Que brille la Luz de Dios

Robert Moynihan

«La presencia de Dios»

El 19 de abril, en Roma, los cardenales de la Iglesia Católica eligieron al Papa Benedicto XVI, de setenta y ocho años de edad, para que se convirtiera en el 265° heredero del apóstol Pedro, en obispo de Roma y en líder de la Iglesia universal. El mundo quedó completamente atónito. ¿Por qué? En buena parte porque sorprendió que un grupo de cardenales entre el que se incluían representantes de países como Argentina, Nigeria e India no escogiera a un cardenal más joven y «progresista» del Tercer Mundo para que «reformara» y «modernizara» las doctrinas cristianas tradicionales e hiciera énfasis en los temas de justicia social. En vez de ello, eligieron a un anciano cardenal alemán, Joseph Ratzinger, quien, durante el cuarto de siglo anterior, como director de la principal institución doctrinal del Vaticano (la Congregación para la Doctrina de la Fe), se había labrado la reputación de ser un defensor de las enseñanzas tradicionales de la Iglesia y había insistido en que «adorar de forma correcta» a Dios era prioritario en cualquier intento de construir una sociedad humana justa.

¿Cómo pudo pasar esto? ¿Por qué sucedió? ¿Qué significado tiene?

Durante los últimos treinta años no sólo los cardenales que escogieron a Ratzinger sino muchos católicos y otros hombres y mujeres de buena voluntad en todo el mundo han coincidido con Benedicto en que la mayor «crisis» a la que se enfrentan la Iglesia y el mundo es «la ausencia de Dios»: una cultura y un modo de vida sin ninguna dimensión trascendente, desprovista de toda orientación hacia la eternidad, lo sagrado o lo divino. Y que la «solución» a esa «crisis» se puede expresar fácilmente en una frase: el mundo necesita «la presencia de Dios».

Benedicto defiende desde hace tiempo que la «ausencia de Dios» en el mundo moderno, la «secularización» de la sociedad moderna «globalizada», ha creado una sociedad en que la persona carece de protección segura contra las depredaciones del poder y, lo que es peor, carece también de una comprensión clara del significado y el fin último de su vida.

Y, sin embargo, este llamamiento a reorientar la cultura humana hacia Dios nunca ha conllevado el abandono de la búsqueda de la justicia social. Muy al contrario, siempre ha sido un desafío situar esa búsqueda dentro del contexto cristiano del arrepentimiento y de la fe en el Evangelio.

El énfasis de Benedicto en la «prioridad» de conocer y amar a Dios antes que cualquier otra cosa fue considerado por una gran mayoría del colegio cardenalicio como el adecuado.

A Benedicto lo escogieron los cardenales que eran sus colegas, muchos de ellos procedentes de países muy pobres, porque estaban de acuerdo con él en que se necesitaba un Papa que predicara que Dios era lo primero y que, al hacerlo, pusiera los únicos cimientos seguros sobre los que edificar una sociedad justa.

Para comprender la visión del Papa Benedicto XVI no empezaremos examinando sus muchas obras teológicas, elaboradas durante los últimos cincuenta años, sino escuchándole contarnos sus propios comienzos en la vida. Sus palabras, extraídas de varias entrevistas que concedió entre 1993 y 1995 y también de su autobiografía (publicada en 1997 como Mi vida: recuerdos 1927–1977), revelan un hombre que contempla el mundo y la vida cotidiana con una sensación de maravilla, como si todas las cosas estuvieran llenas de pistas o «rastros» de Dios.

Desde luego, este es en definitiva el gran mensaje de Benedicto: que el mundo es un sacramento, un «signo externo» de la «realidad interior» del amor de Dios, y que el hombre sólo será feliz cuando reconozca la primacía de Dios en su propia vida y en el mundo entero.

La convicción de Benedicto de que la creación es jubilosa en la medida en que está orientada hacia Dios comenzó durante su juventud en Baviera, dónde el catolicismo impregnaba todos los aspectos de la vida cotidiana. La fuente de esta convicción se percibe en su temprano y profundo aprecio por la liturgia, por la celebración ritual de los misterios cristianos usando los símbolos de la vida cotidiana: agua, vino, pan, luz y oscuridad.

Resulta evidente su amor por la vida sencilla del campo bávaro, del que habla con cariño como uno de los períodos más felices de su vida; su gusto por los hombres y mujeres sencillos que tienen fe; su rechazo del nazismo, cuya inhumana violencia consideraba fruto de su oposición ideológica a Dios. Más adelante en su vida, como asesor teológico en el Concilio Vaticano II, su deseo de hacer la maravilla de Dios más accesible y visible a más gente le granjeó una reputación de «progresista». Luego, en su época como Prefecto de la Congregación de la Doctrina de la Fe, trabajó durante veinticinco años para impedir que la maravilla y la belleza de Dios quedarán cubiertas y ocultas bajo las teologías del relativismo, el ateísmo marxista y el secularismo.


Para activar la descarga es necesario una suscripción. Algunos libros requieren de una suscripción premium.

epub
epub
mobi
mobi
pdf
pdf


Adquiere una suscripción

¿Ya tienes una suscripción?

Ingresa aquí:


DETALLES DE ESTE LIBRO


Más de este autor/tema


No se han encontrado entradas.
Las páginas secretas de la historia

Las páginas secretas de la historia

Un paseo de la mano por la Historia Los hechos y las fechas son el esqueleto de la Historia; las costumbres, las ideas y los ...
La Castidad ¿posible?

La Castidad ¿posible?

Hay que escribir sobre el tema porque hace falta. Durante muchas décadas los grandes errores sobre este tema han venido relacionándose con S. Freud; como ...
Elogio de la pereza / El instante presente

Elogio de la pereza / El instante presente

Lo peligroso de las balas no es el trozo de plomo de que constan, sino su velocidad. Lo malo de nuestra civilización no es la ...
Conferencias religiosas de Oxford

Conferencias religiosas de Oxford

CUANDO la Santa Sede concedió a los católicos permiso general para matricularse en Oxford y Cambridge, se estableció que se organizarían para ellos conferencias que ...
La gratitud

La gratitud

Tratándose de Dietrich von Hildebrand, es necesario partir para conocerlo de algunas de sus noticias biográficas. Imprescindible el dato de su procedencia: una familia de ...
La muerte de Jesús : Investigación de un misterio

La muerte de Jesús : Investigación de un misterio

Jesús es apresado en medio de la noche por un grupo de personas armadas y a la mañana siguiente se encuentra ya en la cruz ...
La oración, camino de amor

La oración, camino de amor

Hay muchos libros excelentes sobre la oración. ¿Es de verdad necesario otro más? Sin duda, no. Ya escribí uno sobre el tema hace algunos años, ...
Vida Nueva

Vida Nueva

Vamos hablando directo y honestamente: esta obra fue escrita para ti. Sí, ¡para ti! Con la esperanza de ayudarte a ser feliz y gozar de la ...
La Práctica de la Presencia de Dios

La Práctica de la Presencia de Dios

Aunque había llevado la vida normal de cualquier joven francés de clase media de inicios del siglo XVI, Nicolás Herman, nacido alrededor de 1610 en ...
Doce mujeres extraordinarias

Doce mujeres extraordinarias

Nunca preví que mi libro sobre los apóstoles (Doce hombres comunes y corrientes ) sería tan bien recibido por los lectores. Estos parecieron apreciar y ...
Así se Extendió el Cristianismo

Así se Extendió el Cristianismo

Treinta años no son nada. Mucho menos cuando se trata de iniciar una historia que solo encontrará su desenlace cuando el tiempo se haya sumergido ...
El Misterio de La Navidad

El Misterio de La Navidad

La Navidad remueve fibras muy sensibles en nuestro corazón. Nos trae  recuerdos de tiempos vividos, de momentos de gozo y alegría profundos, que dejaron en ...
San Andrés Bessette el más grande devoto de San José

San Andrés Bessette el más grande devoto de San José

San Andrés Bessette, llamado el hermano Andrés, es el primer santo de Canadá, el más grande devoto de san José, el que ha construido la ...
Teresa Neumann

Teresa Neumann

La vida de Teresa Neumann es una de las grandes maravillas que Dios ha realizado en la tierra. Jesús la hizo participar de los dolores ...
Ignacio de Loyola

Ignacio de Loyola

A la entrada del valle sosegado, junto al ingente peñón que esconde sus crestas entre la niebla, se acurruca la ignaciana villa; Azpeitia. Su mismo ...
La esfera y la cruz

La esfera y la cruz

La nave voladora del profesor Lucifer silbaba atravesando las nubes como dardo de plata; su quilla, de límpido acero, fulgía en la oquedad azul oscuro ...
Utopía

Utopía

DIÁLOGO del eximio Rafael Hitlodeo sobre la mejor forma de comunidad política. Por el ilustre Tomás Moro, ciudadano y sheriff de Londres, ínclita ciudad de ...
San Alfonso María de Ligorio, misionero popular

San Alfonso María de Ligorio, misionero popular

A san Alfonso María de Ligorio, cuya vida estamos presentando, se le ha llamado el más santo de los napolitanos y el más napolitano de ...
Vida de San Agustín (Ilustrado)

Vida de San Agustín (Ilustrado)

Sí, yo soy Agustín de Hipona. Me llaman así porque fui obispo de la ciudad de Hipona, al norte de África, que formaba entonces parte ...
La Práctica Liberadora de Jesús

La Práctica Liberadora de Jesús

No se puede pedir al Evangelio lo que él no puede dar. En los tiempos de Jesús no había fábricas de coches, ni organización de ...
El placer de ser libre: Temple y dominio

El placer de ser libre: Temple y dominio

Cada libro tiene su historia, y este como es natural también tiene la suya. Importa conocerla para entender por qué me decidí a escribirlo. Hacía ...
Custodia el Corazón

Custodia el Corazón

Este libro de bolsillo fue entregado como regalo del Papa Francisco a los peregrinos que acudieron al rezo del Ángelus en la Plaza de San ...
Desde La Cruz

Desde La Cruz

En la difusión de todo mensaje de importancia son necesarios tres elementos: una tribuna, un auditorio y una verdad. Estos tres elementos se encontraron reunidos ...
Católicos y política

Católicos y política

Permítame que le aconseje leer este libro. Ya sé que tiene usted varios esperando turno para ser leídos. Pero es que trata de un tema ...
La vida es una lucha contra el mal

La vida es una lucha contra el mal

Vivimos unos tiempos en que el materialismo y el racionalismo dominan por doquier. Para muchos de nuestros contemporáneos sólo existe lo que se puede ver, ...
Las quince oraciones de Santa Brígida de Suecia

Las quince oraciones de Santa Brígida de Suecia

  Por mucho tiempo, Santa Brígida había deseado saber cuántos latigazos había recibido Nuestro Señor en Su Pasión. Cierto día se le apareció Jesucristo, diciéndole: ...
El signo del exorcista

El signo del exorcista

Nunca dejo de preguntarme: ¿qué le ha pasado a nuestra Europa católica? Soy viejo, pero no tanto como para olvidar aquella fe vivida cuando las ...
Forja

Forja

  Aquella madre -santamente apasionada, como todas las madres ¡a su hijo pequeño le llamaba: su príncipe, su rey, su tesoro, su sol. Yo pensé ...
¿Qué es filosofía?

¿Qué es filosofía?

Este escrito, en el que se figura un diálogo entre Tomás de Aquino y Edmund Husserl, es la primera versión manuscrita del trabajo que la ...
Cielo e Infierno: Verdades de Dios

Cielo e Infierno: Verdades de Dios

«Lo que el Señor pone en mi boca, ¿me lo voy a callar?» (Nm 23, 12) «Todo lo que hacen los hombres es insuficiente y ...
0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta