Consagrados a Cristo en los pobres
José L. Caravias sj.
INTRODUCCIÓN
Cada vez más acuciante se alza por todo el mundo el grito de los pobres. En su voz reconocemos el grito de Cristo, llamándonos a seguirle. En el caso de los religiosos, ¿se trata de una vocación especial? De hecho siempre ha habido en la Iglesia muchos que han escuchado su voz. Y en nuestro tiempo resuena también en muchos corazones, de una manera fuerte y aun dramática.
Gran cantidad de religiosos hemos Sentido el llamamiento de Jesús para entregarnos al servicio de los pobres, según los signos de nuestro tiempo. Y la respuesta a este llamado nos acarrea bastantes complicaciones, tanto de orden personal como Institucional.
La mayoría de los religiosos no estamos preparados para dar un paso serio de compromiso por los pobres. Y como consecuencia lógica vienen las crisis y, con cierta frecuencia, las salidas. Pero a pesar de todos los problemas, el grito de Jesús en los pobres sigue clamando por una respuesta. Ante estos tanteos dolorosos, y ciertos fracasos, me acuciaba la idea de que Dios no pide imposibles. Si es cierto que El nos llama, la dificultad tiene que estar en nosotros. Normalmente entramos por este camino sin la debida preparación. Y queriendo reconocer nuestros fallos, brota en un grupo de nosotros el ansia imperiosa de la oración. Cobra proporcione? gigantescas ante nosotros aquel “pidan y se les dará”
Este libro de oraciones ha surgido de la vida; de mi propia experiencia y de la de diversos grupos de religiosos y religiosas con los que he compartido el compromiso por los pobres en los últimos diez años, durante los que siempre he procurado trabajar en equipo. Estuve tres años en un barrio de gitanos de Granada (España). Cuatro años con campesinos paraguayos. Tres más con peones rurales y hacheros del Chaco argentino. Actualmente ayudo a campesinos del sur del Ecuador a profundizar en su encuentro con Dios y con los hermanos. En todo ello no me ha faltado tener que sufrir problemas muy serios. Pero siempre el equipo de religiosos y religiosas me ha dado fuerzas para seguir adelante. Unidos en la oración, sintiéndonos Iglesia, hemos experimentado la ayuda y el impulso del Señor Jesús.
De nuestra vida ha surgido este libro de oraciones, a veces quizás demasiado personales, pero que pretende ser un reflejo de una de las formas de en- tender en nuestros días la consagración religiosa.
Bajo ningún concepto pretendo imponer ideas o enfoques concretos respecto a la vida consagrada. Lo único que busco es expresar nuestros sentimientos y nuestros deseos ante Jesús, con una gran confianza de ser oídos por El. La mayoría de las oraciones van en plural, porque hemos sentido la necesidad de orar juntos y están hechas en equipo. Y las publicamos, por- que creemos que pueden ayudar a otros hermanos con los mismos ideales y los mismos problemas.
Son oraciones de búsqueda y de esperanza, nacidas de Jesús y dirigidas a Jesús.
A los que no se sientan identificados con nuestros ideales, les pediríamos que rueguen también ellos a Jesús para que seamos fieles a lo que El nos pide. Y que procuren acercarse a nosotros con la caridad de Cristo, para entendernos y ayudarnos a corregir lo que sea necesario.
No pretendemos ser originales, sino todo lo contrario. Ponemos gran interés en orar llevados de la mano de la tradición cristiana, pues en toda ella está presente la acción de Cristo Jesús. Se encontrarán muchas frases con sabor a Sagrada Escritura. Y no faltan los Santos Padres, algunos fundadores de órdenes religiosas, teólogos actuales y aun poetas de nuestro tiempo, todos ellos citados con gran libertad, adaptadas sus palabras a nuestra propia vida y a los problemas de nuestro tiempo. Una gran parte del libro es fruto de diversos encuentros, seminarios y retiros que diversos grupos de religiosos hemos celebrado sobre estos temas.
Esperamos que estas oraciones puedan servir a algunos hermanos para encontrar cada vez más profundamente a Jesús y el camino por el que concretar la vocación religiosa que nos ha concedido.
Cuenca del Ecuador, julio 1975
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