A vueltas con la Iglesia: Entre luces y sombras

Vicente Borragán Mata

Introducción

¿Qué es la Iglesia? ¿Qué resonancia produce esa palabra en la mayoría de los hombres? ¿A qué les suena? ¿Qué remueve en ellos? Si tuvieran que expresarlo abiertamente, ¿cómo lo dirían? La Iglesia aparece hoy entre las instituciones menos valoradas por los hombres. Muchos la consideran como una sociedad influyente y poderosa, pero otros la contemplan como una institución envejecida, que está dando pasos hacia la muerte; unos pretenden recluirla al ámbito de lo privado, sin ninguna incidencia en la vida pública, y otros la rechazan por su autoritarismo, por su moral intransigente, por su vinculación con los poderosos de la tierra, por sus grandes fallos y errores a lo largo de la historia. Unos la miran con indiferencia, otros con recelo, otros la rechazan abiertamente. Solamente unos pocos, tal vez, se sienten tocados en su corazón por la presencia de esta Madre amorosa, que nos ha regenerado a una vida nueva por el bautismo, que nos da cada día el pan del amor y de la gracia, y que llena nuestra vida de una esperanza sin fin.

La mayoría de los hombres no saben nada de ella, pero todos han oído hablar, sin duda, de sus fallos y de sus pecados. Pero las cosas no se ven bien desde la distancia. Hay que acercarse a ella, mirarla a la cara, y preguntarle: «Iglesia, ¿quién eres tú? ¿Quién eres en realidad?». ¿Qué se esconde detrás de esa realidad, tan atractiva para algunos, tan repelente para otros? No es posible saber algo sobre ella si nos mantenemos a una distancia prudencial, si no nos sumergimos un poco en su vida más íntima, si no damos un paso hacia delante para saber quién es, para qué existe, cuál es su misión y cuál es el servicio que puede prestar a los hombres.

Hace tres años escribí un libro, titulado La Iglesia que yo amo, y tengo que confesar que experimenté un gozo enorme al encontrarme con el rostro de esa Madre venerable, pecadora pero santa, llena de arrugas pero resplandeciente de belleza, revestida de harapos pero habitada por el Espíritu del Resucitado. Hoy vuelvo sobre ella, cautivado por su atractivo, pero, sobre todo, para detectar los fallos más íntimos que se han producido en su vida, e intentar que vuelva a recuperar la belleza y el resplandor de los primeros días, cuando
la luz del Resucitado la iluminaba con su presencia, y la fuerza y el poder del Espíritu la llenaban de sus dones y de su gracia.

La Iglesia es, en efecto, una realidad con dos caras bien distintas: una visible y otra invisible. Por una parte está su aspecto externo, con su jerarquía, sus estructuras, su culto, sus instituciones y sus leyes; por otra, su esencia más íntima de comunidad reunida en torno al Señor. Si la miramos sólo desde fuera podemos sentir un cierto rechazo hacia ella; si la contemplamos desde dentro es un misterio asombroso, donde lo divino se mezcla con lo humano. Seguir su historia paso a paso es alucinante: Iglesia perseguida y perseguidora, dominada y dominante, amada y odiada, una y desgarrada, absorbida por las cosas de este mundo, pero con su dedo apuntando siempre hacia la vida sin fin, enredada en ritos y devociones, leyes y normas, pero guiada por el Espíritu, que no la ha dejado extraviarse en ningún momento. El pecado ha sido como una sombra que la ha perseguido en todo momento, pero nunca ha llegado a eclipsar la luz que resplandece en ella. A pesar de su pobreza y de su debilidad, está sostenida por una fuerza que la arrastra siempre hacia lo alto. Iglesia querida y amada por Dios, su pueblo y su templo, su cuerpo y su esposa. Sin ella, la presencia de Cristo se evaporaría en poco tiempo.

Luces y sombras se han alternado en la vida de la Iglesia. Sus fallos y pecados han sido puestos de manifiesto tanto desde el exterior, con denuncias y ataques de todo tipo, como desde el interior, donde tantas voces proféticas han tratado de corregirla y de orientarla. Pero, ¿para qué sacar a flote ahora todas sus faltas? ¿No sería mucho mejor dedicarnos a construir una Iglesia nueva? Sí, pero no podemos pasar por encima de sus fallos sin ponerlos en evidencia. Muchos de ellos han sido denunciados, una y mil veces, pero tengo la impresión de que casi siempre se han dejado en la penumbra las heridas que la han afectado en lo más profundo de su ser. Antes de que llegaran las Cruzadas y la Inquisición, antes de que la evangelización de América se efectuara con una cierta violencia e imposición, antes de que las culturas de otros países fueran arrasadas, antes de que el ateísmo, la indiferencia y el relativismo ético aparecieran en nuestra historia, una serie de grandes males ya la habían afectado en su vida más íntima: la imagen de Dios había sido desfigurada, se había perdido el kerygma, es decir, la proclamación de Jesús como Señor y como Salvador, la gratuidad de la obra salvadora de Dios en Jesús había sido cambiada por una religión de obras, se había olvidado el seguimiento, la jerarquía había asumido todo el protagonismo de la Iglesia y los fieles cristianos habían caído prácticamente en el olvido…

El papa Juan Pablo II puso de rodillas a la Iglesia para pedir perdón por tantos errores cometidos a lo largo de los últimos siglos. Pero, ¿basta con eso? Una institución que ha cometido tantos fallos, ha perdido ya todo su crédito. De hecho ha sido abandonada masivamente en nuestros días. La mayoría de sus fieles le está devolviendo el documento de identidad que recibieron el día de su bautismo. A la Iglesia sólo le queda una «clientela residual». ¿No habrá llegado a su fin? ¿Dónde apoyar nuestra esperanza? ¿Cuál será su futuro? Pero, ¿tendrá futuro?

La Iglesia de nuestros días está conociendo un período de prueba. Un desierto árido se abre ante nosotros, un tiempo de caminar sobre arenas. Pero es tiempo de esperanza. Porque más allá del desierto está la Tierra de la promesa, más allá de la noche está el Sol de todos los soles, más allá de la muerte está el Resucitado. Caminamos hacia una Iglesia de minorías, pero seguramente mucho más limpia que en los tiempos pasados. Guiada y animada por el Espíritu, la Iglesia seguirá dando testimonio del Señor en el mundo y haciendo frente a todos los problemas que inquietan a los hombres. No desde la fuerza y el poder, sino desde la pobreza y el servicio, sabiendo que el Resucitado marcha siempre a su lado, haciendo realidad las últimas palabras de su paso por la tierra: «Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo» (Mt 28,20).


Para activar la descarga es necesario una suscripción. Algunos libros requieren de una suscripción premium.

epub
epub
mobi
mobi
pdf
pdf


Adquiere una suscripción

¿Ya tienes una suscripción?

Ingresa aquí:


DETALLES DE ESTE LIBRO


Más de este autor/tema


Todo es gracia: En el corazón de la vida cristiana

Todo es gracia: En el corazón de la vida cristiana

La palabra gracia es muy utilizada en el lenguaje de la Iglesia, pero si saliéramos a la calle y preguntáramos a los fieles cristianos qué ...
Jesús

Jesús

¿Tiene algún sentido hablar hoy de Jesús? ¿Qué importancia puede tener para la vida de la humanidad la existencia de un carpintero, que nació en ...
Llamados a una vida nueva

Llamados a una vida nueva

La mayoría de nosotros somos cristianos desde niños, pero, ¿cómo vivimos nuestra relación con el Señor? ¿Quién ocupa el primer lugar en nuestras preferencias? ¿Qué ...
Dios. Sí. ¿Pero qué Dios?

Dios. Sí. ¿Pero qué Dios?

El día 23 de octubre del año 2008, el diario El Mundo se hacía eco de una campaña de Richard Dawkins a favor del ateísmo ...
El Espejo de Las Sagradas Escrituras

El Espejo de Las Sagradas Escrituras

¿Quién ignora que en las Sagradas Escrituras (es decir, las acordes con la ley, proféticas evangélicas, apostólicas y sancionadas por la autoridad canónica) existen pasajes ...
Un Papa convincente Benedicto XVI

Un Papa convincente Benedicto XVI

Benedicto XVI: un Papa con identidad propia Un Papa que cae bien a los italianos Había sido elegido Papa seis días antes (19 de abril ...
Teresa de Jesús y la inquisición

Teresa de Jesús y la inquisición

Nos situamos en la España del siglo XVI y en ella dos figuras: TERESA DE CEPEDA Y AHUMADA y LA INQUISICIÓN. ¿Quién no ha oído ...
El soplo del Espíritu

El soplo del Espíritu

ESTE libro incita a los lectores a centrar su atención y, sobre todo, su vida espiritual, en la figura del Espíritu Santo y en la ...
Santa María Goretti y la Conversión de Su Asesino

Santa María Goretti y la Conversión de Su Asesino

Santa María Goretti es una santa sencilla y humilde. Murió a los 11 años de edad, pero su madurez humana superaba con mucho la edad ...
Mi vida en Nazaret

Mi vida en Nazaret

   Este libro está lleno de palabras de la pequeña y sencilla María de Nazaret, … tienen un encanto particular… No son recuerdos nostálgicos de un ...
Carta Encíclica Veritatis Splendor

Carta Encíclica Veritatis Splendor

1. Llamados a la salvación mediante la fe en Jesucristo, «luz verdadera que ilumina a todo hombre» (Jn 1, 9), los hombres llegan a ser «luz ...
Las quince oraciones de Santa Brígida de Suecia

Las quince oraciones de Santa Brígida de Suecia

  Por mucho tiempo, Santa Brígida había deseado saber cuántos latigazos había recibido Nuestro Señor en Su Pasión. Cierto día se le apareció Jesucristo, diciéndole: ...
Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo

Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo

Después de haber escrito un libro titulado ¿QUIEN ES JESUCRISTO? y otro ¿QUIEN ES EL ESPIRITU SANTO?, Me decidido a escribir el presente ¿QUIEN ES ...
Cruzando el umbral de la esperanza

Cruzando el umbral de la esperanza

  Siento un especial afecto, naturalmente, por los colegas -periodistas y escritores- que trabajan en la televisión. Por eso, a pesar de repetidas invitaciones, nunca ...
Carta Apostólica Novo Millennio Ineunte

Carta Apostólica Novo Millennio Ineunte

CARTA APOSTÓLICA DEL SUMO PONTÍFICE JUAN PABLO II AL EPISCOPADO AL CLERO Y A LOS FIELES AL CONCLUIR EL GRAN JUBILEO DEL AÑO 2000 A ...
El drama del humanismo ateo

El drama del humanismo ateo

Si los diferentes capítulos de esta obra no están organizados dentro de un todo sistemático, tampoco su objeto es, en la intención de su autor, ...
La Iglesia Católica y el abuso sexual de menores

La Iglesia Católica y el abuso sexual de menores

  El escándalo de los sacerdotes que han abusado de menores ha sido un tema recurrente en los medios de comunicación durante mucho tiempo. De modo ...
El fin de una época

El fin de una época

Este volumen es el primero de una larga serie que, si Dios nos da vida y salud, nos hemos propuesto firmemente publicar, como iniciativa del ...
La bancarrota del liberalismo y el catolicismo liberal

La bancarrota del liberalismo y el catolicismo liberal

Dando una mirada a todo el mundo civilizado, vemos brotar de los acontecimientos que van realizándose dos verdades en apariencia contradictorias y en realidad unidas ...
Compendio Catecismo Iglesia Católica

Compendio Catecismo Iglesia Católica

para la aprobación y publicación del Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica A los Venerables Hermanos Cardenales, Patriarcas, Arzobispos, Obispos, Presbíteros, Diáconos y a todos los Miembros del ...
La palabra manipulada

La palabra manipulada

El gran humanista y científico Albert Einstein nos hizo esta severa advertencia: «La fuerza desencadenada del átomo lo ha transformado todo, menos nuestra forma de ...
Itinerario de la mente a Dios

Itinerario de la mente a Dios

  En el principio invoco al primer Principio, de quien descienden todas las iluminaciones como del Padre de las luces, de quien viene toda dádiva ...
Ortodoxia

Ortodoxia

  La única justificación posible para este libro, consiste en ser la respuesta a un desafío. Hasta un mal tirador se dignifica aceptando un duelo ...
El Dios de Jesús

El Dios de Jesús

Cerca del pensamiento de un hermano es fácil encontrarse unidos en Aquel que es el argumento de ese pensamiento: Cristo. Hace mucho tiempo caminamos juntos, ...
Palabras que dan Vida

Palabras que dan Vida

  Jesús es el Verbo de Dios, la Palabra de Dios encarnada, lo que Dios ha querido decirnos de Sí  mismo, lo que ha tenido ...
Magisterio de S.S. Pio XII Venerable

Magisterio de S.S. Pio XII Venerable

Biografía    Eugenio María Giovanni Pacelli nació en Roma el 2 de marzo de 1876. Hijo de una familia dedicada al servicio papal, tuvo como ...
San Pío de Pietrelcina estigmatizado del siglo XX

San Pío de Pietrelcina estigmatizado del siglo XX

San Pío de Pietrelcina es un santo místico y estigmatizado, cuya vida nos pone en comunicación con el mundo sobrenatural. Su vida fue una continua ...
La edad de oro de los padres de la Iglesia (PDF)

La edad de oro de los padres de la Iglesia (PDF)

Con el nombre de Edad de Oro de los Padres se designa el largo período que se abre con el Concilio de Nicea (año 325) ...
Práctica del amor a Jesucristo

Práctica del amor a Jesucristo

El mismo título del libro que presentamos indica claramente su contenido. No es una obra que permanezca en el campo de la teoría: se trata ...
Entre el brocal y la fragua

Entre el brocal y la fragua

Cuando chico, muchas veces me tocó ir y venir del pozo al eucalipto, y de éste al pozo, montado en un petizo que, a lazo ...
Mi lucha contra Hitler

Mi lucha contra Hitler

Dietrich von Hildebrand abandonó Alemania para siempre el 12 de marzo de 1933. Tenía cuarenta y tres años: ni siquiera la mitad de su larga ...
Francisco de Asís y los marginados

Francisco de Asís y los marginados

Como amigoniano, como seguidor de Luis Amigó e integrante de una congregación franciscana, dedicada particularmente a la cristiana educación de los niños y jóvenes en ...
Memorias de la casa de los muertos

Memorias de la casa de los muertos

En medio de las estepas, de las montañas y de los inextricables bosques de las más apartadas regiones de la Siberia, se encuentran de vez ...
Compendio de la vida de San Alfonso María de Ligorio

Compendio de la vida de San Alfonso María de Ligorio

La vida del glorioso Doctor de la iglesia San Alfonso María de Ligorio, fundador de la Congregación del Santísimo Redentor, y Obispo de Santa Águeda ...
0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta