas ...
Doce parábolas cimarronas

Doce parábolas cimarronas

Hemos desglosado estas doce parábolas en diálogo de nuestro libro Las Parábolas de Cristo, por aconsejarlo la conveniencia editorial —⁠y también literaria. En ese libro ...
El amor y otras idioteces

El amor y otras idioteces

Estamos en las primeras décadas del siglo XIII. En Teruel suenan campanas de boda; es el sonido que recibe a un caballero que, exhausto, llega ...
San Pío de Pietrelcina y su ángel custodio

San Pío de Pietrelcina y su ángel custodio

  San Pío de Pietrelcina es un santo místico y estigmatizado que tuvo una comunicación frecuente y familiar con su ángel custodio. Es por esto ...
Creer con el corazón

Creer con el corazón

Lo mismo que la vida física, la vida cristiana tiene que crecer, profundizarse y dar fruto abundante. Y esto no se logra sino cuando los ...
El Cardenal Pie: Lucidez y coraje al servicio de la Verdad

El Cardenal Pie: Lucidez y coraje al servicio de la Verdad

Para sostener y animar a sus discípulos en medio de las incomprensiones y persecuciones que esperan a todo fiel pregonero de la verdad, San Pablo ...
La bendición de la Navidad: Meditaciones

La bendición de la Navidad: Meditaciones

Del prólogo de los autores Los artículos que presentamos compilados en este opúsculo surgieron con diferentes ocasiones durante el Adviento y el tiempo de Navidad ...
La sabiduría del padre Brown

La sabiduría del padre Brown

La consulta del doctor Orion Hood, el eminente criminólogo y especialista en ciertos desordenes morales, tenía vista al mar y estaba situada en Scarborough. Desde ...
¿Quién es Jesús?

¿Quién es Jesús?

Todos cuantos conocieron a Jesús hace veinte siglos en Palestina se hacían la misma pregunta: ¿quién es este hombre?, ¿de dónde ha salido? La gente ...
Caminar sobre las aguas

Caminar sobre las aguas

La cultura nos envuelve como el aire. No podemos respirar sin respirarla. Por todos nuestros sentidos se adentra en nuestra intimidad. Se hace caricia sobre ...
Tolkien, hombre y mito

Tolkien, hombre y mito

Cuando El Señor de los Anillos de Tolkien fue escogido el «mejor libro del siglo» en una encuesta nacional llevada a cabo a principios de ...
Nuestra Madre

Nuestra Madre

Este año volvía a ver a Monseñor Fulton J. Sheen en la noche de un martes, a las ocho y media. Todas las semanas escuchan ...
Palabras para el camino

Palabras para el camino

 Ser cristiano es ir de camino. El Papa Francisco nos dice: “Dios nos quiere de pie… y caminando”. Vamos de camino, siguiendo las huellas de ...
Señor del Mundo

Señor del Mundo

Permítame antes meditar un momento dijo el anciano, acomodándose en su sillón. Percy se reubicó en su silla y esperó, barbilla en mano. Los tres ...
El enigma de la belleza. Ensayos estéticos

El enigma de la belleza. Ensayos estéticos

Nos impresiona observar cuántas formas hay de belleza, y cómo nos elevan el ánimo y nos reconcilian con la vida en momentos de desánimo, cuando ...
Dios tiene una O

Dios tiene una O

Los cristianos tibios, los que sólo rezan en la iglesia, se creen que el Hijo de Dios es una imagen en una hornacina, y que ...
Ignacio de Loyola La Aventura de un Cristiano

Ignacio de Loyola La Aventura de un Cristiano

Se trata de la aventura de san Ignacio de Loyola. De su aventura como cristiano. No es, pues, una biografía de Iñigo, aunque tiene no ...
Cartas de San Antonio del desierto

Cartas de San Antonio del desierto

Saludo a vuestra caridad en el Señor. Hermanos, juzgo que hay tres clases de personas entre aquellas a quienes llama el amor de Dios, hombres ...
Carta Apostólica Spiritus Domini

Carta Apostólica Spiritus Domini

Al querido hijo Juan M. Lasso de la Vega, Superior general de la Congregación del Santísimo Redentor. "El Espíritu del Señor está sobre mí; por ...
0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta