Consecuencias y perdón de los pecados y el bautismos de los niños
San Agustín
Prefacio
Por más que pasan sobre mí graves cuidados y tareas enojosas, con que me agobian los pecadores, desertores de la ley divina (aunque también atribuyo a mis pecados la causa de semejantes trabajos), con todo, no he querido, o para hablar con más verdad, no he podido, ¡oh carísimo Marcelino!, prolongar la tardanza en responder a tu sincero interés, que te hace a mis ojos más agradable y amable.
Porque tanta fuerza me ha hecho, sea la caridad, por la que hemos de ser gloriosamente transformados en el único bien soberano; sea el temor de no ofender en ti a Dios que te ha comunicado ese deseo -pues, complaciéndote a ti, seguro estoy de servir a quien lo inspiró-; tanta fuerza, repito, me ha hecho, de tal modo me ha movido y forzado a resolver según mis escasas luces las cuestiones que me enviaste por escrito, que por esta sola causa he dado de mano a otras ocupaciones, hasta realizar algún trabajo con que mostrase mi correspondencia a tu buena voluntad y a la de aquellos que se desvelan por estas mismas cosas, si no con la suficiencia que el caso requiere, a lo menos con obsequiosa sumisión.
El pecado, causa de la muerte de Adán II. 2. Quienes dicen que Adán fue creado de suerte que hubiera muerto aun sin pecar, no por castigo de su culpa, sino por necesidad de su naturaleza, sin duda se empeñan en aplicar no a la muerte corporal, sino a la del alma, que se contrae pecando, lo que está escrito en la ley: El día en que comiereis, ciertamente moriréis.
Con esa clase de muerte indicó el Señor que estaban muertos los infieles, de quienes dice: Deja a los muertos enterrar los muertos. Pero ¿qué responderán al pasaje donde se lee lo que dijo el Señor al primer hombre después del pecado, increpándole y condenándole: Tierra eres y en tierra te convertirás?
Pues, evidentemente, no por razón del alma, sino del cuerpo, era tierra, y con la muerte corporal había de volverse polvo. No obstante eso, aun siendo corporalmente tierra y conservando este cuerpo animal en que fue creado, si no hubiera pecado, hubiera sido transformado en cuerpo espiritual, para conseguir sin peligro de muerte el estado de incorrupción prometido a los fieles y a los santos.

Más de este autor/tema

Obras de San Agustín Tomo XXIV
Ver Libro

San Juan María Vianney – Cómic para Niños
Ver Libro

La Iglesia explicada para niños (PDF)
Ver Libro

El amor lo vence todo
Ver Libro

La santa virginidad
Ver Libro

La Bondad del Matrimonio
Ver Libro

La Continencia
Ver Libro

San Isidro Labrador (Ilustrado)
Ver Libro

El único bautismo
Ver Libro

San Alejo (Ilustrado)
Ver Libro

San Camilo de Lelis (Ilustrado)
Ver Libro

El Padre Nuestro para Niños (PDF)
Ver Libro

San Antonio María Claret (Ilustrado)
Ver Libro

Beata Inés de Beniganim (Ilustrado)
Ver Libro

365 días con San Agustín de Hipona
Ver Libro

Luces y sombras de La Iglesia
Ver Libro

San Alfonso María de Ligorio, misionero popular
Ver Libro

El demonio de la acedia
Ver Libro

Como la estela de una nave
Ver Libro

Preparación para la Consagración Total
Ver Libro

Guía fácil para conocer La Biblia
Ver Libro

Líbranos del maligno
Ver Libro

Echad las redes, Ciclo B
Ver Libro

La fe explicada Tomo I y II
Ver Libro

Los desafíos del católico
Ver Libro

Viaje del Papa Francisco a Polonia por la JMJ 2016
Ver Libro

El Salvador y su amor por nosotros
Ver Libro

Beato Pablo VI. Un gran Papa largamente incomprendido
Ver Libro

La Virgen María
Ver Libro

La Misa y la vida interior
Ver Libro

La verdad sobre la inquisición
Ver Libro

El Hermano de Asís
Ver Libro

101 Preguntas y Respuestas Sobre La Biblia
Ver Libro

El Evangelio de cada día Comentario y oración
Ver Libro

El tiempo de una presencia
Ver Libro

Vita Antonii, Vida de san Antonio Abad
Ver Libro

Cuento de Navidad
Ver Libro

Cartas a un escéptico en materia de religión
Ver Libro

El Camino de La Gloria
Ver Libro

La Antropología de Joseph Ratzinger
Ver Libro

Textos de San Juan Crisóstomo
Ver Libro

Mi libro de oraciones
Ver Libro

¿Qué le pasó a nuestro amor?
Ver Libro
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!