Todo comenzó en Galilea

Francisco J. Castro Miramontes

Prólogo

Tal vez cuando hace unas semanas inicié este viaje a Tierra Santa, no imaginaba el lindo recuerdo que de él acabaría teniendo. Comenzaba sin saberlo una visita a mi propia historia, un viaje sin museos ni fotografías, una breve parada en mi vida para reajustar el compás de mi rumbo.

¿Qué hago en Tierra Santa, qué busco aquí?, me pregunté en medio del mar de Galilea. Tardé en descubrirlo, o tal vez aún sigo buscando el sentido del viaje…

Me encontraba en el punto más bajo de la tierra, en Holy Land, en la Tierra Prometida (¡Jesús, cuántos nombres tiene Tierra Santa!), y la insaciable turista que hay en mí buscaba importantes obras de arte que analizar, altos edificios de renombrados arquitectos y jardines de caprichosos rincones románticos que atesoraban leyendas milenarias.

Sin duda, Tierra Santa era en este sentido una gran decepción. Ningún músico errante arrancaba ecos a los entresijos de sus callejuelas, los pinceles de artistas vagabundos habían cedido paso a las metralletas militares, las grandes avenidas de tiendas glamurosas sucumbían aquí al desorden estrepitoso de confusas multitudes.

Pronto mis valores occidentales se acostumbraron a la tensa tranquilidad del entorno, a su ruda convivencia y a la silenciosa subyugación sometida. Como ante un espejo, me abandoné primero a la contemplación externa y, pronto, a la interna. Fue entonces cuando cambió realmente mi percepción de Tierra Santa.

Este viaje era principalmente un camino interior, un recorrido introspectivo en el que dejarse mecer por sentimientos. La pequeña superficie geográfica era la excusa perfecta para recrearme balanceándome al ritmo de mis propias emociones: alegría en la gruta de la Anunciación, soledad en el huerto de Getsemaní y amarga injusticia en la subida al Sepulcro.

Despacito, al ritmo cadencioso de mis pasos, en la compañía impagable de verdaderos amigos del alma, se liberaban sentimientos de mi propio recuerdo.

Desandando los paisajes, contemplando los amaneceres, admirando crepúsculos o bañándome en las mismas aguas que un día fueron escenario de un ejemplo de verdadero amor, busqué impedir que el recuerdo de alguien irrepetible pudiera borrarse, o quizá sólo conseguir que la memoria atara su recuerdo a mi vida para siempre.

Sin duda, después de haber viajado al tenso centro de la Paz mundial, nada sigue siendo lo mismo.

Han transcurrido varias semanas y el recuerdo sigue vivo, porque de alguna forma no deseo abandonarlo. Me he anclado voluntariamente en mis vivencias, en la profunda quietud de aquel lago enorme. Si cierro los ojos recuerdo la belleza de chispeantes destellos que el sol arrancaba a las inamovibles aguas del mar de Galilea. Si ensordezco mis oídos, recupero el sonido del silencio que se impuso una vez se detuvieron los motores de nuestro barco de madera. ¡El sonido del silencio! No había susurros de vientos, ni revoltosas vegetaciones en los yermos paisajes del entorno; faltaban otras naves en aquellas tempranas horas y ni siquiera las pacíficas aguas del Jordán golpearon el casco de nuestra embarcación. Sólo profundo silencio.

En ese paisaje se puede hablar fácilmente con Dios, porque se escuchan los pensamientos.

Días después, en el enorme alboroto de Getsemaní, me abandoné a la soledad. Aquella preciosa ladera poblada de olivos resultaba agradable a los ojos, pero el estrepitoso tráfico y el vocerío la hacían imposible… Quiso entonces la Providencia regalarme soledad y fui invitada a disfrutar del reservado huerto franciscano en compañía de mi bien querida Teo. Entramos sigilosamente y sin llamar la atención, no fueran a retirarnos el privilegio obsequiado. Sentadas en un pequeño banco de troncos, nos abandonamos a nuestros pensamientos.

¿Cómo sería una noche entre los olivos? ¿Con luna o tal vez sin luz? ¿Cuánto frío se podría sentir? ¿Cuánto miedo? Me entretuve contemplando las olivas de las ramas y, mientras el sol radiante inundaba el huerto, comencé a recoger los frutos caídos al pie de sus árboles. Todavía confío en que broten sus yemas entre los algodones húmedos en los que las he regado, en otro intento de amarrar mis recuerdos.

Fue bello mi viaje e intensas mis emociones. Al cobijo de las sabias palabras de fray Paco, recuperé los pasajes bíblicos en sus precisos escenarios y ahora, al hilo de la tinta de su pluma, permíteme invitarte a emprender tu viaje personal, un viaje a tu propia historia, un viaje sin museos ni fotografías, una breve parada en tu vida para reajustar el compás de tu rumbo.

María del Pilar Castro Gigirey


Para activar la descarga es necesario una suscripción. Algunos libros requieren de una suscripción premium.

epub
epub
mobi
mobi
pdf
pdf


Adquiere una suscripción

¿Ya tienes una suscripción?

Ingresa aquí:


DETALLES DE ESTE LIBRO


Más de este autor/tema


La flor de la esperanza

La flor de la esperanza

Queridos lectores: Acabo de leer las cartas que se han intercambiado mis queridos amigos Carmen Guaita y Paco Castro. Aún me siento una intrusa... Tengo ...
Dar de beber al sediento: La vida como valor supremo

Dar de beber al sediento: La vida como valor supremo

[...] muéstrate piadoso y clemente, porque, aunque los atributos de Dios todos son iguales, más resplandece y campea, a nuestro ver, el de la misericordia ...
Al encuentro de la vida

Al encuentro de la vida

Nuestra condición de peregrinos pertenece a este mundo que pasa. Caminamos, a través del encuentro con nosotros mismos, hacia el encuentro con Dios. Caminamos. «Hacemos ...
La sabiduría de la humildad

La sabiduría de la humildad

Algunas personas nacen con el don de la pintura, otras con la capacidad para realizar hermosas esculturas, pero aquí vamos a descubrir a alguien capaz ...
Divina Comedia de Dante (explicación)

Divina Comedia de Dante (explicación)

Poeta italiano de ascendencia güelfa y burguesa, Dante Alighieri fue el máximo representante del Dolce Stil Nuovo que ya iniciara su amigo y maestro Cavalcanti, ...
Teología del Cuerpo

Teología del Cuerpo

(5-IX-79/9-IX-79) «El Creador al principio los hizo hombre y mujer» (Mt 19,4; Mc 10,6) 1. Desde hace algún tiempo están en curso los preparativos para ...
El Espíritu Santo y su tarea

El Espíritu Santo y su tarea

  En la Sagrada Biblia, en los Hechos de los Apóstoles (19, 2), leemos que San Pablo fue a la ciudad de Efeso, en Asia ...
El Papa Francisco: Claves de su pensamiento

El Papa Francisco: Claves de su pensamiento

En su intervención en las congregaciones generales previas al Cónclave, el cardenal Jorge Mario Bergoglio trazó en breves frases la necesidad de evangelizar el mundo ...
Los trastornos de la personalidad como causa de nulidad matrimonial

Los trastornos de la personalidad como causa de nulidad matrimonial

¿Qué es la personalidad?. Cuando hablamos de trastornos de la personalidad nos referimos a aquellos casos en los que esta se ha ido desarrollando de ...
El Abandono confiado a la Divina Providencia

El Abandono confiado a la Divina Providencia

Una de las verdades mejor establecidas y de las más consoladoras que se nos han revelado es que nada nos sucede en la tierra, excepto ...
Forja

Forja

  Aquella madre -santamente apasionada, como todas las madres ¡a su hijo pequeño le llamaba: su príncipe, su rey, su tesoro, su sol. Yo pensé ...
Carta Encíclica Lumen Fidei

Carta Encíclica Lumen Fidei

  La luz de la fe: la tradición de la Iglesia ha indicado con esta  expresión el gran don traído por Jesucristo, que en el ...
El Silencio del Músico

El Silencio del Músico

Se ha comprobado desde hace mucho que una de las mas viejas enfermedades de los líderes cristianos, es robarse la escalera con la que subieron ...
El Dios de la perplejidad

El Dios de la perplejidad

Los autores de esta obra tienen varias cosas en común: ambos son creyentes, uno musulmán y otro cristiano; ambos aman la palabra esencial y por ...
Caminando tras Jesús

Caminando tras Jesús

En este año de 2018, Dios nos sigue buscando, llamando, y hasta interpelando como lo a hecho desde el principio cuando llamó a Adan y ...
Llama de Amor viva A

Llama de Amor viva A

 Alguna repugnancia he tenido, muy noble y devota señora, en declarar estas cuatro canciones que Vuestra Merced me ha pedido, por ser de cosas tan ...
La Inquisición: Un tribunal de misericordia

La Inquisición: Un tribunal de misericordia

Confieso al lector bien dispuesto que cuando Cristian Rodrigo Iturralde tuvo la deferencia de remitirme los primeros avances de su minuciosa investigación, supuse que se ...
Fuga y retorno de Teresa de Ávila

Fuga y retorno de Teresa de Ávila

Mi curiosidad por Teresa de Ávila es una rica herencia recibida de una profunda amistad. Cuando Martín me hablada de la Santa, notaba que se ...
Así le vieron

Así le vieron

En los últimos años, la prensa de distintos países ha publicado numerosos artículos en torno a Monseñor Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei. Estos ...
Caminar sobre las aguas

Caminar sobre las aguas

La cultura nos envuelve como el aire. No podemos respirar sin respirarla. Por todos nuestros sentidos se adentra en nuestra intimidad. Se hace caricia sobre ...
Desde el fin de la primera pascua hasta la prisión de Juan Bautista Tomo V

Desde el fin de la primera pascua hasta la prisión de Juan Bautista Tomo V

Desde Betania, donde Jesús estuvo algún tiempo como oculto, se dirigió al bautisterio, cerca de Ono. Los arreglos que allí se habían hecho los custodiaba ...
El Libro de la vida

El Libro de la vida

Ángela de Foligno, por los altos quilates de sus experiencias místicas y de su doctrina, ha sido proclamada "maestra de los maestros", "maestra de los ...
Caminando hacia el Padre

Caminando hacia el Padre

1. El tema sobre el que estamos reflexionando en este último año de preparación para el jubileo, es decir, el camino de la humanidad hacia ...
San Miguel Arcángel de Dios

San Miguel Arcángel de Dios

A Mikael, o sea al Arcángel San Miguel, le compete un papel preponderante en los tiempos que vivimos. Tratemos, pues, de desentrañar, a la luz ...
Rezar con Alvaro del Portillo

Rezar con Alvaro del Portillo

Vocación a la santidad El Señor quiere, para la generalidad de los hombres, que cada uno, en las circunstancias concretas de su propia condición en ...
Peregrinar por fuera y por dentro

Peregrinar por fuera y por dentro

Tienes entre tus manos una propuesta para acompañarte en el camino que quizás estás comenzando. Es un itinerario, y al tiempo son muchos, como muchos ...
Habla un exorcista

Habla un exorcista

  Me es muy grato formular aquí algunas observaciones para predisponer a la lectura del libro del padre Gabriele Amorth, desde hace varios años valioso ayudante mío ...
Por los ojos de Shakespeare: La clave católica oculta en su literatura

Por los ojos de Shakespeare: La clave católica oculta en su literatura

CÓMO LEER A SHAKESPEARE (O A CUALQUIERA) Como ocurre con todas las cosas, lo mejor será comenzar por lo básico. Antes de poder entender cómo ...
Ronald Knox

Ronald Knox

Para convertirse en una celebridad nacional, a Ronald Knox sólo le faltó ser lo suficientemente longevo. Si hubiese vivido hasta los ochenta, muy a su ...
Libro de la oración y meditación

Libro de la oración y meditación

EL libro de la oración y meditación fue escrito por Fray LUIS DE GRANADA en 1554, cuando tenía cincuenta años de edad. Este libro causó ...
El Nuevo Testamento

El Nuevo Testamento

Es la parte de la Biblia cristiana compuesta por un conjunto canónico de libros y cartas escritas después del nacimiento de Jesús de Nazaret, que la tradición apostólica hizo discernir ...
Obras Completas de Santa Teresa de Ávila

Obras Completas de Santa Teresa de Ávila

Religiosa y escritora mística española, conocida también como Santa Teresa de Ávila. Teresa de Jesús es el nombre de religión adoptado por Teresa de Cepeda ...
La filosofía de San Buenaventura

La filosofía de San Buenaventura

La decisión inicial por la que una filosofía como la de San Buenaventura se coloca entre la fe y la teología, delimita rigurosamente el campo ...
0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta