,

La catedral de San Agustín de Hipona

Padre José Antonio Fortea

DURANTE MUCHOS AÑOS me pregunté qué aspecto físico presentaría la catedral de San Agustín a los ojos de un hombre de nuestra época que pudiera contemplarla, cómo sería una misa a principios del siglo V, de qué manera irían vestidos el obispo y el clero en el norte de África. Sobre todo la cuestión de cómo era materialmente el templo, el edificio, de Agustín ha sido una curiosidad albergada en mi mente durante largo tiempo, una verdadera espina clavada en mi intelecto. Leía y leía sermones y tratados del obispo Agustín, me lo imaginaba sentado en su cátedra, pero no podía imaginar su entorno sin caer en la fantasía.

Mi entera vida ha sido una lectura y relectura de textos acerca del Imperio Romano. Conocía bastante bien los detalles materiales de la Jerusalén de los tiempos de Salomón, lo mismo podía decir de los pequeños detalles de la vida eclesial de las comunidades cristianas de Pablo y Pedro, pero mi conocimiento de la vida de un obispo en la etapa final del Imperio en el norte de África no era tan bueno. Si hubiera querido pintar en un óleo una misa en la catedral de Hipona, me hubiera encontrado con muchos huecos, con muchos vacíos.

Después de varios años de hacerme preguntas, me puse manos a la obra. Y tras acumular una cierta cantidad de lecturas y artículos, me parece que puedo pintar la escena con una cierta verosimilitud. Así nació este escrito que no pretende presentarse como libro, sino como un artículo. El propósito de esta obra es pequeño y humilde: ¿cómo era la catedral de San Agustín? Sinceramente, fue de esa curiosidad personal cómo nacieron estas páginas que, en principio, no iban a ser más de cuatro o cinco. Tal fue muy propósito inicial, después esas cuatro páginas se fueron ramificando.

En esa pregunta acerca del edificio de la catedral, incluí otras preguntas: ¿cómo eran sus ceremonias?, ¿cuánta gente había dentro? Y quisé contestar a esa pregunta pintando del modo más visual posible esa escena. Contestando vi lo conveniente de dar unas pocas pinceladas que nos muestren un poco cómo era la vida de la iglesia africana en una ciudad como Hipona. Desde el principio me propuse ahorrar al lector largas disquisiciones bibliográficas sobre tal o cual detalle, deseaba que el escrito tuviese un estilo ágil.

Lo primero de todo, debo confesar que fue una decepción para mí no poder describir cómo debía ser una catedral que fuera la evolución de un salón propiedad de la comunidad cristiana de Hipona, un salón proveniente de la época inmediatamente posterior a Diocleciano. Pongo esa fecha, aunque hay testimonios de que la Iglesia pasó muy pronto de las domus ecclesiae a alquilar y comprar ese tipo de salones de reunión.

Me hubiera complacido imaginar en Hipona una catedral que fuera una pequeña iglesia de estilo púnico de techo plano formando una terraza, con paredes de adobe y un interior como el de la sinagoga del siglo III al estilo de la conservada en Dura Europos. Una catedral donde cupieran sentadas sobre esteras unas doscientas personas, con pilares de madera diseminados de forma irregular por esa área.

Pero mi gozo en un pozo. Hubiera sido encantador dibujar ese escenario y describir unos muros completamente cubiertos de ciclos de pinturas al estilo de la citada sinagoga. Ese primitivo templo de Hipona, casi deberíamos llamarlo salón de reunión, sin duda existió. Pero los hombres de esa época no sentían ningún afán por conservar ese tipo de construcciones humildes. Si tuvieron espacio suficiente para poder derribarlo y levantar encima la basílica, sin duda lo hicieron sin ningún miramiento desde el momento en que dispusieron de donaciones suficientes para ello.


Para activar la descarga es necesario una suscripción. Algunos libros requieren de una suscripción premium.

epub
epub
mobi
mobi
pdf
pdf


Adquiere una suscripción

¿Ya tienes una suscripción?

Ingresa aquí:


DETALLES DE ESTE LIBRO


Más de este autor/tema


Consecuencias y perdón de los pecados y el bautismos de los niños

Consecuencias y perdón de los pecados y el bautismos de los niños

Por más que pasan sobre mí graves cuidados y tareas enojosas, con que me agobian los pecadores, desertores de la ley divina (aunque también atribuyo ...
Cyclvs Apocalypticvs

Cyclvs Apocalypticvs

Pausadamente el monje iba escribiendo los gruesos trazos de letra gótica en una parte de la pintura. La pintura representaba a la Virgen María con ...
Relato de un exorcismo

Relato de un exorcismo

El extraño caso que aquí se cuenta, resulta extraño incluso para mí mismo. Y si me fue resultando menos extraño fue porque se fue desplegando ...
Obras de San Agustín Tomo XXIV

Obras de San Agustín Tomo XXIV

Fecha: Día de Navidad. Posterior al 411-412. 1. Un año más ha brillado para nosotros —y hemos de celebrarlo— el nacimiento de nuestro Señor y ...
San Agustín de Hipona - Obras Completas (PDF)

San Agustín de Hipona – Obras Completas (PDF)

El conocimiento de San Agustín en nuestro tiempo es un deber de cultura cristiana y humanística, porque Cristianismo y Humanidad tienen en él un típico ...
La inmortalidad del alma

La inmortalidad del alma

Contiene este libro el conjunto de razones sobre la inmortalidad del alma, así como la solución de las dificultades que se presentan. Primera razón por ...
Meditaciones de San Agustín

Meditaciones de San Agustín

Necesitamos ser vigilantes, atentos, animosos y solícitos para indagar y aprender el modo y la manera de poder evitar las penas del infierno y conseguir ...
El único bautismo

El único bautismo

 I 1. Con mucha frecuencia, hermano Constantino, nos vemos obligados a responder a los que piensan de manera diferente y se extravían de la regla de ...
De las costumbres de la Iglesia Católica

De las costumbres de la Iglesia Católica

 Es necesario poner al descubierto los artificios de los maniqueos. Dos artificios que principalmente utilizan para seducción de los ignorantes. 1 . He tratado suficientemente, ...
La Ciudad de Dios

La Ciudad de Dios

En esta obra, que va dirigida a ti, y te es debida mediante mi palabra, Marcelino, hijo carísimo, pretendo defender la gloriosa Ciudad de Dios, ...
Del Alma y su origen

Del Alma y su origen

El objeto de estos cuatro libros (escritos alrededor del año 419 .A.D.) fue suministrado por un joven llamado Vicente Víctor, natural de Mauritania Cesariense, un ...
Ejercicios Espirituales con san Agustín

Ejercicios Espirituales con san Agustín

El imperativo de leer para vivir nos lleva en direcciones muy dispares y podemos descubrir, a veces por sorpresa, la relevancia que tienen los autores ...
La santa virginidad

La santa virginidad

 Hace poco di a la luz pública una obra titulada La bondad del matrimonio. Como en ésta, también en ella aconsejé y exhorté a los ...
La tiniebla en el exorcismo

La tiniebla en el exorcismo

Cartografíar los problemas que puede generar y genera la práctica del exorcismo, ése ha sido el propósito de esta obra. Este escrito desearía ser una ...
Las Fuentes de la Alegría

Las Fuentes de la Alegría

En esta obra, el P. José Kentenich enfrenta con especial eficacia anhelos muy profundos de nuestro tiempo y entrega una respuesta plenamente católica y fructífera ...
Una Visita de Dios

Una Visita de Dios

Uno de los enigmas más inquietantes que la Humanidad ha tenido siempre ante sí es el sufrimiento. ¿Por qué sufrimos?, ¿por qué sufrimos tanto? ¿por ...
Razones para la alegría

Razones para la alegría

Me pregunto si la mañana de hoy es, precisamente, la ideal para escribir el prólogo de un libro que se titula Razones para la alegría ...
Obras Completas de Santa Teresa de Ávila

Obras Completas de Santa Teresa de Ávila

Religiosa y escritora mística española, conocida también como Santa Teresa de Ávila. Teresa de Jesús es el nombre de religión adoptado por Teresa de Cepeda ...
Consagración a San José

Consagración a San José

No lo comprendí suficientemente [a San José], pero eso cambiará. — San Juan de la Cruz En el siglo XVI, San Juan de la Cruz, ...
Memorias de la casa de los muertos

Memorias de la casa de los muertos

En medio de las estepas, de las montañas y de los inextricables bosques de las más apartadas regiones de la Siberia, se encuentran de vez ...
Abba Padre

Abba Padre

Estas páginas quieren invitarlo a adorar a Dios y agradecerle rendidamente sus bondades. ¿Cuál puede ser la causa de este afán? Quisiera responder con san ...
Ser cristiano en la era neopagana

Ser cristiano en la era neopagana

No se necesita mucha imaginación para darse cuenta de que la «compañía» a la que aludo aquí es la Iglesia. Tal vez se evitó mencionar ...
Dionisio Areopagita

Dionisio Areopagita

El nombre de Dionisio Areopagita está ligado a una de las obras más influyentes de la literatura filosófica occidental, que ocupó un lugar central en ...
Disculpe, estoy en duelo

Disculpe, estoy en duelo

«El duelo se ha convertido en un comportamiento social desviado, incluso criminal, que nuestra sociedad, basada en el trinomio "salud-juventud-felicidad", ya no tolera». -Sandro Spinsanti ...
Encuentro

Encuentro

Padre Ignacio Larrañaga, sacerdote franciscano, capuchino de origen español. Nació en Loyola el 4 de mayo de 1928. Es ordenado sacerdote en Pamplona, desarrolló por ...
La Visión

La Visión

He tenido solamente dos visiones en toda mi vida. La primera me vino en 1958, cuando una visión de Dios me llevó de una pequeña ...
Más fuertes que el mal

Más fuertes que el mal

Aquella mañana yo había asistido a 3 exorcismos. Ciertamente, no habían sido escenas muy agradables. Yo no dudaba de la existencia del diablo, pero si ...
“Despertares”

“Despertares”

“EL FINAL DE NUESTROS MUNDOS” “Cuando Él escuchó que Juan había sido arrestado, se retiró a Galilea. El dejó Nazareth y se fue a vivir ...
La Reconquista Espiritual de Tabasco en 1938

La Reconquista Espiritual de Tabasco en 1938

SI YO —un simple pecador que se deja aturdir por el vocerío de las pasiones— he sentido latir en mí, varias veces en mi vida, ...
La Palabra continúa en el signo de los tiempos Volumenes I, II y III

La Palabra continúa en el signo de los tiempos Volumenes I, II y III

«Si prestas atención, hasta las piedras hablan» (Gitta Mallasz) ¡Querido lector de estos mensajes de Jesús! Si en tu espíritu existe un profundo deseo de ...
El resplandor de Dios en nuestro tiempo

El resplandor de Dios en nuestro tiempo

En el curso de mis años en Roma fui reiteradamente invitado por la Radio y Televisión de Baviera (Bayerischer Rundfunk) a pronunciar meditaciones con ocasión ...
La Práctica de la Presencia de Dios

La Práctica de la Presencia de Dios

Aunque había llevado la vida normal de cualquier joven francés de clase media de inicios del siglo XVI, Nicolás Herman, nacido alrededor de 1610 en ...
La Dignidad y Santidad Sacerdotal

La Dignidad y Santidad Sacerdotal

Este libro que titulamos «LA DIGNIDAD Y SANTIDAD SACERDOTAL» fue escrito por el santo doctor bajo el título genérico de «Selva de materias predicables e ...
El Jardín Interior

El Jardín Interior

Este libro se dirige a quien -creyente o no- considere una dimensión inalienable de la propia experiencia aquella interioridad que no cesa de interrogarse y ...
Bendicional Completo

Bendicional Completo

A. RITO DE LA BENDICIÓN Con Misa 44. El rito que aquí se propone pueden utilizarlo tanto el sacerdote como el diácono, y también el ...
Elogio de la pereza / El instante presente

Elogio de la pereza / El instante presente

Lo peligroso de las balas no es el trozo de plomo de que constan, sino su velocidad. Lo malo de nuestra civilización no es la ...
El Santo Rosario Meditado

El Santo Rosario Meditado

Desde su origen, en el siglo IX, el Rosario – cuyo nombre significa “corona de rosas” -,  ha sido para la Iglesia una oración importante ...
La perfecta casada

La perfecta casada

¿Quién hallará mujer de valor? Raro y extremado es su precio. Pero, antes que comencemos, nos conviene presuponer que, en este capítulo, el Espíritu Sancto ...
San Vicente de Paúl

San Vicente de Paúl

Vicente de Paúl es uno de los santos más frecuentemente biografiados —hasta unas 1500 veces— por autores diferentes. No siempre la calidad corre pareja con ...
¡Vivamos La Navidad!

¡Vivamos La Navidad!

Llegó la Navidad, un tiempo de alegría y de esperanza, de luces de colores y árboles adornados con bombas fluorescentes, de pesebres y regalos. Todos ...
El soplo del Espíritu

El soplo del Espíritu

ESTE libro incita a los lectores a centrar su atención y, sobre todo, su vida espiritual, en la figura del Espíritu Santo y en la ...
San Josemaría Escrivá de Balaguer, Mi Madre la Iglesia

San Josemaría Escrivá de Balaguer, Mi Madre la Iglesia

«¡Santa, Santa, Santa!, nos atrevemos a cantar a la Iglesia, evocando el himno en honor de la Trinidad Beatísima. Tú eres Santa, Iglesia, Madre mía, ...
Vosotros sois la sal de la tierra

Vosotros sois la sal de la tierra

“Vosotros sois la sal de la tierra. Mas si la sal se desvirtúa, ¿con qué se la salará? Ya no sirve para nada más que ...
El católico atento

El católico atento

Greg Bottaro fue un estudiante mío en el Boston College. Era un muy buen estudiante, pero incluso los muy buenos estudiantes rara vez escriben libros ...
0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta