Creo en la Iglesia

José Antonio Sayés

Introducción

Frecuentemente se oye decir: «Yo creo en Dios, pero no en la Iglesia». Aparentemente con ello se quiere expresar la propia rectitud y sinceridad con Dios y, consecuentemente, el rechazo de la Iglesia, sujeta al pecado y al error. Se apela al pecado de la Iglesia para justificar así los pecados propios. Pero, en realidad, lo que con ello se consigue es caer en el Dios del deísmo; un Dios que se limitó a crear el mundo y que no interviene en la historia; un Dios que no tiene nombre y del que se puede prescindir y que, ante todo, deja al hombre decidir por sí mismo el bien y el mal, que es en el fondo lo que se busca.

Y con esto no queremos negar que en la Iglesia haya pecados, porque resulta algo evidente, pero, como veremos más adelante, la Iglesia no pacta con el pecado. Y la Iglesia es santa porque posee los medios de la santificación y al autor de la misma que es el Espíritu Santo. Es santa por la palabra de Dios que conserva viva en su seno por la fuerza del Espíritu. Es santa por los sacramentos que nos purifican y perdonan. Es también santa porque no deja de producir santos y no deja de luchar contra el pecado. En el fondo, a la Iglesia se la critica no tanto por sus pecados (que los tiene), sino por mantener la fidelidad a Cristo y no aceptar el relativismo de nuestro tiempo en el campo moral.

A la Iglesia se le critica y se le criticará, principalmente, por no ser de este mundo. Dice la carta a Diogneto (siglo II) que, siendo los cristianos de aquel tiempo hombres irreprensibles y consecuentes, sin embargo todo el mundo los atacaba sin que sus perseguidores supieran decir por qué. Pero había un motivo claro: porque los cristianos, con su limpieza y su fidelidad, perturbaban la falsa paz de aquel mundo corrompido.

No se critica a la Iglesia, de hecho, por sus defectos, que los tiene, sino sobre todo por lo que más duele a nuestro mundo: su fidelidad a Cristo. En el fondo se critica en ella a Cristo sin decirlo, porque no olvidemos que también a Cristo se le criticó, no por sus pecados que no tenía (Jn 8, 46), sino por decir la verdad y pretender que era igual que el Padre (Jn 10,31ss).

Sí, creo en la Iglesia, porque ella nos da a Cristo y la fuerza misma del Espíritu; creo en esta Iglesia que a veces se deja seducir por la fascinación de lo mundano y la atracción de la novedad, y sin embargo sigue manteniendo la fe de siempre. Creo en la Iglesia que se avergüenza, a veces, de la cruz de Cristo. Creo en la Iglesia que sale adelante, a pesar de todas las crisis, por la fidelidad de los hombres y mujeres de clausura que han enterrado sus vidas en el amor, la humildad y la cruz; por la valentía de los misioneros que lo pierden todo por predicar el Evangelio; por el compromiso valiente de aquellos que se identifican con los más pobres sin orgullo y sin pretensiones. Sí, creo en esta Iglesia que tiene el continuo peligro de identificarse con el mundo, y que sin embargo, cuando llega la hora de dar el testimonio de la verdad, ha producido mártires a raudales. Sí, creo en la Iglesia, porque sigue siendo la misma que Cristo fundó. Creo en una Iglesia de la que se dice que es un refugio de ancianos y, sin embargo, reunió en la Jornada Mundial de la Juventud a medio millón de jóvenes en torno a Benedicto XVI por el solo hecho de ser sucesor de san Pedro; Benedicto XVI dijo allí a los jóvenes reunidos que «seguir a Jesús en el camino de la fe es caminar en la comunión de la Iglesia. No se puede seguir a Jesús en solitario. Quien cede a la tentación de ir por su cuenta corre el riesgo de no encontrar nunca a Jesucristo»; palabras que yo ya conocía porque tuve a J. Ratzinger de profesor en mis años de estudiante.

Este librito Creo en la Iglesia tiene tras de sí un grueso volumen, La Iglesia de Cristo, que publiqué en Ed. Palabra, y cierra una trilogía con otros dos pequeños, dirigidos también a los jóvenes, Jesucristo. No tenemos otro nombre. Y Dios existe (Ed. Monte Carmelo).


Para activar la descarga es necesario una suscripción. Algunos libros requieren de una suscripción premium.

epub
epub
mobi
mobi
pdf
pdf


Adquiere una suscripción

¿Ya tienes una suscripción?

Ingresa aquí:


DETALLES DE ESTE LIBRO


Más de este autor/tema


Principios Filosóficos del Cristianismo

Principios Filosóficos del Cristianismo

El cristianismo no es una filosofía. No se presenta como una filosofía más en el mercado del pensamiento. El cristianismo es, ante todo, la intervención ...
Abbá José

Abbá José

Tan entrañable, palpitante, íntima es la palabra. Ningún judío la hubiese usurpado para decirla del Dios verdadero. Sólo Jesús podía modularla. De él la escucharon ...
Manzanas de Gomorra

Manzanas de Gomorra

Los prólogos se suelen redactar después de escribir un libro. En el caso de la presente obra, estas líneas introductorias son colocadas aquí antes de ...
El Misterio de La Navidad

El Misterio de La Navidad

La Navidad remueve fibras muy sensibles en nuestro corazón. Nos trae  recuerdos de tiempos vividos, de momentos de gozo y alegría profundos, que dejaron en ...
Nuestra Madre

Nuestra Madre

Este año volvía a ver a Monseñor Fulton J. Sheen en la noche de un martes, a las ocho y media. Todas las semanas escuchan ...
Santidad ¡Ahora!

Santidad ¡Ahora!

¿Qué es la santidad? Hay muchas respuestas a esta pregunta: las cualidades típicas de un santo; vivir en estado de gracia; el proceso de llegar ...
Como la estela de una nave

Como la estela de una nave

El presente libro reúne las meditaciones predicadas en la Casa Pontificia, en presencia de Benedicto XVI, en el tiempo de Adviento de 2010 y 2011 ...
El Infierno de Sor Josefa Menéndez

El Infierno de Sor Josefa Menéndez

Jesucristo se le apareció a menudo durante los años 1921-22 y 23 a la hermana Josefa Menéndez, una monja de la Sociedad del Sagrado Corazón de ...
La voluntad de sentido

La voluntad de sentido

Cumplo con agrado el pedido de la Editorial poniendo a su disposición una serie de conferencias que pronuncié durante los últimos años. Sucede que, últimamente, ...
Muéstrame Tu Rostro

Muéstrame Tu Rostro

Muchas cosas enseña la experiencia de la vida a lo largo de cinco años. Por eso decidí reescribir Muéstrame tu rostro, escrito hace cinco años ...
El Poder y La Gloria

El Poder y La Gloria

Mr. Tench salió a buscar el otro cilindro, afuera, bajo el sol llameante de Méjico y el polvo blanquecino. Unos cuantos zopilotes se asomaron desde ...
Para servir a la Iglesia

Para servir a la Iglesia

El sacramento del Orden, mediante la unción del Espíritu Santo, configura a quien lo recibe con Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote, Cabeza de su Cuerpo ...
El Nuevo Testamento

El Nuevo Testamento

Es la parte de la Biblia cristiana compuesta por un conjunto canónico de libros y cartas escritas después del nacimiento de Jesús de Nazaret, que la tradición apostólica hizo discernir ...
El escándalo del padre Brown

El escándalo del padre Brown

No sería honesto contar las aventuras del padre Brown sin admitir que una vez estuvo envuelto en un gran escándalo. Todavía existen personas, quizás entre ...
La Confesión Frecuente

La Confesión Frecuente

En los años pasados, con motivo de la renovación litúrgica y de algunas consideraciones nuevas surgidas en el campo de la devoción católica, se ha ...
La Religión Demostrada

La Religión Demostrada

Decía Pablo Bert en 1879, en su informe sobre instrucción pública: "Nuestra voluntad es levantar frente al templo donde se afirma, la escuela donde se ...
La Pasión y Muerte de Jesucristo

La Pasión y Muerte de Jesucristo

Cuan útil es meditar en la pasión de Jesucristo.   El amante de las almas, nuestro Redentor amantísimo, declaró que no tenía otro motivo por ...
Ver o perecer mística de ojos abiertos

Ver o perecer mística de ojos abiertos

Las épocas de grandes cambios que han estremecido a los pueblos y a la Iglesia han sido también tiempos de grandes místicos que han percibido ...
Roma, dulce hogar

Roma, dulce hogar

Damos gracias a Dios por el regalo de nuestra conversión a Jesucristo y a la Iglesia católica que Él fundó; porque sólo por la asombrosa ...
Las cinco festividades del Niño Jesús

Las cinco festividades del Niño Jesús

Dado que, según el parecer y la doctrina de aquellos hombres venerables que la irradiación divina más ampliamente ilustró en la Iglesia de Dios, y ...
La infancia de Jesús

La infancia de Jesús

Finalmente puedo entregar en manos del lector el pequeño libro prometido desde hace tiempo sobre los relatos de la infancia de Jesús. No se trata ...
Demostración de la Predicación Apostólica

Demostración de la Predicación Apostólica

EL DOCUMENTO Y SU VALOR Es un hecho notable, y mucho que lamentar, que ninguna de las obras de San Ireneo, el más grande teólogo ...
San Pablo en sus cartas

San Pablo en sus cartas

En la editorial Fe Católica, bajo la dirección del P. Sánchez de León, SJ, y con la colaboración de un pequeño grupo de sacerdotes jóvenes ...
365 días con Pablo VI

365 días con Pablo VI

Juan Bautista Montini era hijo de Giorgio Montini y de Giuditta Alghisi, catorce años más joven que su marido. Hija única y huérfana desde muy ...
Guía fácil para conocer La Biblia

Guía fácil para conocer La Biblia

Por siglos y siglos la Biblia se conoce como Palabra de Dios. Ella contiene la historia de Dios y su pueblo. Es una historia de ...
Historia del Mundo Angélico

Historia del Mundo Angélico

Después de dieciséis años dedicados al campo teológico de los demonios, por fin, ha llegado el momento de hablar de los ángeles. Después de tanto ...
Señor del Mundo

Señor del Mundo

Permítame antes meditar un momento dijo el anciano, acomodándose en su sillón. Percy se reubicó en su silla y esperó, barbilla en mano. Los tres ...
Con Jesús a contramano en defensa de la Vida

Con Jesús a contramano en defensa de la Vida

¿Hay algo más importante que la vida? ¿Puede un proyecto político o religioso estar por encima de la persona? En la situación actual, optar por ...
La Montaña de los Siete Círculos

La Montaña de los Siete Círculos

EN el último día de enero de 1915, bajo el signo de Acuario, en un año de una gran guerra y a la sombra de ...
Orar

Orar

INTRODUCCIÓN Hay que reconocer que Benedicto XVI es un papa singular. Ha vivido pegado al pensamiento y a la teología durante casi un siglo, y ...
¡Venciste, Galileo!

¡Venciste, Galileo!

—Debemos de estar muy cerca –comentó Mardonio. Hiempsal lo miró con gesto interrogante. Su amo era un hombre muy grueso y debería estar cansado de ...
0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta