Señor del Mundo

Robert Hugh Benson

PRÓLOGO

Permítame antes meditar un momento dijo el anciano, acomodándose en su sillón. Percy se reubicó en su silla y esperó, barbilla en mano.

Los tres hombres se encontraban sentados en una pieza de dimensiones medianas, muy silenciosa y amoblada con la extrema sobriedad de la época. No tenía ventanas, ni puerta, pues, desde hacía ya sesenta años, los hombres se habían percatado de que el espacio no se limita a la superficie de la tierra y habían empezado a construir habitaciones subterráneas: La casa del anciano señor Templeton estaba situada unos quince metros bajo el nivel de los muelles del Támesis, en un lugar considerado por todos como uno de los más cómodos: en efecto, él no tenía más que caminar unos cien pasos para llegar a la estación del segundo Círculo Central de los Automóviles, y la estación e las Naves Volantes de Blackfriars distaba apenas medio kilómetro de su casa. Sin embargo, habiendo cumplido más de noventa, años, el señor Templeton ya no salía nunca. El salón donde recibía a sus dos visitantes tenía los muros recubiertos de aquel pálido esmalte de jade verde prescrito por el Comité de Higiene y estaba iluminado por la luzsolar artificial descubierta por el gran Reuter cuarenta años antes. El color de la sala era agradable y fresco como el de un bosque en primavera, y el clásico radiador enrejado que la calefaccionaba y ventilaba a la vez, la mantenía a una temperatura de dieciocho grados centígrados. El señor Templeton era un hombre de gustos sencillos, que se contentaba con vivir tal como lo hiciera su padre antes que él. Los muebles de su salón, especialmente, eran algo pasado de moda, tanto en el dibujo como en su ejecución; sin embargo, todos habían sido fabricados según el sistema moderno, en esmalte ignífugo suave, sobre armazón de hierro, indestructibles, agradables al tacto e imitando la caoba. Algunas repisas cargadas de libros se alineaban a ambos costados de 1a chimenea eléctrica con pedestal de bronce ante la cual se encontraban sentados los tres hombres y en dos esquinas de la sala aguardaban los ascensores hidráulicos, uno de los cuales conducía al dormitorio y el otro al gran vestíbulo que daba acceso al muelle.

El padre Percy Franklin, el mayor de los dos visitantes, era un hombre de aspecto original y atrayente. No obstante contar escasamente treinta y cinco años, su cabello era de un blanco inmaculado. Bajo las cejas oscuras; sus ojos grises tenían un brillo extraño y profundamente apasionado; pero su nariz y el mentón prominentes, así como el dibujo muy marcado de los labios, daban al observador un testimonio de su fuerza de voluntad y su dominio de sí mismo. Los extraños por lo común lo miraban dos veces.

En cambio su colega y amigo el padre Francis, sentado al otro lado de chimenea, se acercaba más al tipo corriente. No obstante la expresión viva e inteligente de sus grandes ojos oscuros, el conjunto de sus facciones revelaba un carácter falto de energía; indicaba incluso cierta tendencia a una melancolía femenina la comisura de sus labios y la marcada pesadez de sus párpados.

En cuanto al señor Templeton, no era más que un hombre muy anciano, con un rostro vigoroso sembrado de arrugas y completamente afeitado, como era costumbre, por lo demás, en todo el mundo. Reposaba muellemente en su amplio sillón, apoyado en sus cojines de agua caliente y con una manta extendida sobre los pies.

Finalmente habló, dirigiéndose primero a Percy, que se encontraba sentado a su izquierda.

Es muy difícil para mí recordar con exactitud sucesos tan lejanos dijo. Pero he aquí, más o menos, cómo imagino el encadenamiento de los hechos:

En Inglaterra la primera alarma seria que experimentó nuestro viejo Partido conservador fue a raíz del famoso “Parlamento Laborista” en 1917. Esa elección nos probó cuán profundamente había penetrado el “herveísmo” en todo el ambiente social. Sin duda, habían figurado ya numerosos teóricos socialistas, pero ninguno había ido tan lejos como Gustavo Hervé, sobre todo en los últimos años de su vida; tampoco nadie había obtenido resultados más efectivos. Hervé, como acaso lo hayan leído ustedes en los manuales de historia, predicaba el materialismo y el socialismo absolutos, llevando al extremo todas sus consecuencias lógicas. A su entender, el patriotismo era un último vestigio de barbarie; y el placer sensual constituía el único bien seguro. Al principio, naturalmente, todo el mundo se burló de él. En nuestro partido, sobre todo, se sostenía que sin una religión sería imposible dar a las masas un motivo adecuado para un orden social, por elemental que éste fuese. Pero al parecer él tuvo razón. Después de la ruina definitiva de la Iglesia en Francia a comienzos del siglo, y las matanzas populares de 1914, la burguesía del mundo entero se aplicó a una seria labor de reorganización. Fue entonces cuando se inició el movimiento extraordinario cuyos efectos presenciamos hoy; un movimiento que tendía a suprimir toda diferencia de patria o de clases sociales después de suprimir completamente las instituciones militares. La masonería de más está decirlo dirigía todo este movimiento. Originado en Francia, se extendió bien pronto a Alemania, donde ya la influencia de Karl Marx…


Para activar la descarga es necesario una suscripción. Algunos libros requieren de una suscripción premium.

epub
epub
mobi
mobi
pdf
pdf


Adquiere una suscripción

¿Ya tienes una suscripción?

Ingresa aquí:


DETALLES DE ESTE LIBRO


Más de este autor/tema


¡A la horca!

¡A la horca!

Apunte biográfico de Robert Hugh Benson R. H. Benson (1871-1914) fue el último de los seis hijos de Mary Sidgwick y de Edward White Benson, ...
La amistad de Cristo

La amistad de Cristo

Robert Hugh Benson nació en el Wellington College el 28 de noviembre de 1871. Era el hijo menor de Edward White Benson, entonces arzobispo de ...
María en el Nuevo Testamento

María en el Nuevo Testamento

    Un hecho que llama la atención cuando buscamos lo que se dice en el Nuevo Testamento acerca de la Santísima Virgen María es ...
Carta Encíclica Redemptor Hominis

Carta Encíclica Redemptor Hominis

El Redentor del hombre, Jesucristo, es el centro del cosmos y de la historia. A Él se vuelven mi pensamiento y mi corazón en esta ...
Acercar los hijos a Dios

Acercar los hijos a Dios

Todavía está grabado en mi memoria visual el esplendor de los ojos negros de una madre joven y la mirada que me dirigió cuando, al ...
100 Preguntas sobre el Cristianismo

100 Preguntas sobre el Cristianismo

Jesús de Nazaret, el Cristo, no es algo causal en la historia, sino «un misterio escondido desde siglos y generaciones» en Dios. Según la Biblia, ...
Los Sagrados Corazones de Jesús y de María

Los Sagrados Corazones de Jesús y de María

No es justo separar dos realidades que Dios ha unido tan estrechamente con los lazos más fuertes de la naturaleza, de la Gracia y de ...
¡Levantaos! ¡Vamos!

¡Levantaos! ¡Vamos!

Cuando se publicó el libro Don y misterio con recuerdos y reflexiones sobre los orígenes de mi sacerdocio, me llegaron numerosas muestras sobre todo por ...
Don y Misterio

Don y Misterio

Permanece vivo en mi recuerdo el encuentro gozoso que, por iniciativa de la Congregación para el Clero, tuvo lugar en el Vaticano en el otoño ...
La oración en la catequesis de Benedicto XVI

La oración en la catequesis de Benedicto XVI

Hoy quiero comenzar una nueva serie de catequesis. Después de las catequesis sobre los Padres de la Iglesia, sobre los grandes teólogos de la Edad ...
La Práctica Liberadora de Jesús

La Práctica Liberadora de Jesús

No se puede pedir al Evangelio lo que él no puede dar. En los tiempos de Jesús no había fábricas de coches, ni organización de ...
Sobre la muerte y los moribundos

Sobre la muerte y los moribundos

Cuando me preguntaron si querría escribir un libro sobre la muerte y los moribundos, yo acepté el reto con entusiasmo. A la hora de la ...
Tratado de la Verdadera Devoción a La Santisima Virgen Maria

Tratado de la Verdadera Devoción a La Santisima Virgen Maria

  Escrito varios siglos atrás, su “Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen” tiene la frescura del texto nuevo.  El supo resumir y ...
Espiritualidad del apóstol según san Pablo

Espiritualidad del apóstol según san Pablo

«La plenitud de los tiempos» (Gal. 4,4) A San Pablo le ha tocado vivir en el momento culminante de la historia, en la plenitud de ...
Con el corazón en ascuas

Con el corazón en ascuas

Todos los días celebro la Eucaristía. Unas veces en mi parroquia, ante cientos de personas; otras en la capilla del Amanecer, con los miembros de ...
Con María, multiplicando migas...

Con María, multiplicando migas…

Susana Ratero es una querida amiga y hermana en Cristo. No recuerdo cuándo fue que la conocí, pero tengo la impresión de que siempre fuimos ...
La familia que alcanzó a Cristo

La familia que alcanzó a Cristo

La Hermana Superiora dejó el libro cuidadosamente. Era una "Vida de San Bernardo de Clairvaux". Después, con tono de reproche, exclamó: —¡Ya le daría yo ...
¿Quieres ser mi padrino?

¿Quieres ser mi padrino?

En algunos lugares, por tradición popular, cuando se va a bautizar a un niño se invitan padrinos[1] de pastel, fotografía u otras cosas para ayudar ...
El Viejo Trueno: Biografía de Hilaire Belloc

El Viejo Trueno: Biografía de Hilaire Belloc

Durante mi trabajo en este libro, para mí ha sido una bendición la ayuda y colaboración de varios de los descendientes de Belloc. He pasado ...
Carta Encíclica Laborem Exercens

Carta Encíclica Laborem Exercens

Con su trabajo el hombre ha de procurarse el pan cotidiano, contribuir al continuo progreso de las ciencias y la técnica, y sobre todo a la ...
Vivir la Santa Misa

Vivir la Santa Misa

Hace cinco años, el Papa Juan Pablo II dispuso la celebración de un Año de la Eucaristía en la Iglesia universal. Su finalidad, además de ...
Sobre El Anticristo

Sobre El Anticristo

Capítulo III de "El fin del tiempo", Barcelona, Herder, 1984. Cualquier lenguaje teológico es susceptible de una interpretación metafísica, puesto que, en tanto que símbolo, ...
Oraciones para las almas del Purgatorio

Oraciones para las almas del Purgatorio

1. Jesús mío, por aquel copioso sudor de sangre que derramaste en el huerto de Getsemaní, ten piedad de las almas de mis parientes más ...
Cuentos

Cuentos

Si bien es en la faceta novelística donde más ha destacado Dostoievski, no es menos cierto que el género del cuento, el periodismo, el relato, ...
Un exorcista entrevista al diablo

Un exorcista entrevista al diablo

EL AUTOR no está entre los que se avergüenzan de creer en la existencia del Diablo y de su nefasta actividad en el mundo y ...
Conformidad con la voluntad de Dios

Conformidad con la voluntad de Dios

Este librito que presentamos, aunque es muy pe­queño en su volumen, es enorme en su contenido, ya que el secreto de la santidad no consiste ...
Lectura del Apocalipsis

Lectura del Apocalipsis

Una mirada, aunque solo panorámica, a los estudios del Apocalipsis de estos últimos dos decenios produce la clara impresión de un desarrollo in crescendo. El ...
Los milagros de San Antonio de Padua

Los milagros de San Antonio de Padua

Al fin del día caemos abrumados bajo una montaña de palabras. Escritas, orales, murales, cantadas, de toda suerte y especie, en todas las grafías, colores ...
De los nombres divinos

De los nombres divinos

Habiendo dado estas explicaciones, es el momento de pasar a este atributo de la bondad, que los teólogos reconocen excelentemente y sobre todo en la ...
1000 máximas de don Bosco

1000 máximas de don Bosco

"San Juan Bosco, forjador de nuevas generaciones, es hasta el presente el primero y único educador que ha sabido llevar a los altares a los ...
El y Yo. El diario de Gabriela Bossis

El y Yo. El diario de Gabriela Bossis

No es posible todavía publicar el origen y la historia del manuscrito que voy a comentar. Pero sí conviene decir cuando menos algunas palabras sobre ...
La acción del Espíritu Santo en las almas

La acción del Espíritu Santo en las almas

Todos los que han leído La historia de un alma recuerdan esas páginas tan bellas en las que Santa Teresa del Niño Jesús cuenta cómo ...
0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta