Dolor, humillación y gloria de las espinas

Meditaciones del Rosario. Tercer Misterio Doloroso. La Coronación de espinas.

Autor: P Mariano de Blas LC 

Dolor añadido, por si fuera poco la flagelación. Pero había que martirizar cada parte de su cuerpo. Después de la flagelación y la corona sólo quedaban sin torturar las manos y los pies. Pero por poco tiempo.

Si sólo le hubieran coronado de espinas, excluyendo los demás tormentos, hubiera sido terrible, dolorosísimo; pero juntaron herida sobre herida, dolor sobre dolor, hasta convertir todo su cuerpo en una herida en carne viva.

Pero las espinas llevaban en su punta cruel un veneno; la humillación, la burla infinita contra el tres veces Santo. “De Dios nadie se ríe” se lee en la Biblia. ¿Qué de Dios nadie se ríe? Todos se burlaron, y de la forma más humillante: Fue un paréntesis que concedió la Misericordia a la maldad de los hombres: Se rieron, se burlaron, le pegaron, le escupieron, le torcieron la boca, le llamaron blasfemo a Dios. Y no cayó ningún rayo. ¿De Dios nadie se ríe?…De Dios se rieron todos en la pasión…

Pero la corona de espinas es gloriosa. Sus espinas terribles significan tanto amor, tanto perdón y tan gran misericordia que son benditas. Líbreme Dios de gloriarme si no es en las espinas de su corona. Los azotes, las espinas, las humillaciones gritan el amor de Dios a cada uno de los hombres. Me amaste y te entregaste a la flagelación por mí. Me amaste y te entregaste a la coronación de espinas por mí.

“¿Luego Tú eres Rey?- Le preguntó Pilato.

Sí. Rey de las espinas, el Rey del amor, de la Misericordia, el Rey de los corazones. Reinará siempre teniendo como escabel de sus pies a todos sus enemigos. Los que alguna vez le retaron, le insultaron, se befaron, caerán mudos de espanto a sus pies.

La forma de convertirse en rey contrasta con la de todos los demás: No fue por la espada, sino por la humillación. Pero su reino no es efímero como los demás. Es eterno y durará por los siglos de los siglos. Más vale que, si hemos guerreado en el bando enemigo, nos pasemos a sus filas como quien le pidió un día: “Acuérdate de mí cuando estés en tu Reino”. De lo contrario ese rey humilde del que todos se rieron, un día nos dirá: “Apartaos de mí para siempre”.

Rey de mártires , de confesores, de vírgenes…de los mejores hombres y mujeres que han existido. Rey de miles de niños y niñas que demostraron ser más valientes que muchos adultos. Rey de innumerables convertidos: transformados de asesinos y ladrones y perversos en santos. Rey de los más difíciles. La mitad de sus mejores súbditos fueron primero grandísimos sinvergüenzas. Se pasaron del otro bando al de Cristo. Tuvieron tiempo para pensarlo, y optaron por Él.

Si pienso en mis pecados a fondo, me turbo, me aniquilo, siento la tentación de la desesperanza. Por eso prefiero pensar en el amor que perdona toda esa deuda y entonces me enardezco y me apasiono de amor por Él. Judas se ahorcó con la soga de la desesperación. Pedro se salvó con las lágrimas del arrepentimiento y del amor triunfador. A todos los reprobados en el amor Jesús les ofrece una segunda vuelta con tres preguntas iguales:”¿Me amas?” Si la respuesta es “Tú sabes que te quiero”, pasan el examen, y son admitidos de nuevo en su ejército. Por eso, aunque uno sea malo, perverso, si se atreve a arrepentirse y a amar otra vez, tiene salvación.

¡Oh bendita corona de dolor, de humillación y de gloria! Líbreme Dios de gloriarme en nada si no es en la corona de espinas, en los azotes, los clavos y la cruz de Jesús, por los cuales he sido salvado del eterno dolor. En la Pasión todo habla de amor, grita el amor. Cada hombre cuenta con ese amor divino durante toda la vida. Todavía el último día uno puede exclamar:”¡OH divino y bendito dolor, sálvame!” Y siempre escuchará la misma respuesta: “Hoy estarás conmigo en el Paraíso”.


Mas lecturas del Evangelio


El ciego de Jericó

El ciego de Jericó

Autor: P Clemente González Del santo Evangelio según san Lucas 18, 35-43 En aquel tiempo, cuando se acercaba Jesús a Jericó, estaba un ciego sentado ...
Elogio a la madre de Jesús

Elogio a la madre de Jesús

del santo Evangelio según san Lucas 11, 27-28  En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba a las turbas, alzó la voz una mujer de entre la ...
La Epifanía del Señor

La Epifanía del Señor

Del santo Evangelio según san Mateo 2, 1-12 Nacido Jesús en Belén de Judea, en tiempo del rey Herodes, unos magos que venían del Oriente ...
Generosidad de la viuda

Generosidad de la viuda

Autor: P. Juan Gralla  Del santo Evangelio según san Marcos 12, 38-44 En aquel tiempo, enseñaba Jesús a la multitud y les decía: Guardaos de ...
Parábola de las diez vírgenes

Parábola de las diez vírgenes

En aquel tiempo, dijo Jesús: «Entonces el Reino de los Cielos será semejante a diez vírgenes, que, con su lámpara en la mano, salieron al ...
Los ángeles, mensajeros de Dios

Los ángeles, mensajeros de Dios

Del santo Evangelio según san Juan 1, 47-51 Vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él: Ahí tenéis a un israelita de verdad, ...
La ruina de Jerusalén

La ruina de Jerusalén

Autor: P. Misael Cisneros  Del santo Evangelio según san Lucas 21, 20-28  En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Cuando veáis a Jerusalén cercada ...
Parábola de los trabajadores de la viña

Parábola de los trabajadores de la viña

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: El Reino de los Cielos se parece a un propietario que al amanecer salió a ...
La muerte de Cristo en la Cruz

La muerte de Cristo en la Cruz

Autor: H. Óscar Ramírez  Del santo Evangelio según san Juan 18, 1-19, 42. Dicho esto, pasó Jesús con sus discípulos al otro lado del torrente ...
Las bienaventuranzas

Las bienaventuranzas

Autor: P Clemente González Viendo la muchedumbre, subió al monte, se sentó, y sus discípulos se le acercaron. Y tomando la palabra, les enseñaba diciendo: ...
El "Sí" de María

El “Sí” de María

Del santo Evangelio según san Lucas 1, 26-38 Al sexto mes fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, ...
Id por todo el mundo y prediquen el Evangelio

Id por todo el mundo y prediquen el Evangelio

Del santo Evangelio según san Mateo 28, 16-20 Por su parte, los once discípulos marcharon a Galilea, al monte que Jesús les había indicado. Y ...
Herodes oye hablar de Jesús

Herodes oye hablar de Jesús

Autor: Comunidad de Carmelitas Descalzas de Toro Del santo Evangelio según san Lucas 9, 7-9 Se enteró el tetrarca Herodes de todo lo que pasaba, ...
Fiel y prudente a la Voluntad de Dios

Fiel y prudente a la Voluntad de Dios

Del santo Evangelio según san Lucas 12, 39-48< Entendedlo bien: si el dueño de casa supiese a qué hora iba a venir el ladrón, no ...
Perdónanos, Madre, aunque a veces sí sabemos lo que hacemos

Perdónanos, Madre, aunque a veces sí sabemos lo que hacemos

Lo matarían en poco tiempo. ¿Y qué clase de muerte? Las había horribles. Horrible sería morir para tu Hijo. ¿La degollación, la horca, la cruz? Lo ...
Jesús llora sobre Jerusalén

Jesús llora sobre Jerusalén

Del santo Evangelio según san Lucas 19, 41-44 En aquel tiempo, al acercarse y ver la ciudad, lloró por ella, diciendo: ¡Si también tú conocieras ...
El joven rico

El joven rico

En aquel tiempo, se acercó uno a Jesús y le preguntó: Maestro, ¿qué tengo que hacer de bueno para obtener la vida eterna? Jesús le ...
La puerta estrecha

La puerta estrecha

Del santo Evangelio según san Lucas 13, 22-30 En aquel tiempo Jesús atravesaba ciudades y pueblos enseñando, mientras caminaba hacia Jerusalén. Uno le dijo: «Señor, ...
El buen samaritano

El buen samaritano

Autor: P Juan Pablo Menéndez  Del santo Evangelio según san Lucas 10, 25-37 Se levantó un legista, y dijo para ponerle a prueba: «Maestro, ¿que ...
El Reino de Dios entre nosotros

El Reino de Dios entre nosotros

En aquel tiempo, a unos fariseos que le preguntaban cuándo llegaría el Reino de Dios, Jesús les respondió: El Reino de Dios viene sin dejarse ...
No es importante lo exterior

No es importante lo exterior

Mientras hablaba, un fariseo le rogó que fuera a comer con él; entrando, pues, se puso a la mesa. Pero el fariseo se quedó admirado ...
No se dejen engañar

No se dejen engañar

En aquel tiempo algunos ponderaban la belleza del Templo, que estaba adornado de bellas piedras y ofrendas votivas. Jesús les dijo: Esto que veis, llegarán ...
Siervos inútiles ante el Señor

Siervos inútiles ante el Señor

«¿Quién de vosotros tiene un siervo arando o pastoreando y, cuando regresa del campo, le dice: “Pasa al momento y ponte a la mesa?” ¿No ...
No he venido a traer paz

No he venido a traer paz

Del santo Evangelio según san Lucas 12, 49-53 En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: He venido a arrojar un fuego sobre la tierra ...
Maldiciones contra escribas y fariseos

Maldiciones contra escribas y fariseos

En aquel tiempo, habló Jesús diciendo: ¡Ay de vosotros, letrados y fariseos hipócritas, que cerráis a los hombres el Reino de los Cielos! Ni entráis ...
El primer mandamiento

El primer mandamiento

Del santo Evangelio según san Marcos 12, 28-34 En aquel tiempo se acercó a Jesús un letrado y le preguntó: ¿Cuál es el primero de ...
Cuidado con la avaricia

Cuidado con la avaricia

En aquel tiempo, uno de la gente le dijo a Jesús: «Maestro, di a mi hermano que reparta la herencia conmigo». Él le respondió: «¡Hombre! ...
Mi Reino no es de este mundo

Mi Reino no es de este mundo

En aquel tiempo preguntó Pilato a Jesús: «¿Eres tú el rey de los judíos?» Jesús le contestó: «¿Dices eso por tu cuenta o te lo ...
Jesús en Nazaret

Jesús en Nazaret

Del santo Evangelio según san Lucas 4, 16-30 En aquel tiempo fue Jesús a Nazaret, donde se había criado y, según su costumbre, entró en ...
Persecución de los discípulos

Persecución de los discípulos

Del santo Evangelio según san Lucas 21, 12-19 «Pero, antes de todo esto, os echarán mano y os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y cárceles ...
0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta