Gilbert Keith Chesterton

TESTIMONIO DE OÍDAS

Doblegado ante la autoridad y la tradición de mis mayores por una ciega credulidad habitual en mí y aceptando supersticiosamente una historia que no pude verificar en su momento mediante experimento ni juicio personal, estoy firmemente convencido de que nací el 29 de mayo de 1874, en Campden Hill, Kensington, y de que me bautizaron según el rito de la Iglesia anglicana en la pequeña iglesia de St. George, situada frente a la gran Torre de las Aguas que dominaba aquella colina. No pretendo que exista ninguna relación significativa entre ambos edificios y niego rotundamente que se eligiera aquella iglesia porque yo necesitara para convertirme en cristiano toda la energía hidráulica del oeste de Londres.

Sin embargo, como contaré a continuación, la gran Torre de las Aguas habría de tener un papel significativo en mi vida; pero mientras que esa historia está relacionada con mi propia experiencia, mi nacimiento (como ya he dicho) es un incidente que acepto, como cualquier pobre campesino ignorante, sólo porque me ha sido transmitido verbalmente. Y antes de abordar cualquiera de mis experiencias personales, estará bien dedicar este breve capítulo a unos cuantos datos de mi familia y entorno, que me han llegado de forma igualmente precaria como simples testimonios de oídas. Por supuesto que lo que muchos llaman testimonio de oídas, o lo que yo llamo testimonio humano, podría cuestionarse en teoría, como en la controversia baconiana o en gran parte de la discusión teológica. La historia de mi nacimiento podría ser falsa. Podría ser el heredero, perdido durante tanto tiempo, del Sacro Imperio Romano o un niño abandonado por unos rufianes de Limehouse en el umbral de una casa de Kensington que en su madurez desarrolló una abominable herencia criminal. Algunos de los métodos escépticos aplicados al origen del mundo podrían aplicarse a mi origen, y un investigador serio y riguroso llegaría a la conclusión de que yo no había nacido jamás. Pero prefiero pensar que el sentido común es algo que mis lectores y yo compartimos, y que serán pacientes con el aburrido sumario de los hechos.

Nací de padres respetables pero honestos, es decir, en un mundo en el que la palabra «respetabilidad» aún no era sólo un insulto, sino que todavía conservaba una débil conexión filológica con la idea de ser respetado. Es cierto que, incluso en mi propia juventud, el sentido de la palabra ya había comenzado a cambiar, según se desprendía de una conversación entre mis padres en que usaban el término en sus dos acepciones. Mi padre, un hombre sereno, con humor y muchas aficiones, comentó de pasada que le habían pedido que formara parte de la junta parroquial, lo que por aquel entonces se llamaba The Vestry. Al oírlo, mi madre, que era más rápida, inquieta y en general más radical en sus impulsos, lanzó una especie de alarido de dolor y dijo: «¡Oh Edward, no lo hagas! ¡Te volverás respetable! Nunca hemos sido respetables y no vamos a empezar a serlo ahora». Y recuerdo cómo mi padre le respondió apacible: «Querida, dibujas un panorama bastante sombrío de nuestras vidas cuando dices que no hemos sido respetables ni un solo momento». Los lectores de Orgullo y Prejuicio percibirán algo de Mr. Bennet en mi padre, pero, en cambio, no hallarán nada de Mrs. Bennet en mi madre.

En fin, lo que quiero decir es que mi familia pertenecía a esa anticuada clase media inglesa en la que un hombre de negocios podía estar ocupado en sus propios asuntos. No tenían ni el más ligero atisbo de lo que sería nuestra posterior y dominante visión del comercio, de esa concepción más avanzada y aventurada en la que se supone que un hombre de negocios puede rivalizar, arruinar, destrozar, absorber y tragarse los negocios de cualquiera. Mi padre era un liberal de la escuela anterior a la aparición del socialismo; daba por sentado que cualquier persona cuerda creía en la propiedad privada, aunque él no se preocupara de poner en práctica estos presupuestos cuando creó su propia empresa. Era uno de esos individuos que siempre tienen suficiente éxito, pero que son poco emprendedores en la acepción moderna del término. Mi padre estaba al frente de una agencia inmobiliaria y de topógrafos, radicada en Kensington, que pertenecía a la familia desde hacía unas tres generaciones. Recuerdo la especie de patriotismo localista que ello suscitaba y la ligera renuencia en los miembros mayores cuando los más jóvenes propusieron por primera vez que deberían abrirse sucursales fuera de Kensington. Esta particular suerte de discreto orgullo era muy característica de aquellos antiguos hombres de negocios, y recuerdo que, en cierta ocasión dio lugar a una comedia de malentendidos que difícilmente habría podido ocurrir de no haber existido aquella secreta autocomplacencia ante cualquier exaltación de lo local. El incidente ofrece más de un indicio del tono y la conversación de aquellos lejanos días.


Para activar la descarga es necesario una suscripción. Algunos libros requieren de una suscripción premium.

epub
epub
mobi
mobi
pdf
pdf


Adquiere una suscripción

¿Ya tienes una suscripción?

Ingresa aquí:


DETALLES DE ESTE LIBRO


Más de este autor/tema


El Napoleón de Notting Hill

El Napoleón de Notting Hill

Observaciones preliminares sobre el arte de la profecía El género humano, al que muchos de mis lectores pertenecen, ha jugado desde siempre a juegos de ...
Ortodoxia

Ortodoxia

  La única justificación posible para este libro, consiste en ser la respuesta a un desafío. Hasta un mal tirador se dignifica aceptando un duelo ...
El hombre eterno

El hombre eterno

En algún pasaje de su suculenta Autobiografía. Chesterton nos confiesa que su acercamiento a la Iglesia católica fue primeramente una expresión de curiosidad. La execración ...
La eugenesia y otras desgracias

La eugenesia y otras desgracias

Publico hoy estos artículos por un motivo especial, relacionado con la presente situación; motivo que quiero subrayar y dejar bien claro. La mayoría de las ...
Biografía de San Francisco de Asís

Biografía de San Francisco de Asís

El siglo XIII se abre con el resplandor de un sol que lo ilumina y que se proyectará en los siglos posteriores. En ese siglo ...
Lo que está mal en el mundo

Lo que está mal en el mundo

Todo libro de investigación social moderna tiene una estructura de algún modo muy definida. Empieza por regla general con un análisis, con estadísticas, tablas de ...
El fin de una época

El fin de una época

Este volumen es el primero de una larga serie que, si Dios nos da vida y salud, nos hemos propuesto firmemente publicar, como iniciativa del ...
Tres relatos del padre Brown

Tres relatos del padre Brown

Max Pemberton expone el enigma del caso Donnington El siguiente relato sobre el caso Donnington ha sido escrito según las notas originales que tomó el ...
El Hombre que sabía demasiado

El Hombre que sabía demasiado

Harold March, el nuevo y renombrado periodista político, paseaba con aire decidido por una meseta en la que, desde hacía tiempo, se iban sucediendo por ...
Manalive

Manalive

Manalive trata la eterna lucha del hombre científico empirista enfrentado al hombre religioso metafísico. El cálculo sobre la realidad contra lo mágico de la realidad ...
El hombre que fue jueves

El hombre que fue jueves

El barrio de Saffron Park —Parque de Azafrán— se extendía al poniente de Londres, rojo y desgarrado como una nube del crepúsculo. Todo él era ...
La esfera y la cruz

La esfera y la cruz

La nave voladora del profesor Lucifer silbaba atravesando las nubes como dardo de plata; su quilla, de límpido acero, fulgía en la oquedad azul oscuro ...
El Club De Los Negocios Raros

El Club De Los Negocios Raros

Se diría que Rabelais, o su fantástico ilustrador, Gustave Doré, han tenido algo que ver en la creación y trazado de los pisos de las ...
El secreto del padre Brown

El secreto del padre Brown

Flambeau, que en un tiempo fue el criminal más famoso de Francia y más tarde detective privadísimo en Inglaterra, hacía ya, por el presente, bastante ...
El escándalo del padre Brown

El escándalo del padre Brown

No sería honesto contar las aventuras del padre Brown sin admitir que una vez estuvo envuelto en un gran escándalo. Todavía existen personas, quizás entre ...
Los hizo varón y mujer

Los hizo varón y mujer

El amor humano matrimonial es una de las maravillas salidas de las manos de Dios. Es la unión de un hombre y una mujer para ...
Artículos sobre Dios

Artículos sobre Dios

Actitudes cristianas ante Dios Actitudes cristianas ante los demás Ateos en búsqueda Ateos o creyentes? Ateos, agnósticos o idólatras? Dios "online" Dios es comunidad creativa ...
Investigación sobre María

Investigación sobre María

Aún no ha amanecido del todo y varias decenas de personas ateridas aguardan, hablando quedamente, y restregándose de cuando en cuando las manos. Muchos sonríen ...
San Josemaría Escrivá: Crónica de un sueño

San Josemaría Escrivá: Crónica de un sueño

Presentación: Josemaría Escrivá, hombre de contrastes Pilar Urbano Cuando afronté la biografía de Josemaría Escrivá de Balaguer, El hombre de Villa Tevere, mi inquietud interior ...
La edad de oro de los padres de la Iglesia (PDF)

La edad de oro de los padres de la Iglesia (PDF)

Con el nombre de Edad de Oro de los Padres se designa el largo período que se abre con el Concilio de Nicea (año 325) ...
La cuarta copa

La cuarta copa

Jesús de Nazaret fue un hombre de muchos misterios. Habló en parábolas desconcertantes, realizó signos y milagros extraños, y planteó un enigma tras otro. Y ...
Lo que está mal en el mundo

Lo que está mal en el mundo

Todo libro de investigación social moderna tiene una estructura de algún modo muy definida. Empieza por regla general con un análisis, con estadísticas, tablas de ...
Una Visita de Dios

Una Visita de Dios

Uno de los enigmas más inquietantes que la Humanidad ha tenido siempre ante sí es el sufrimiento. ¿Por qué sufrimos?, ¿por qué sufrimos tanto? ¿por ...
Escritos Catequísticos

Escritos Catequísticos

La primera cosa necesaria al cristiano es la fe, sin la cual nadie puede llamarse fiel cristiano. La fe proporciona cuatro bienes. Primero: Por la ...
Las campanas tocan solas

Las campanas tocan solas

José María Pérez Lozano amaba el cine y la prensa. Conocía su enorme capacidad y sus riesgos. Compuso, incluso, una Oración por el cine. Sabía ...
Patrología I y II

Patrología I y II

La Patrología es aquella parte de la historia de la literatura cristiana que trata de los autores de la antigüedad que escribieron sobre temas de ...
La manipulación del hombre a través del lenguaje

La manipulación del hombre a través del lenguaje

Estudio de los recursos manipuladores y del antídoto contra los mismos Este curso es el primero de una serie destinada a exponer de modo accesible ...
Sobre la música

Sobre la música

1. San Agustín y las «disciplinas» Por el mismo tiempo en que estuve en Milán, dispuesto a recibir el bautismo, hice también el intento de ...
El sacrificio de la Misa

El sacrificio de la Misa

CUESTIONES PRELIMINARES SOBRE EL MISMO SACRIFICIO DE LA MISA I. Qué clase de sacrificio es la Misa. Aunque muchos eran los sacrificios en la antigua ...
Santa Hildegarda y su visión del anticristo

Santa Hildegarda y su visión del anticristo

El estudio de los textos de Santa Hildegarde (monja benedictina y mística del siglo XII) es inexistente de nuestro medio. Esos textos son además desconocidos, ...
Ver o perecer mística de ojos abiertos

Ver o perecer mística de ojos abiertos

Las épocas de grandes cambios que han estremecido a los pueblos y a la Iglesia han sido también tiempos de grandes místicos que han percibido ...
Teología de la Renovación Carismática

Teología de la Renovación Carismática

Cuando yo era un rapacín, por los años cuarenta arriba, poco después de la guerra civil española, corría alegre por mi pueblo, una pequeña aldea ...
Diario Espiritual de Sor Isabel de la Trinidad

Diario Espiritual de Sor Isabel de la Trinidad

Lunes 30 de enero [1899]  He tenido hoy la alegría de ofrecer a mi Jesús varios sacrificios sobre mi defecto dominante, ¡pero cuánto me han ...
Tratado I sobre el Evangelio de San Juan

Tratado I sobre el Evangelio de San Juan

1. Cuando reparo en lo que hemos leído en el texto de la Epístola, que el hombre animal no puede entender las cosas que son ...
Escoto

Escoto

Una biografía enigmática: de la historia a la leyenda Las vidas de los autores medievales muy a menudo se nos escapan incluso en sus detalles ...
365 días con Juan Pablo II

365 días con Juan Pablo II

Karol Wojtyla nace en Wadowice, a 50 kilómetros de Cracovia, el 18 de mayo de 1920. Tras el bachillerato, huérfano de madre, se muda con ...
Señor del Mundo

Señor del Mundo

Permítame antes meditar un momento dijo el anciano, acomodándose en su sillón. Percy se reubicó en su silla y esperó, barbilla en mano. Los tres ...
La Cena del Cordero

La Cena del Cordero

Este notable libro reúne varias poderosas realidades espirituales, todas ellas importantes para el creyente cristiano y aparentemente tan diversas, que en una consideración superficial se ...
Acercar los hijos a Dios

Acercar los hijos a Dios

Todavía está grabado en mi memoria visual el esplendor de los ojos negros de una madre joven y la mirada que me dirigió cuando, al ...
¿En qué creen los que no creen?

¿En qué creen los que no creen?

El diálogo epistolar entre el cardenal Cario María Martini y Umberto Eco, que ocupa la primera parte del presente libro, dio comienzo en el primer ...
Las Bienaventuranzas

Las Bienaventuranzas

I El Evangelio nos precede Las “Bienaventuranzas” constituyen el prólogo del “Sermón de la Montaña”, que tiene en el Evangelio una importancia capital. Una multitud ...
Feminidad Pura

Feminidad Pura

Nunca olvidaré el día en que se alejó de mí por última vez. Lo único en lo que podía pensar era que “ese chico se ...
Gaudium Et Spes

Gaudium Et Spes

Unión íntima de la Iglesia con la familia humana universal 1. Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de ...
La inmortalidad del alma

La inmortalidad del alma

Contiene este libro el conjunto de razones sobre la inmortalidad del alma, así como la solución de las dificultades que se presentan. Primera razón por ...
La Misa en cámara lenta

La Misa en cámara lenta

Si llego a contar con un público lector, mucho me temo que este libro constituirá una prueba severa para su paciencia. Que un sacerdote exhiba ...
0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta