Meditación de la agonía de Jesucristo en el Huerto de los Olivos

San Buenaventura

(Sacada de las Meditaciones de San Buenaventura)

Mira a Jesucristo atentamente como si estuvieras en el Cenáculo, míralo salir de la cena, después de haber concluido su discurso y dirigirse al huerto con sus discípulos. Entra y juzga por ti mismo, y juzga con qué afecto, con qué ternura, con qué familiaridad les habla y los exhorta a la oración; y como en seguida él mismo se adelanta un poco, como a un tiro de piedra, se arrodilla humilde y respetuosamente ruega a su Padre. Detente aquí algún tiempo y repasa piadosamente en tu memoria las grandes maravillas del Señor tu Dios.

El señor ora. Hasta ahora varias veces se le ha visto orar, pero oraba por nosotros como nuestro abogado. Ahora ora por Él mismo. Compadécete y admira su profundísima humildad. En efecto, es Dios, coeterno e igual a su Padre; y helo aquí, olvidando en cierto modo su divinidad, rogando como un hombre, y se presenta suplicando al Señor como el último del pueblo. Considera también su perfectísima obediencia. ¿Qué es lo que pide? Conjura a su Padre para que aleje la hora de su muerte; si quisiera pudiera, ciertamente, evitar la muerte, más no se acepta su  súplica por que había en Él otra voluntad contraria a su deseo. En efecto, entonces su voluntad era múltiple, como más adelante diré. Compadécete de Él, ya que su Padre quiere absolutamente que muera para salvarnos a todos. “Pues ha amado al mundo de tal modo que le ha dado su Hijo único”. Y el Señor Jesús acepta esta ley y la ejecuta con respeto. En tercer lugar, ve el indecible amor del Padre y del Hijo hacia nosotros, este amor tan digno de nuestra admiración, veneración y piedad. Es por nosotros que se pronuncia el decreto de muerte, es por nuestro amor que se ejecuta.

El señor Jesús ruega largo tiempo a su Padre, y dice: “Padre clementísimo, yo te suplico que escuches mis ruegos y no desatiendas mis súplicas. Mírame y óyeme, porque estoy atribulado, mi espíritu inquieto y mi corazón turbado. Inclina hacia mí tu oído, y escucha mi ruego. Te plugo, Oh Padre mío, enviarme al mundo para satisfacer la injuria que el hombre te había hecho y al punto acepté para cumplir tu voluntad; sin embargo, Padre mío, si es posible, líbrame de esta amargura cruel que mis enemigos me preparan. Han seducido a mi discípulo, se han servido de él para perderme, y le han dado en pago treinta monedas de plata. ¡Oh! Padre mío, yo te ruego que apartes de mi este cáliz…  Mas no se haga mi voluntad sino la tuya. Padre mío, levántate para ayudarme, apresúrate a socorrerme”. En seguida va adonde estaban sus discípulos, los recuerda y los exhorta a buscar nuevas fuerzas en la oración. Después volvió a su oración dos y tres veces, repitiendo la misma súplica, y añadió: “Padre, si has decretado que sufra el suplicio de la cruz, que tu voluntad se haga. Pero te encomiendo a mi Madre amadísima y a mis discípulos. Hasta ahora yo he velado sobre ellos: continua haciéndolo Tú, Padre mío“. Y mientras oraba, salió de su sagrado cuerpo un sudor de sangre que empapó la tierra.

Considera esta lucha de agonía y la angustia de su alma, y reflexiona, para vergüenza de nuestra impaciencia, que el Señor ha orado hasta tres veces antes de recibir una respuesta de su Padre.

Punto segundo

Mientras que el Señor oraba en la mayor ansiedad, he aquí que el ángel del Señor, el príncipe de la milicia celestial, Miguel, se acerca, lo sostiene y le dice: “Salve, Jesús mío; he ofrecido a tu Padre, en presencia de toda la corte celestial, tu oración y tu sudor de sangre, y todos, prosternándonos, hemos suplicado que este cáliz se aleje de ti”. El Padre nos has respondido “Mi amadísimo hijo sabe que la redención del género humano, que tan vivamente deseamos, no se puede efectuar sino por la efusión de sangre. Si quiere la salvación de las almas es preciso que muera por ellas”.  Y Tú ¿que decides? El señor Jesús respondió al ángel: “Quiero absolutamente la salvación de todas las almas, y prefiero morir para que sean salvas estas almas que mi Padre ha formado a su imagen, que de no morir y no dejarlas sin rescate. Que se haga pues la voluntad de mi Padre”. Y el ángel entonces: “Confórtate, Señor, obra valerosamente; conviene al Altísimo el hacer grandes maravillas y al que es magnánimo por excelencia soportar crueles adversidades. Los suplicios luego pasarán, y serán seguidos de una eterna gloria. El padre ha dicho que siempre estará contigo, que cuidará de tu Madre y de tus discípulos, y que los devolverá sanos y salvos. “El Señor Jesús recibe humildemente y con respeto esta exhortación de su criatura, considerando que, durante su morada en este triste valle de tinieblas, se hallaba colocado algo más abajo que los ángeles. En seguida les dijo adiós: y así como había sido entristecido como hombre, de la misma manera fue confortado como hombre con la palabra del ángel, y le rogó le recomendase a su Padre y a toda la corte celestial.

Finalmente, deja por tercera vez su oración. Míralo inundado de sangre, limpiándose el rostro y tal vez lavándose en el agua del torrente. Míralo abatido, y toma parte en su dolor, pues no podía soportar semejantes congojas sin sufrir cruelmente.

Jesús va donde sus discípulos y les dice: Duerman ya y descansen. Y descansaron un poco. Pero él, el Buen Pastor, vela sobre su pequeño rebaño. ¡Oh amor admirable! Es verdaderamente hasta el fin que ha amado a los suyos, pues en esta hora de extrema agonía les procura algún descanso. Ya divisaba de lejos a sus enemigos que llegaban armados y con antorchas encendidas, y sin embargo no recordó a sus discípulos, hasta que estuvieron cerca de ellos. Entonces dijo: Basta, ya han dormido, el que me va a entregar se acerca.

Aun hablaba, cuando llega el alevoso Judas y lo abraza. Pues se refiere que el Señor Jesús acostumbraba abrazarlos cuando volvían de alguna parte. Así es como el traidor traiciona a Jesús con un beso, y adelantándose a los otros, se sirve de esta señal de amistad como si hubiese querido decirle: “yo no vengo con esta gente armada sino que vuelo a ti; y según la costumbre, yo te abrazo y te saludo, Maestro”…

Pidamos por los pecadores agonizantes

Transcrito por José Gálvez Krüger para ACI Prensa


Más de este autor/tema


Los Magos de Oriente

Los Magos de Oriente

Las palabras del Papa durante el rezo del Ángelus, el miércoles 6 de enero de 2010 con los peregrinos reunidos en la Plaza de San ...
La Virgen fue la primera cristiana

La Virgen fue la primera cristiana

Autor: Oscar Schmidt  El primer cristiano, cuando el mundo todavía no conocía el misterio de la Redención, fue la joven y sorprendida Virgen María. El ...
Nuestra Señora de Fátima

Nuestra Señora de Fátima

En 1917, en el momento de las apariciones, Fátima era una ciudad desconocida de 2.500 habitantes, situada a 800 metros de altura y a 130 ...
¡Y allí nos espera!...

¡Y allí nos espera!…

¿Cuándo hablamos de la Resurrección de Jesucristo, sólo el día de Pascua?… No. La Resurrección es tema de cada día. En la Resurrección de Jesucristo ...
Con María, en busca del Sagrado Corazón de Jesús

Con María, en busca del Sagrado Corazón de Jesús

María Santísima, el proximo viernes celebramos la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús, quisiera prepararme bien para ella… pero… ¿Cómo prepararme para aquello que aún ...
En unión con las almas del Purgatorio

En unión con las almas del Purgatorio

¡Cuantos misterios esconde la Voluntad de Dios!. Y muchos de ellos sólo se nos revelarán cuando ya sea tarde para corregir nuestro rumbo, y no ...
La Iglesia, pasada de moda

La Iglesia, pasada de moda

El Arzobispo de Nueva York y Presidente de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos, Cardenal Timothy Dolan, respondió con sencillez y precisión, basado en la ...
¿Qué quiere Dios de mí?

¿Qué quiere Dios de mí?

La pregunta surge en momentos clave de la propia vida: ¿qué quiere Dios de mí? En ocasiones, esa pregunta encierra un error de fondo, pues ...
Tener conciencia de nuestra debilidad

Tener conciencia de nuestra debilidad

Creo que muchas veces nuestro problema de conversión del corazón, que nos lleva a una falta de identidad, no es otro sino esa especie como ...
La Misa no es un evento social

La Misa no es un evento social

“Cuando Dios viene y se acerca siempre hay fiesta”: es cuanto subrayó el Papa Francisco en la Misa celebrada esta mañana en la capilla de ...
Texto original del Tercer Secreto de Fátima (lectura online)

Texto original del Tercer Secreto de Fátima (lectura online)

Tercera parte del secreto de Fátima, revelado el 13 de julio de 1917 a los tres pastorcillos en la Cueva de Iria-Fátima y transcrito por ...
La confianza en Dios

La confianza en Dios

“Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde”. Verdad manifiesta cuando se extravían las llaves. No nos interesamos por esos pedazos de metal dorado ...
Una luz en la noche

Una luz en la noche

Autor: Ma Esther de Ariño Hoy es jueves, Señor, y vengo con el alma en sombras, sombras que se llegan a convertir en oscuridad si ...
Nada hay oculto que no haya de saberse

Nada hay oculto que no haya de saberse

Del santo Evangelio según san Lucas 12, 1-7 En aquel tiempo, miles y miles de personas se agolpaban hasta pisarse unos a otros. Jesús se ...
La falta de popularidad del pecado original

La falta de popularidad del pecado original

Para nuestros contemporáneos existen pecados populares e impopulares. Es popular por ejemplo la intemperancia en el placer. El glotón es un «gourmet», el borracho un ...
YouCat Catecismo Joven

YouCat Catecismo Joven

Hoy os recomiendo la lectura de un libro poco común. Es poco común por su contenido y también por el modo como se elaboró. Y ...
El herrero de Wooton Major

El herrero de Wooton Major

Había una vez un pueblo, no hace mucho tiempo para los de buena memoria, ni muy distante para los de largas zancas. Llevaba el nombre ...
Siete Domingos a San José

Siete Domingos a San José

Sé devoto del santo Patriarca y recuerda el grande poder que tiene en el cielo. De él dice Santa Tere­sa: "No recuerdo haberle pedido cosa ...
Artículos sobre Dios

Artículos sobre Dios

Actitudes cristianas ante Dios Actitudes cristianas ante los demás Ateos en búsqueda Ateos o creyentes? Ateos, agnósticos o idólatras? Dios "online" Dios es comunidad creativa ...
Memorias del Oratorio

Memorias del Oratorio

Muchas veces me pidieron que escribiera las memorias del Oratorio de San Francisco de Sales. Aunque no podía negarme a la autoridad de quien me ...
Textos de San Ambrosio

Textos de San Ambrosio

Os aproximáis al altar. Nada más comenzar a venir, los ángeles os han mirado. Han visto que os acercáis al altar, y vuestra condición humana, ...
La vida nueva

La vida nueva

En aquella parte del libro de mi memoria, antes de la cual poco podía leerse, hay un epígrafe que dice Incipit vita nova. Bajo este ...
Lecciones de vida

Lecciones de vida

Todos tenemos lecciones que aprender en el transcurso de este tiempo llamado vida, y esto se hace especialmente patente cuando se trabaja con moribundos. Los ...
Cartas de Nicodemo

Cartas de Nicodemo

Esta enfermedad. Justo, me está destrozando. Antes yo era un hombre lleno de energía, sabia mostrarme suave y comprensivo con los que me rodeaban. No ...
La pérdida de una Madre

La pérdida de una Madre

Escucho el sonido familiar El cual una vez me puso de rodillas Escucho mientras el Viento aúlla con Rabia Grito DÉTENTE, DÉTENTE POR FAVOR Escucho ...
1000 máximas de don Bosco

1000 máximas de don Bosco

"San Juan Bosco, forjador de nuevas generaciones, es hasta el presente el primero y único educador que ha sabido llevar a los altares a los ...
En el mundo de la misericordia

En el mundo de la misericordia

Nos sorprende tanto amor de Dios. Porque le dimos motivos para la ira y respondió con su perdón. Porque nos alejamos de sus brazos y ...
El Sacrificio del altar

El Sacrificio del altar

Es un principio, si no de validez general, sí un hecho al menos de experiencia que en ninguna ocasión ha dejado de mostrarse útil, que ...
¡Auxilio! me casé con un músico

¡Auxilio! me casé con un músico

Es una bendición contar con un amigo. Doble bendición cuando tienes por amigos a un hombre y una mujer que forman una bella pareja. Si ...
El Amor más Grande del Mundo

El Amor más Grande del Mundo

Libro para niños UN AMOR PARA SIEMPRE…  Hoy, la profe de Catequesis llegó muy contenta, y nos dijo que nos traía una gran noticia. Fue ...
Las fuerzas de la decadencia

Las fuerzas de la decadencia

En Estados Unidos prácticamente se ha eliminado la palabra muerte del vocabulario corriente. Otro tanto sucede en Francia. En su lugar se usan eufemismos. En ...
Santo Tomás de Villanueva El limosnero de Dios

Santo Tomás de Villanueva El limosnero de Dios

Santo Tomás de Villanueva fue un santo agustino del siglo XV-XVI a quien Dios regaló muchos carismas y dones sobrenaturales, pero lo que más lo ...
Pareja en diálogo

Pareja en diálogo

"Conversamos casi todos los días sobre asuntos cotidianos de nuestra familia, de modo que no vemos necesidad de establecer un encuentro extra para un 'diálogo ...
Carta a las Familias del Papa San Juan Pablo II

Carta a las Familias del Papa San Juan Pablo II

1. La celebración del Año de la familia me ofrece la grata oportunidad de llamar a la puerta de vuestros hogares, deseoso de saludaros con ...
¿En dónde dice la Biblia que...?

¿En dónde dice la Biblia que…?

La cuestión fundamental En este primer capítulo -clave para este libro no sólo por la importancia que revisten en sí las cuestiones consideradas en él ...
La paz interior

La paz interior

La experiencia os demostrará que la paz, que infundirá en vosotros la caridad, el amor a Dios y al prójimo, es el camino seguro hacia ...
Teología del Cuerpo

Teología del Cuerpo

(5-IX-79/9-IX-79) «El Creador al principio los hizo hombre y mujer» (Mt 19,4; Mc 10,6) 1. Desde hace algún tiempo están en curso los preparativos para ...
Relatos sobre las benditas Almas

Relatos sobre las benditas Almas

Relatos sobre las benditas almas del purgatorio, sus sufrimientos y necesidades. Como podemos ayudarles ...
Palabras... bajo el manto de María

Palabras… bajo el manto de María

Conocer a María Susana ha sido un regalo de la Virgen María, no hay dudas que es una mujer fuera de lo común para este ...
Los siete príncipes de los ángeles validos del Rey del cielo

Los siete príncipes de los ángeles validos del Rey del cielo

Fundamento de este tratado en la Visión de San Juan Evangelista en el capítulo 5 de sus Revelaciones 1. LA mayor recomendación que tiene el ...
El taller del orfebre

El taller del orfebre

El taller del orfebre se publicó por primera vez en 1960 en la revista Znak, bajo el pseudónimo de Andrzej Jawien. Se engañaría quien viera ...
La Teología de Joseph Ratzinger

La Teología de Joseph Ratzinger

A mis alumnos «Ratzinger es sin duda uno de los teólogos más conocidos y más discutidos del siglo XX», ha afirmado un autor italiano. Y ...
¡Llena de Gracia!

¡Llena de Gracia!

Sin lugar a dudas, un elemento importante de nuestra fe cristiana, católica, es la devoción a María, Madre de Jesús, y también Madre espiritual de ...
La llamada

La llamada

UN EXTRAÑO FENÓMENO Todos somos espectadores de un fenómeno universal, algo que viene sucediendo desde hace 2000 años, y que se da en los cinco ...
San Benito de Nursia (Ilustrado)

San Benito de Nursia (Ilustrado)

San Benito de Nursia, Patriarca de los Monjes de Occidente, Patrono de Europa y Fundador de la Orden Benedictina, es uno de los más grandes ...
0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta