Aborto cero

Varios autores

PRÓLOGO
LA VIDA DE LOS OTROS

MARÍA SAN GIL

Exparlamentaria vasca

La configuración del derecho a la vida lleva implícita una definición del ser humano. Fijar, para una sociedad dada, el límite en el que esa sociedad se hace responsable de custodiar el bien natural y jurídico de la vida de cada uno de nosotros, es también establecer de manera radical quiénes somos «nosotros» y quiénes —o más bien qué— son «los otros», los excluidos del derecho a vivir.

En una sociedad en la que exista la institución de la esclavitud, por ejemplo, «el otro» es claramente el esclavo y su expulsión de la condición humana es también la negación de su derecho a la vida. Hay más ejemplos de esta identidad entre una concepción arbitraria del ser humano y una determinada configuración moral y jurídica del derecho a la vida. Algunos casos están tristemente vigentes y nuestra generación está siendo testigo de ellos. La esencia del terrorismo consiste, precisamente, en negar al «otro» el derecho a la vida. Para el terrorista, para el ideólogo del terrorismo, el asesinato se justifica en la existencia de un «otro» que hostiga nuestra humanidad verdadera. Los llamados «procesos de paz» o de negociación con bandas terroristas no son injustos sólo por las concesiones que puedan hacerse a estos enemigos de la libertad, concesiones que legitimarían todos sus asesinatos, torturas y secuestros, sino, fundamentalmente, porque se asume la pavorosa lógica terrorista, según la cual las víctimas no son seres humanos y, por ello, su derecho a la vida se configura de una manera distinta y tiene sus propios límites.

Durante los últimos cinco años —desde que, a finales de 2008, se conoció el propósito del Gobierno presidido por José Luis Rodríguez Zapatero de proponer la aprobación de una nueva ley que convertiría el aborto en un derecho—, una parte de la sociedad española ha actuado infatigablemente para que el conjunto de los ciudadanos nos hagamos responsables de custodiar el derecho a la vida de otros seres humanos, precisamente, de los más vulnerables de nuestra especie, a los que el aborto como derecho les niega radicalmente su condición humana. Es de sobra conocida por la Opinión Pública la respuesta que la ministra autora de la ley del aborto de 2010, Bibiana Aído Almagro, dio cuando un periodista de la cadena SER le preguntó el martes 19 de mayo de 2009 qué es un feto humano:

—Un ser vivo, claro; lo que no podemos hablar es de ser humano, porque eso no tiene ninguna base científica.

La «paradoja Aído», como se conocerá para siempre, mitad de broma mitad de pena, a esa audaz hipótesis biológica que consiste en que un ser vivo de la especie humana pueda ser un cetáceo, es algo más que una elocuente emulsión de inconsciencia que flota en el barniz cultural y la pátina de autoridad de algunos gobernantes. Es una formulación bastante exacta del significado radical de una ley que desprotege la vida en su estado más vulnerable y convierte en un derecho la eliminación violenta y arbitraria de seres humanos. Lo que la ministra Aído estaba diciéndole a la Opinión Pública es lo mismo que las feministas violentas de Femen dicen hoy con sus acciones: «el aborto es sagrado». Para que el aborto sea sagrado, el ser humano tiene que dejar de serlo y convertirse en cualquier cosa, por ejemplo, «un ser vivo pero no humano», como dijo la ministra de Igualdad que redactó la ley de plazos, igual que podría haber dicho cualquier otra ocurrencia, porque lo que importa aquí, con las leyes del aborto, es que el Estado decide quién es y quién no es humano, quién tiene y quién no tiene derecho a la vida.

Lo que importa, como le dice Humpty Dumpty a Alicia, es quién es el dueño de las palabras.


Para activar la descarga es necesario una suscripción. Algunos libros requieren de una suscripción premium.

epub
epub
mobi
mobi
pdf
pdf


Adquiere una suscripción

¿Ya tienes una suscripción?

Ingresa aquí:


DETALLES DE ESTE LIBRO


Más de este autor/tema


Así vivían los primeros cristianos

Así vivían los primeros cristianos

Los grupos de seguidores de Jesús, al inicio, eran muy plurales, tanto teológica como sociológicamente, se extendieron de forma notable a pesar de las muchas ...
La frontera de Dios

La frontera de Dios

Amigo Editor: No me quedo tranquilo si no escribo estas líneas. Necesito decir un par de cosas, y, aunque esto no se use, usted me ...
El Sacrificio del altar

El Sacrificio del altar

Es un principio, si no de validez general, sí un hecho al menos de experiencia que en ninguna ocasión ha dejado de mostrarse útil, que ...
El pobre de Asís

El pobre de Asís

¿Recuerdas, padre Francisco, a este indigno que hoy toma la pluma para escribir tus hechos y tus gestos? Yo era un mendigo humilde y feo ...
Obras de San Agustín Tomo XXIV

Obras de San Agustín Tomo XXIV

Fecha: Día de Navidad. Posterior al 411-412. 1. Un año más ha brillado para nosotros —y hemos de celebrarlo— el nacimiento de nuestro Señor y ...
Filosofía del Tiempo Libre

Filosofía del Tiempo Libre

Si le decimos a un estudiante que la mitad de los días del año se los pasa en vacaciones, no lo cree, porque los días ...
El Hombre que sabía demasiado

El Hombre que sabía demasiado

Harold March, el nuevo y renombrado periodista político, paseaba con aire decidido por una meseta en la que, desde hacía tiempo, se iban sucediendo por ...
Lo que está mal en el mundo

Lo que está mal en el mundo

Todo libro de investigación social moderna tiene una estructura de algún modo muy definida. Empieza por regla general con un análisis, con estadísticas, tablas de ...
Sentencias de los Padres del Desierto

Sentencias de los Padres del Desierto

 1. Preguntó uno al abad Antonio: «¿Qué debo hacer para agradar a Dios?» El anciano le respondió: «Guarda esto que re mando: donde quiera que ...
El sacerdote, confesor y director espiritual, ministro de la misericordia divina

El sacerdote, confesor y director espiritual, ministro de la misericordia divina

«Es preciso volver al confesionario, como lugar en el cual celebrar el sacramento de la Reconciliación, pero también como lugar en el que “habitar” más ...
Desde La Cruz

Desde La Cruz

En la difusión de todo mensaje de importancia son necesarios tres elementos: una tribuna, un auditorio y una verdad. Estos tres elementos se encontraron reunidos ...
Profecía Cristiana

Profecía Cristiana

¿Qué es un profeta? Un profeta no es un adivino; el elemento esencial del profeta no es la predicción de acontecimientos futuros. El profeta es ...
Los Siete Sacramentos

Los Siete Sacramentos

En el Bautismo, el individuo es “hundido” en los méritos de Jesús, y muere al hombre puramente carnal para resucitar siendo un hombre espiritual. En ...
Síntesis del Nuevo Catecismo de La Iglesia Católica

Síntesis del Nuevo Catecismo de La Iglesia Católica

  Con motivo del primer aniversario de la segunda visita pastoral de Juan Pablo II a Venezuela, se ha llevado adelante la iniciativa de difundir, ...
Caminando por Roma

Caminando por Roma

Nostradamus, que en muchas de sus profecías se reveló como un gran adivino, a Dios gracias se equivocó al predecir el fin del mundo para ...
Carta Encíclica Humanum Genus

Carta Encíclica Humanum Genus

El género humano, después de apartarse miserablemente de Dios, creador y dador de los bienes celestiales, por envidia del demonio, quedó dividido en dos campos ...
Orar con el Evangelio de Lucas

Orar con el Evangelio de Lucas

Dios es Palabra de vida “En el pasado muchas veces y de muchas formas habló Dios a nuestros padres por medio de los profetas. En ...
Anáfora

Anáfora

En tiempos de sequía, hay que volver a las fuentes. El tema de la anáfora o plegaria eucarística me preocupa desde hace años. Durante mi ...
Católicos y política

Católicos y política

Permítame que le aconseje leer este libro. Ya sé que tiene usted varios esperando turno para ser leídos. Pero es que trata de un tema ...
Llamados a una vida nueva

Llamados a una vida nueva

La mayoría de nosotros somos cristianos desde niños, pero, ¿cómo vivimos nuestra relación con el Señor? ¿Quién ocupa el primer lugar en nuestras preferencias? ¿Qué ...
La edad de oro de los padres de la Iglesia (PDF)

La edad de oro de los padres de la Iglesia (PDF)

Con el nombre de Edad de Oro de los Padres se designa el largo período que se abre con el Concilio de Nicea (año 325) ...
Salvifici Doloris

Salvifici Doloris

1. 'SUPLO en mi carne -dice el apóstol Pablo, indicando el valor salvífico del sufrimiento- lo que falta a las tribulaciones de Cristo por su ...
Como un ejército: comentarios a la promesa legionaria

Como un ejército: comentarios a la promesa legionaria

Como un ejército formado en batalla. Con estas palabras, los legionarios de todo el mundo aclaman diariamente, en el rezo de la catena, a la ...
Mi hermano el Papa

Mi hermano el Papa

La idea de este libro nació en un lugar sumamente inusual: en el Santuario de Absam, no lejos de Innsbruck, en el Tirol. En él ...
Escritos de Monseñor Agustín Roman

Escritos de Monseñor Agustín Roman

  Cada año en el mes de enero, del 18 al 25, los cristianos celebramos una semana de oración suplicando el don de la unidad al ...
Ejercicios Espirituales

Ejercicios Espirituales

Anotaciones para tomar alguna inteligencia en los ejercicios espirituales que se siguen, y  para ayudarse, así el que los ha de dar, como el que ...
Para Salvarte

Para Salvarte

Doy gracias a Dios por la gran difusión que este libro está teniendo, tanto entre jóvenes como entre casados, entre obreros y entre estudiantes. Aunque ...
El Viejo Trueno: Biografía de Hilaire Belloc

El Viejo Trueno: Biografía de Hilaire Belloc

Durante mi trabajo en este libro, para mí ha sido una bendición la ayuda y colaboración de varios de los descendientes de Belloc. He pasado ...
El joven de carácter

El joven de carácter

Al inaugurarse un nuevo curso comienzan las visitas de los muchachos a mi despacho. Los nuevos llaman a mi puerta con recelo, los ya conocidos ...
Confesiones de San Agustín

Confesiones de San Agustín

Una de las autobiografías más famosas del mundo, las Confesiones de San Agustín, comienza de esta manera: “Grande eres Tu, Oh Señor, digno de alabanza ...
Los Diez Mandamientos

Los Diez Mandamientos

  1. TRES cosas le son necesarias al hombre para su salvación: el conocimiento de lo que debe creer, el conocimiento de lo que debe ...
0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta