La Confesión Frecuente

Benedikt Baur, O. S. B.

Prólogo

En los años pasados, con motivo de la renovación litúrgica y de algunas consideraciones nuevas surgidas en el campo de la devoción católica, se ha escrito y discutido no poco acerca de la confesión frecuente de los pecados veniales o, como se la ha llamado, de la confesión por devoción. El mismo papa, Pío XII, en su Encíclica Mystici Corporis (1943), dedicó su atención a la confesión frecuente; y saliendo al encuentro de algunos que «aseguran que no hay que hacer tanto caso de la confesión frecuente», la tomó bajo su protección: «Queremos recomendar con mucho encarecimiento el piadoso uso de la confesión frecuente, introducido por la Iglesia no sin una inspiración del Espíritu Santo». Con ello queda claro el juicio que la Santa Iglesia tiene formado de la confesión frecuente. «Quien trate de rebajar el aprecio de la confesión frecuente tenga a bien reflexionar –dice la Encíclica– que acomete una empresa extraña al Espíritu de Cristo y funestísima para el Cuerpo místico de nuestro Salvador».

Por desgracia, hay no pocos, aun en los sectores católicos, que oponen reparos contra la confesión frecuente y se creen obligados no sólo a no recomendarla, sino a desaconsejarla, cuando por su parte la Iglesia, en su Código de Derecho Canónico, casi la convierte en deber para los seminaristas y para los religiosos.

Desde la primera edición de Beseligende Beicht, 1922, a causa de las dificultades que se han opuesto a la confesión frecuente, han surgido nuevos e importantes puntos de vista; se han hecho buenas y prácticas observaciones para dar mayor vida a la confesión frecuente. Por eso me ha parecido necesario retocar a fondo las antiguas ediciones, utilizando, compendiando y sistematizando los nuevos conocimientos.

La confesión frecuente está ante todo escrita para los numerosos sacerdotes y religiosos que aspiran seriamente a la perfección, así como también para muchos seglares verdaderamente devotos. Yo, por mi parte, estoy firmemente convencido de que en estos círculos se siente un vivo anhelo de practicar la confesión frecuente, y practicarla de manera que sea verdaderamente provechosa y creadora de nueva vida. No ha de ser una mera «práctica»; no debe practicarse mecánicamente o tan sólo porque a los religiosos les ha sido prescrita por el Código de Derecho Canónico y por la regla. Por eso el presente trabajo se propone profundizar en la confesión frecuente, darle vida, hacerla comprender y exponer su alto valor para la vida cristiana.

El abad Butler escribe: «A medida que los católicos cultos y de alto nivel intelectual vayan compenetrándose más con la corriente del catolicismo vivo, y con sencillez de corazón tomen parte en las usuales prácticas devotas –cada cual según sus dotes personales, sus inclinaciones y preferencias–, más se remontarán en la religión del espíritu» (Benedictinisches Mönchtum, 309). A mí me parece que esta frase tiene especial valor respecto de la confesión frecuente, desde que tan usual es en la Iglesia, y tan encarecidamente ha sido recomendada por la Suprema Autoridad.

Por lo que toca al título del libro, me parece que debo prescindir del antiguo; y, asimismo, desechar otras expresiones, como confesión devota, que, aun cuando en sí sean muy expresivas y acertadas, no gustan tanto entre nosotros. Y ahora, después que Pío XII ha empleado la palabra «confesión frecuente», he resuelto dar a la nueva edición este título: La confesión frecuente. Y por confesión frecuente entendemos la confesión exclusiva de pecados veniales o válidamente confesados ya antes y perdonados, que ahora se confiesan de nuevo o «se incluyen». Se trata de una confesión que se hace frecuentemente, por lo menos una vez al mes.

Abadía primada de Beuron, Pentecostés, 1945.


Para activar la descarga es necesario una suscripción. Algunos libros requieren de una suscripción premium.

epub
epub
mobi
mobi
pdf
pdf


Adquiere una suscripción

¿Ya tienes una suscripción?

Ingresa aquí:


DETALLES DE ESTE LIBRO


Más de este autor/tema


En la intimidad con Dios

En la intimidad con Dios

«Dos son las finalidades que puede perseguir un libro y ambas influyen en su estilo. Una consiste en producir en el lector cierta impresión mientras ...
Las campanas tocan solas

Las campanas tocan solas

José María Pérez Lozano amaba el cine y la prensa. Conocía su enorme capacidad y sus riesgos. Compuso, incluso, una Oración por el cine. Sabía ...
Los comediantes

Los comediantes

Si pienso en los grises monumentos que conmemoran en Londres a generales ecuestres, héroes de las guerras coloniales y políticos de levita aún más profundamente ...
La Divina Comedia

La Divina Comedia

A mitad del camino de la vida, en una selva oscura me encontraba porque mi ruta había extraviado. ¡Cuán dura cosa es decir cuál era ...
¿Quieres ser mi padrino?

¿Quieres ser mi padrino?

En algunos lugares, por tradición popular, cuando se va a bautizar a un niño se invitan padrinos[1] de pastel, fotografía u otras cosas para ayudar ...
El Silencio de María

El Silencio de María

¿Quién contó la historia de la infancia? ¿Cómo se llegaron a saber aquellas noticias, tan lejanas, cuyo archivo y depósito sólo podía ser la memoria ...
La Nube del No Saber

La Nube del No Saber

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Cualquiera que seas el que tiene en sus manos este libro, has de ...
Catecismo de la Suma Teológica

Catecismo de la Suma Teológica

I De la existencia de Dios  — ¿Hay Dios? — Sí señor (II). — ¿Por qué lo decís? — Porque si no lo hubiese, no ...
Teología Mística

Teología Mística

1. Trinidad supraesencial y más que divina y más que buena, maestra de la divina sabiduría cristiana, guíanos más allá del no saber y de ...
Breve historia de las persecuciones contra la Iglesia

Breve historia de las persecuciones contra la Iglesia

Hoy día, como en otras épocas de la historia, los cristianos están siendo perseguidos por su fe en muchos lugares del mundo. Este hecho nos ...
Carta apostólica Mane nobiscum Domine

Carta apostólica Mane nobiscum Domine

1. «Quédate con nosotros, Señor, porque atardece y el día va de caída» (cf.Lc 24,29). Ésta fue la invitación apremiante que, la tarde misma del día ...
Leyenda Menor

Leyenda Menor

HA aparecido la gracia de Dios, Salvador nuestro, en estos últimos tiempos en su siervo Francisco, a quien el Padre de las misericordias y de ...
Vida de Cristo

Vida de Cristo

Una vida de Nuestro Señor Jesucristo no puede ser otra cosa que la trama de los cuatro Evangelios y algunas páginas del Nuevo Testamento, colocada ...
La Vida De Nuestro Señor Jesucristo

La Vida De Nuestro Señor Jesucristo

Hay dos personajes en el Evangelio, Dios y el hombre, y el lugar que el hombre ocupa en él no es menor que el que ...
Para Liberarte de los Apegos y Obsesiones

Para Liberarte de los Apegos y Obsesiones

La vida está llena de cosas lindas, pero muchas veces no sabemos disfrutarlas. Uno de los vicios más frecuentes que no nos dejan ser felices ...
Mujeres de luz

Mujeres de luz

NIÑA DE OJOS GRANDES «La vejez es la pérdida de la curiosidad». AZORÍN Siempre he sido curiosa… Tanto que hasta esa afición mía de quererme ...
La alegría de perdonar

La alegría de perdonar

Perdonar, y hacerlo de corazón, es una asignatura importante pero difícil de cursar. Hoy, sin embargo, la necesitamos quizá más que nunca. Vemos cómo a ...
El católico atento

El católico atento

Greg Bottaro fue un estudiante mío en el Boston College. Era un muy buen estudiante, pero incluso los muy buenos estudiantes rara vez escriben libros ...
Francisco, el nuevo Juan XXIII

Francisco, el nuevo Juan XXIII

“Ve, Francisco y repara mi Iglesia en ruinas” José Bono, expresidente del Congreso de los Diputados Nacióle un sol al mundo.  Dante Alighieri La tarde ...
El Dios de la fe y el Dios de los filósofos

El Dios de la fe y el Dios de los filósofos

La elaboración que doy ahora a la publicidad es una reproducción de la lección inaugural que, con motivo de mi llamamiento para la cátedra de ...
En tierra de todos

En tierra de todos

¿Por qué seguir en la Iglesia? Quizás tú, como yo, sientes a veces confusión por todo lo que te descoloca de una institución que, supuestamente, ...
¿Es razonable ser creyente?

¿Es razonable ser creyente?

He pasado toda mi vida en tensión, como un arco; pero nunca he sabido a dónde apuntar y lanzar la flecha. Jean Serment Este libro ...
¿El hombre desciende del mono?

¿El hombre desciende del mono?

Como lo haremos ver en el curso de este Folleto, principalmente en los Capítulos 6.01 a 6.04, está científicamente probado que el hombre no desciende ...
Los masones

Los masones

La masonería, en general, y los masones, en particular, son desconocidos del gran público. Se podría señalar que es lógico que así sea en la ...
La catedral de San Agustín de Hipona

La catedral de San Agustín de Hipona

DURANTE MUCHOS AÑOS me pregunté qué aspecto físico presentaría la catedral de San Agustín a los ojos de un hombre de nuestra época que pudiera ...
En las fuentes de la alegría

En las fuentes de la alegría

 San Francisco de Sales explica en qué consiste la verdadera santidad «La perfección de la vida cristiana consiste en la conformidad de nuestra voluntad con ...
Un mapa de tu vida

Un mapa de tu vida

Quien hace un viaje por un país extranjero, habitualmente saca unas impresiones muy vivas acerca de cosas concretas, pero una impresión muy general del conjunto ...
Jesús, Un Dios que se hace cercano

Jesús, Un Dios que se hace cercano

Conocer a Jesús es el trabajo más importante de nuestra vida. Papa Francisco Conocer a Jesús, su persona y su mensaje. Conocerlo para amarlo con ...
Luisa Piccarreta

Luisa Piccarreta

La atención amorosa a conservar la memoria de gente de nuestras tierras que, con el humilde trabajo diario y con la aceptación de los sufrimientos ...
El Jardín Interior

El Jardín Interior

Este libro se dirige a quien -creyente o no- considere una dimensión inalienable de la propia experiencia aquella interioridad que no cesa de interrogarse y ...
Cómo aprender a ser más felices

Cómo aprender a ser más felices

Hay un asunto en el que todas las personas están de acuerdo: querer ser felices. Este gran deseo es natural, universal y está presente en ...
0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta